Las instituciones de la ciudad de Coronda, departamento San Jerónimo, están siendo foco de hechos de vandalismo y robo en este 2022. Es que escuelas, clubes, la Iglesia, los elementos públicos han sido objeto de distintos ilícitos y malas intenciones durante esta temporada.

El fin de semana navideño lejos estuvo de apaciguar esta pésima costumbre: en la madrugada previa a la Nochebuena, desconocidos no tuvieron mejor idea que tirar al río el mangrullo donde se suben los guardavidas para custodiar el orden y la integridad de los visitantes en el Balneario Carancho Triste. Además, del baño de este predio intentaron llevarse un inodoro, sin éxito.

Como si fuera poco, ya en Navidad, entraron a robar y a hacer daño en el Tiro Federal, institución ubicada en la Ruta 11 a dos cuadras de la entrada principal, en la esquina de Coronel Rodríguez.

Según publicaron desde la entidad "una vez más y como a muchas instituciones de la ciudad nos toca sufrir el vandalismo, el día 25 de diciembre entraron a nuestra institución y sufrimos destrozos y robos de herramientas y elementos de la actividad, como así daños en paredes y puertas" y agregaron que "como a todos nos cuesta muchísimo mantener el lugar, no vamos a bajar los brazos y seguiremos como siempre poniendo el hombro por nuestro club".

Se supo que pintaron paredes con un aerosol, rompieron focos y tulipas, además dañaron una puerta de madera de un depósito y accedieron a una de las llaves del establecimiento para abrir la puerta del patio y se llevaron dos candados de dos depósitos con sus respectivas llaves.

Más hechos
Como si esto fuera poco y en lo que desde la policía de la Unidad Regional XV se calificó como “la falta total de códigos”, el 20 de diciembre hicieron una pintada injuriosa en la pared del templo parroquial pero al mismo tiempo robaron el parlante con el cual se sonorizan las misas y hace unas horas descubrieron en la Parroquia la faltante de sillas plásticas.

El 13 de diciembre robaron la campana de bronce de la Escuela Primaria Mariano Moreno, de Desvío Arijón, y un comerciante la compró en Coronda al enterarse que la estaban buscando y pudo restituirla a la institución.

El 1° de diciembre el atraco lo sufrió el Club de fútbol La Pepita, que brinda la posibilidad de juego en primera y segunda división entre los mayores y de la tercera a la séptima en inferiores de Liga Galvense. De aquí robaron inodoros, piletas y mochilas de los dos baños de los vestuarios del predio del club.

El 7 de octubre había sido vandalizado el busto que este año con motivo de los 40 años de Malvinas, se había inaugurado en honor al Capitán Post Mortem Rubén Eduardo Márquez. Rompieron parte de los detalles delanteros de la estatua.

A fines de agosto, el día 22 y también antes en enero, el Club Corondá Rugby, ubicado en zona urbana pero alejada del centro, soportó destrozos en uno de los depósitos y el robo de tres reflectores, una columna de aluminio de 6 metros, y 50 metros de cables rojos, entre otros objetos. En enero les llevaron elementos deportivos de todo tipo.

En el espacio público
El 23 de junio fue el turno de los asadores y bancos de piedra del Carancho Triste, sobre la costa, ya que unos 5 fueron destruidos y sus partes desparramadas por el predio.

También preocupan los robos continuos en el Barrio Los Paraísos, donde hay varias casas de fin de semana. Incluso ha habido roturas en el camping de ese sector en el norte corondino, a la altura del Km. 427.

No hay una logística organizada para hacer estos ataques porque en cuanto a los hechos esclarecidos, no existieron conexión ni sus autores, ni sus modos de operación como para pensar en una asociación ilícita. “Es la falta de códigos entre otras cosas, antes no cabía pensar en que alguien iba a atacar una escuela, un templo religioso, un bien en el espacio público o un club donde se les hace siempre un bien a los demás y no son lugares de lucro, sin embargo, ahora pasa y demasiado seguido y en todos estos lugares, no en uno solo de manera aislada” aseguró una alta fuente de seguridad de la ciudad.

Finalmente, cabe acotar que ante esta situación, la semana pasada el intendente Ricardo Ramírez y su secretaria de hacienda, CPN Rocío Zanón, viajaron a Santa Fe para firmar un convenio por la cesión de unos 2.000.000 de pesos para la compra de video cámaras de vigilancia para intentar tener más lugares alejados del centro, lo mejor cubiertos que se pueda.