Foto:Mirador
Por Ariel Gustavo Pennisi
La historia nos narra que transcurrían los primeros años de la década del 10, para ser mas preciso, el período comprendido entre los años 2010 – 2013, cuando Mariana Russo ya egresada de la Escuela Provincial de Teatro y Títeres de Rosario, se encontraba viviendo en la Ciudad de México.
El transcurso de los acontecimientos nos indica que la conjunción temporo-espacial junto a la búsqueda de un horizonte profesional la llevaron a participar de diversos trabajos para la televisión mexicana. Podemos leer en los renglones de su currículum: “Rosa diamante, la patrona” de la cadena Telemundo (México df), la serie televisiva “Último año” de la cadena MTV Latinoamérica, “La otra cara del alma” de TV Azteca o “Amores verdaderos” y “Cachito de cielo” para Canal de las Estrellas sumadas a las telenovelas “La fuerza del destino” , “La mujer del vendaval” y “Tempestad” en el canal Televisiva.
Sus trabajos en el extranjero también abarcaron participaciones en diversas publicidades y obras de teatro entre las cuales se pueden destacar “El pájaro Tziu” en el teatro independiente “Centro Cultural Helénico” y los unipersonales “¿Comadre se puso a dieta?, “Por los derechos de las mujeres” además de diversos Stand up como “El día que maté a Dolores” y diferentes participaciones en teatro en obras dirigidas al público infantil.
Aquellos años en la tierra del tequila, llevaron a Mariana Russo a un primer encuentro con la vida y obra de Frida Kahlo (1907-1954) en su primera visita a La Casa Azul, aquel recinto ubicado en la Colonia del Carmen de la Alcadía de Coyoacán que supo ser el hogar de la artista mexicana, donde vivió la mayor parte de su vida. El espacio devenido en museo, fue el testigo de los proyectos en común de Frida con el pintor y muralista Diego Rivera (1886-1957).
Transformado en la actualidad en un lugar ícono de la cultura y el turismo mexicano, inspiro a Mariana Russo a realizar su unipersonal Frida, que tendrá el próximo viernes 30 de septiembre su última función de temporada en la sala del Idae (Entre Ríos 840) de la ciudad de Rosario.
“Pies para que los quiero si tengo alas” dijo en vida Frida Kahlo al volar por encima de los prejuicios y ataduras de su época, viajando tras sus sueños y deseos, aquellos que muy bien personifica Mariana Russo durante setenta minutos en los cuales el espectador se encontrará cara a cara con las complejidades de la libertad.
La voz de Mariana Russo
¿Cuándo nace tu deseo de personificar a Frida Kahlo?
La idea de realizar una obra sobre la vida de Frida Kahlo nace desde mi admiración por ella que comienza la primera vez que visito La Casa Azul, hace once años, cuando yo vivía en México. Allí comencé a conectarme realmente con lo que fue su vida. Esa primera visita a la Casa Azul hizo que una vez que entrara allí no me pudiera ir.
¿Qué recordás de esa visita?
Recuerdo que estuve todo el día viendo el documental que pasan en la casa. Lo vi como tres o cuatro veces. En aquél momento podías quedarte todo lo que quisieras, era libre la visita, ahora esta todo mucho mas acotado y es una hora que podes estar y permanecer. Ese fue el primer acercamiento que tuve a Frida y a partir de allí una profunda admiración por su vida.
¿La obra en sí cuando la escribiste?
El año pasado, en el 2021. Me puse a armar un unipersonal y mi idea en un principio era hacer distintos personajes y entonces lo primero que pensé era hacer un monólogo sobre Frida.
Empecé a ver material y demás cosas, me dije que la obra debía centrarse solamente en ella, comenzando una investigación. Recuerdo que leí mucho, miré documentales, entrevistas sobre su vida, información más exacta, más allá de tener un conocimiento acumulado mientras estaba en México.
Me pareció importante destacar un personaje como Frida, que es un personaje rebelde.
¿Qué es lo que más te llama la atención de su vida?
Pensemos que en el momento de su vida, ella estaba en contra e iba al revés de todas las etiquetas. Por ejemplo en la moda, usaba ropas autóctonas, mexicanas, holgadas, cuando lo que se utilizaba y la moda mandaba eran ropas ajustadas. El atreverse a usar las cejas pobladas, un insipiente bigote cuando en ese momento la mujer era muy cuidadosa de esos detalles o el atreverse a decir que le gustaban las mujeres, a declarar su bisexualidad, decir sus ideas políticas.
