La pretemporada en Chile le vino como anillo al dedo a Central. No solo para probar fuerzas contra equipos de otra valía, sino para salir del aire viciado de Rosario y cambiar el chip del 2022.
Después de la presentación del sábado ante Universidad de Chile, Miguel Ángel Russo piensa en la rotación para el duelo de mañana frente a Coquimbo Unido en el Coloso del Llano y los últimos en llegar (Facundo Mallo y Octavio Bianchi) podrían tener su estreno.

Después de una temporada para el olvido y de las elecciones presidenciales más polémicas de la historia reciente, el “nuevo” Central presidido por Gonzalo Belloso y dirigido por Russo, cruzó la cordillera para empezar a delinear lo que espera sea un 2023 con muchas alegrías.

Tanto el máximo dirigente como el experimentado entrenador son personas de personalidad fuerte y de acciones sin medias tintas. Así, de a poco, los canallas se van a acomodando y se ilusionan con volver a competir por cosas importantes.

Se sabía que el armado del plantel era prioritario. La postergación de los comicios, la salida de Carlos Tevez y la finalización de más de una docena de contratos, obligaron a Bellos y al departamento de fútbol a trabajar las 24 horas para darle soluciones al entrenador.

Una de las primeras decisiones era que los refuerzos tendrían que estar antes de este viaje a Chile y así fue como Carlos Quintana, Agustín Toledo, Mallo y Bianchi están trabajando con sus nuevos compañeros en tierras trasandinas.

Esto no quiere decir que con el correr de la semana se pueda sumar algún otro nombre de los que están en carpeta, pero por el momento Russo está conforme con el plantel que se está armando.
El DT considera que cuenta con una base de jugadores de experiencia como los arqueros Gaspar Servio y Jorge Broun, la presencia de Quintana para hacer dupla con Juan Cruz Komar le da solvencia defensiva y la recuperación de Walter Montoya le aporta fútbol en la mitad de la cancha.

A estos nombres habrá que sumarle la buena pegada de Ignacio Malcorra, quien llevará la “10” en este 2023, la polivalencia del uruguayo Jonathan Candia, también dejando atrás los problemas físicos que lo mantuvieron alejado de las canchas en el cierre del año pasado y la posibilidad de contar con jugadores como Francesco Lo Celso y Luca Martínez Dupuy, quienes, pese a su juventud, le pueden dar al equipo un salto de calidad muy importante de mitad de cancha hacia adelante.

Russo tendrá, además, casi por primera vez en su carrera, mayoría de juveniles a los que intentará potenciar para que aporten soluciones a la hora de ser llamados.

Así, Kevin Silva y Tomás O’ Connor podrían tener más minutos en el plantel superior, mientras que Kevin Ortiz, Fernando Rodríguez y Juan Cruz Cerrudo, intentarán confirmar sus buenas apariciones de la temporada pasada.

Es cierto que Russo siempre fue un entrenador más propenso a trabajar con planteles experimentados que con juveniles, pero cada vez que les dio la oportunidad a jóvenes promesas no se equivocó.

En Arroyito, ni más ni menos, terminó por hacer explotar a la dupla César Delgado-Luciano Figueroa, quienes allá por 2003 se convirtieron en una pesadilla para cualquier defensa rival.
Luego de esa campaña, ambos fueron transferidos al exterior e iniciaron una larga y exitosa carrera en grandes equipos.

Antes de retornar al Canalla, Russo hizo un gran trabajo con los pibes de Boca en su última etapa en la temporada 2020-21, dándole rodaje a jugadores que luego no dejaron más la primera división como Alan Varela, Equi Fernández, Agustín Sandez, Cristian Medina o Exequiel Zeballos.
Precisamente, después de dos buenas temporadas, Varela es seguido de cerca por Newcastle de Inglaterra que estaría dispuesto a pagar la cláusula de 20 millones de dólares.

Central buscará aprovechar este caudal de jugadores jóvenes con la mixtura de un grupo de experimentados que quieren revancha después de lo acontecido la temporada anterior. La espalda del DT se presta para generar cosas importantes, aunque el contexto todavía no sea el ideal en materia institucional.