Cristian Oliva


La recientemente estrenada “Argentina, 1985” pone una vez más a la ciudad de Rosario frente a los ojos de miles de espectadores. El largometraje protagonizado por Ricardo Darín y Peter Lanzani sobre el juicio a las juntas militares, goza de una popularidad no vista desde hace tiempo. Llega tras competir en el Festival de cine de Venecia y hace un puñado de días fue seleccionada para representar a nuestro país en la categoría mejor película extranjera en los premios Oscars.

Su notoriedad responde no solo a la fibra sensible de su temática -que recoge uno de los hechos más relevantes de nuestra joven democracia- sino a su movida de marketing que, si bien la ha llevado a estrenarse en solo algunas salas, ha conseguido posicionarla como uno de los estrenos más relevantes de Amazon Prime Video, plataforma de streaming a la que llegará el próximo 21 de octubre.

La película, dirigida por el realizador Santiago Mitre (“Paulina”, “La cordillera”), está inspirada en la historia real de los fiscales Julio Strassera (Darín) y Luis Moreno Ocampo (Lanzani), quienes en 1985 consiguieron llevar a juicio a la cúpula de la última dictadura militar argentina. Más allá de las cualidades propias del film una asoma por sobre el resto: expone a la ciudad de Rosario como una de las locaciones más importantes a nivel país para que puedan filmarse este y otros tipos de productos audiovisuales.

“Argentina, 1985” tuvo un rodaje cercano a las once semanas de duración y aunque se dio la mayor parte en Capital Federal, durante dos días tuvo lugar en la ciudad santafesina. Algunas de esas escenas se filmaron en inmediaciones cercanas al Monumento Nacional a la Bandera y otras en el edificio de la ex Aduana que sirvió para ambientar el juicio contra las Juntas.

“Un crimen argentino” es otra de las producciones importantes filmadas en Rosario. Estrenada a fines de agosto, la película adapto la novela del mismo nombre escrita por el periodista Reynaldo Sietecase. El film policial recoge un hecho verídico ocurrido en la ciudad teniendo curiosamente como marco también a la dictadura cívico militar. Dirigida por Lucas Combina, está protagonizada por Darío Grandinetti, Nicolás Francella, Malena Sánchez, Matías Mayer, Luis Luque y Rita Córtese. Los créditos rosarinos son Luis Rubio, Roberto Negro Moyano, Héctor Nene Molina y Juan Nemirovsky, entre otros.

Esta puesta en valor de la ciudad de Rosario como locación indispensable para el cine nacional lejos esta de ser una mera casualidad. Responde al programa “Rosario Filma”, formalizado a través un decreto firmado por el intendente Pablo Javkin a comienzos de año.

Se trata, ante todo, de un programa integral de acompañamiento y promoción de la ciudad para la realización de producciones de cine, televisión, video y publicidad. Tiene como objetivo principal el de generar mecanismos ágiles y eficientes que permitan aprovechar la estructura urbana y los escenarios naturales que ofrece Rosario.

Siguiendo esta línea desde el programa también se apunta a establecer articulaciones entre el sector público y privado a fin de elaborar estándares de profesionalismo en materia de servicios destinados a la producción audiovisual, generar una estructura unificada para la gestión de trámites correspondientes y brindar información que permita instrumentar la actividad.

De hecho desde su nacimiento “Rosario Filma” permitió la llegada mucho menos compleja a espacios y locaciones municipales, los cuales se facilitaron de forma totalmente gratuita. El programa sin dudas mejoró la logística tendiente a la obtención de permisos de filmación, cortes de calles y diversas demandas surgidas durante los rodajes.

Es preciso remarcar que la concreción de estas producciones trajo consigo la convocatoria y contratación de muchos rosarinos, algunos de ellos oficiando como extras y otros facilitando vehículos destinados a ambientar y dar cuenta de la época. La industria audiovisual es una actividad que genera puestos de trabajo y aporta a las economías locales, en virtud de las diversas actividades y consumos que se deriven de la misma. “Nunca hay que olvidar que estas realizaciones significan una fuente laboral para técnicas, técnicos, actrices, actores, músicas y músicos de nuestra ciudad, al igual que para las empresas y servicios como alquiler de equipos, movilidad, alojamiento, gastronomía, insumos para vestuario, maquillaje y peluquería, entre otros”, destacan desde la coordinación de Rosario Filma.

Y más allá de los beneficios económicos y la creación de nuevos puestos de trabajo, “los rodajes también impactan en el sector turístico y en los valores culturales, artísticos y de las y los profesionales de la ciudad. Desde el programa se busca consolidar localmente la producción audiovisual en una industria sostenible y cada vez más amplia y diversificada”.

Para la creación del programa se tomó como modelo la red mundial de films comissions, entidades que tienen como fin apoyar, incentivar y promover la realización de producciones audiovisuales de cualquier formato de manera local así como también proveer de toda la información y mecanismos de gestión a sus participantes.

“Rosario Filma” implica además la constitución del Comité Audiovisual de Rosario para el diseño, planificación y monitoreo de políticas públicas vinculadas al sector audiovisual de la ciudad, integrado por asociaciones y cámaras del sector audiovisual que tengan personería jurídica y que pertenezcan a la región.

Asimismo se compromete a establecer la creación del Registro de Agentes del Sector Audiovisual de Rosario a fin de facilitar las gestiones al momento de realizar una producción audiovisual en la ciudad, en el que deberán estar inscriptos todos quienes quieran realizar una producción en espacios públicos de la ciudad.

Volviendo a las producciones propiamente dichas el apoyo de “Rosario Filma” se extiende a otras seis, todas ellas ganadoras del premio Renacer Audiovisual del Ministerio de Cultura de la Nación: la serie “El insomne” de Mauricio Minotti; el unitario “¿Dónde está Nora Lagos?”, de Judith Battaglia; la miniserie “El caso Natalia Fraticelli”, de Federico Rathge; la miniserie “Vamos viendo (ex amiga date cuenta)”, del trío Lisa Caligaris, Jes Aran y Francisco Matiozzi Molinas; la miniserie “La triple fuga”, de Hugo Grosso y finalmente la serie “Maternidark”, de Romina Tamburello.