Me parece que deja un legado cultural muy actual, mas allá de la vida realmente tormentosa que tuvo, aquejada siempre por sus problemas de salud y padecimientos físicos. Su fuerza y empuje, el ir más allá que sus dolores, su cuerpo nunca fue un impedimento para seguir.
Hay que destacar también la valorización que hace de sus raíces, el arraigo a lo mexicano e ideas políticas. La fidelidad a sus ideales, a lo que ella creía. Me parece mucho el legado que ha dejado y el mensaje que se puede transmitir desde el ahora.
¿Qué va a encontrar el espectador en la obra?
Hay en la obra relatos textuales de dichos de Frida, como por ejemplo la narración de ella del accidente, su encuentro con André Breton, León Trotski, su infancia o visión sobre Parios y los Estados Unidos.
Más allá de los relatos textuales, Mariana Russo nos adelanta que en la obra vamos a encontrar numerosas anécdotas de la vida de Frida Kahlo. Nos narró una muy interesante: “se conocía que ella había tenido en la infancia poliomielitis, pero en realidad eso fue un invento de los padres, porque ella lo que padecía era espina bífida (afección que afecta la columna vertebral, es notoria en el nacimiento de las personas) y como la espina bífida es una enfermedad que puede transmitirse a los hijos por medio de un gen hereditario, sus padres lo que veían era que si decían que había tenido poliomielitis la preservaban. Ella nació con espina bífida y de allí viene su problema en la pierna derecha”.
Sinopsis
La obra es un recorrido por la vida de la pintora mexicana Frida Khalo, desde su infancia hasta sus últimos días. Su niñez, el accidente, sus comienzos como artista, la lucha personal por sus ideales, sus viajes por Estados Unidos, París sumado a su relación personal con el pintor Diego Rivera y los encuentros con León Trostky y André Bretón, tienen lugar en la trama de una puesta en escena cargada de alusiones narrativas textuales de la voz de Frida, lo que convierten a esta obra durante 70 minutos, en una pieza documental sobre diversos aspectos de su vida.
La historia nos narra que transcurrían los primeros años de la década del 10, para ser mas preciso, el período comprendido entre los años 2010 – 2013, cuando Mariana Russo ya egresada de la Escuela Provincial de Teatro y Títeres de Rosario, se encontraba viviendo en la Ciudad de México.
El transcurso de los acontecimientos nos indica que la conjunción temporo-espacial junto a la búsqueda de un horizonte profesional la llevaron a participar de diversos trabajos para la televisión mexicana. Podemos leer en los renglones de su currículum: “Rosa diamante, la patrona” de la cadena Telemundo (México df), la serie televisiva “Último año” de la cadena MTV Latinoamérica, “La otra cara del alma” de TV Azteca o “Amores verdaderos” y “Cachito de cielo” para Canal de las Estrellas sumadas a las telenovelas “La fuerza del destino” , “La mujer del vendaval” y “Tempestad” en el canal Televisiva.
Sus trabajos en el extranjero también abarcaron participaciones en diversas publicidades y obras de teatro entre las cuales se pueden destacar “El pájaro Tziu” en el teatro independiente “Centro Cultural Helénico” y los unipersonales “¿Comadre se puso a dieta?, “Por los derechos de las mujeres” además de diversos Stand up como “El día que maté a Dolores” y diferentes participaciones en teatro en obras dirigidas al público infantil.
Aquellos años en la tierra del tequila, llevaron a Mariana Russo a un primer encuentro con la vida y obra de Frida Kahlo (1907-1954) en su primera visita a La Casa Azul, aquel recinto ubicado en la Colonia del Carmen de la Alcadía de Coyoacán que supo ser el hogar de la artista mexicana, donde vivió la mayor parte de su vida. El espacio devenido en museo, fue el testigo de los proyectos en común de Frida con el pintor y muralista Diego Rivera (1886-1957).
Transformado en la actualidad en un lugar ícono de la cultura y el turismo mexicano, inspiro a Mariana Russo a realizar su unipersonal Frida, que tendrá el próximo viernes 30 de septiembre su última función de temporada en la sala del Idae (Entre Ríos 840) de la ciudad de Rosario.
“Pies para que los quiero si tengo alas” dijo en vida Frida Kahlo al volar por encima de los prejuicios y ataduras de su época, viajando tras sus sueños y deseos, aquellos que muy bien personifica Mariana Russo durante setenta minutos en los cuales el espectador se encontrará cara a cara con las complejidades de la libertad.
