Tras un partido caliente, que tuvo peleas, expulsados y se jugó como una verdadera final, Palermo, de Paraná, quedó bien parado en la zona 2 de la Supercopa Entre Ríos con su victoria por 3 a 2 sobre Camioneros. Cuando aún resta una fecha para el final de la primera fase, con nueve puntos, el Carcelero quedó tercero en el grupo, ya que Camioneros –de idéntico puntaje– posee mejor diferencia de gol, pero tendrá la posibilidad de cerrar de local ante San Martín de Diamante, que perdió en todas sus presentaciones.

Además, teniendo en cuenta que clasifican los tres mejores terceros entre los 15 grupos, el Sangre y Luto está bien posicionado con respecto a las otras zonas, por lo que depende de sí mismo para acceder a la segunda instancia del campeonato.

“Estamos tranquilos porque sabemos que dependemos de nosotros, siempre sin subestimar a nadie y sabiendo que será muy difícil”, aseguró el DT José Gómez. “Arrancamos el torneo con el pie izquierdo, ya que tuvimos un gran partido en Valle María y en la única llegada de ellos, nos hicimos un gol en contra. Contra Camioneros, en cancha de Paraná, lo perdimos porque entramos en el juego de ellos, que es el de la provocación. Saben que se nos sale fácil la cadena y jugaron con eso. Para el último partido, lo preparé desde lo mental más que nada, sabiendo que no debíamos caer en esa trampa. Nos gusta superar a nuestros rivales con fútbol, táctica y estratégicamente, pero no con el antifútbol de provocar. Tengo en mi plantel dos o tres jugadores que, cuando los buscan, lamentablemente reaccionan”, señaló Gómez.

Luego, añadió: “pero sacamos el orgullo que tiene Palermo, le metimos para adelante y dimos vuelta el resultado antes de que termine el primer tiempo. En el segundo tiempo pegamos de entrada y marcamos el tercer gol. El partido se empezó a picar, faltando unos 15 minutos nos meten el 3 a 2 y tratamos de bajarle el ritmo. Nuestro arquero retuvo la pelota y lo metieron a las trompadas en el arco. Hubo un tumulto terrible y el árbitro echó dos jugadores por equipo, o sea que quedamos ocho contra nueve. Además, se lesionó Andrés Martínez, nuestro lateral izquierdo, que tuvo que quedarse igual en la cancha, ya sea parado en el área, porque si nos quedábamos con siete iban a tener muchos espacios. Pese a esa nueva dificultad, con un par de cambios que hicimos, tuvimos chances para liquidar la historia, pero debimos sufrir hasta el final para festejar”.


A PULMÓN


Al ser consultado sobre ese orgullo al que hizo mención, explicó que “la mayoría de nuestros jugadores son de las inferiores, provenientes del barrio o zonas cercanas, por lo que casi todos son hinchas. Entonces tienen ese plus que muchas veces se necesita en una situación adversa, y sale producto del amor propio. Nosotros, jugadores y cuerpo técnico, nos pagamos la inscripción, conseguimos los sponsors, las camisetas, las pelotas y hasta el botiquín. Lamentablemente el club no puede ayudarnos, por lo que para nosotros es todo cuesta arriba y por eso nos esforzamos el doble adentro de la cancha”.

Sobre el partido que se les avecina, el domingo 22 de enero a las 17.45, el entrenador aseguró que pese a medirse con el peor equipo de la zona, “no podemos confiarnos. Recientemente nos han pasado casos de perder contra los equipos que marchaban últimos. Tenemos bajas importantes, sobre todo en la defensa, pero confiamos en nuestros jugadores que estarán a la altura de la circunstancia”.