La voz de Mariana Russo
¿Cuándo nace tu deseo de personificar a Frida Kahlo?
La idea de realizar una obra sobre la vida de Frida Kahlo nace desde mi admiración por ella que comienza la primera vez que visito La Casa Azul, hace once años, cuando yo vivía en México. Allí comencé a conectarme realmente con lo que fue su vida. Esa primera visita a la Casa Azul hizo que una vez que entrara allí no me pudiera ir.
¿Qué recordás de esa visita?
Recuerdo que estuve todo el día viendo el documental que pasan en la casa. Lo vi como tres o cuatro veces. En aquél momento podías quedarte todo lo que quisieras, era libre la visita, ahora esta todo mucho mas acotado y es una hora que podes estar y permanecer. Ese fue el primer acercamiento que tuve a Frida y a partir de allí una profunda admiración por su vida.
¿La obra en sí cuando la escribiste?
El año pasado, en el 2021. Me puse a armar un unipersonal y mi idea en un principio era hacer distintos personajes y entonces lo primero que pensé era hacer un monólogo sobre Frida.
Empecé a ver material y demás cosas, me dije que la obra debía centrarse solamente en ella, comenzando una investigación. Recuerdo que leí mucho, miré documentales, entrevistas sobre su vida, información más exacta, más allá de tener un conocimiento acumulado mientras estaba en México.
Me pareció importante destacar un personaje como Frida, que es un personaje rebelde.
¿Qué es lo que más te llama la atención de su vida?
Pensemos que en el momento de su vida, ella estaba en contra e iba al revés de todas las etiquetas. Por ejemplo en la moda, usaba ropas autóctonas, mexicanas, holgadas, cuando lo que se utilizaba y la moda mandaba eran ropas ajustadas. El atreverse a usar las cejas pobladas, un insipiente bigote cuando en ese momento la mujer era muy cuidadosa de esos detalles o el atreverse a decir que le gustaban las mujeres, a declarar su bisexualidad, decir sus ideas políticas.
Me parece que deja un legado cultural muy actual, mas allá de la vida realmente tormentosa que tuvo, aquejada siempre por sus problemas de salud y padecimientos físicos. Su fuerza y empuje, el ir más allá que sus dolores, su cuerpo nunca fue un impedimento para seguir.
Hay que destacar también la valorización que hace de sus raíces, el arraigo a lo mexicano e ideas políticas. La fidelidad a sus ideales, a lo que ella creía. Me parece mucho el legado que ha dejado y el mensaje que se puede transmitir desde el ahora.
¿Qué va a encontrar el espectador en la obra?
Hay en la obra relatos textuales de dichos de Frida, como por ejemplo la narración de ella del accidente, su encuentro con André Breton, León Trotski, su infancia o visión sobre Parios y los Estados Unidos.
Más allá de los relatos textuales, Mariana Russo nos adelanta que en la obra vamos a encontrar numerosas anécdotas de la vida de Frida Kahlo. Nos narró una muy interesante: “se conocía que ella había tenido en la infancia poliomielitis, pero en realidad eso fue un invento de los padres, porque ella lo que padecía era espina bífida (afección que afecta la columna vertebral, es notoria en el nacimiento de las personas) y como la espina bífida es una enfermedad que puede transmitirse a los hijos por medio de un gen hereditario, sus padres lo que veían era que si decían que había tenido poliomielitis la preservaban. Ella nació con espina bífida y de allí viene su problema en la pierna derecha”.
Sinopsis
La obra es un recorrido por la vida de la pintora mexicana Frida Khalo, desde su infancia hasta sus últimos días. Su niñez, el accidente, sus comienzos como artista, la lucha personal por sus ideales, sus viajes por Estados Unidos, París sumado a su relación personal con el pintor Diego Rivera y los encuentros con León Trostky y André Bretón, tienen lugar en la trama de una puesta en escena cargada de alusiones narrativas textuales de la voz de Frida, lo que convierten a esta obra durante 70 minutos, en una pieza documental sobre diversos aspectos de su vida.
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La delegación de “La Invencible”, con 96 preseas, obtuvo el primer puesto en el medallero de la competencia interprovincial disputada en Mar del Plata. El podio lo completaron Córdoba y Río Negro. Los deportistas santafesinos, que compitieron en 36 disciplinas, habían sido elegidos tras participar de todas las etapas de Santa Fe en Movimiento.
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