El caso, que causó sorpresa y preocupación en la localidad del oeste santafesino, y tuvo amplia repercusión a nivel nacional, se conoció sobre el cierre de la semana anterior, cuando las autoridades sanitarias informaron que toda una familia estaba alojada en el hospital Jaime Ferré con patologías pulmonares de distinta consideración como consecuencia de esta enfermedad que ingresa al organismo por las vías respiratorias.
El grupo afectado reside en barrio Barranquitas, un populoso sector del norte de la ciudad y rápidamente se pusieron en marcha medidas preventivas para detectar otros contagios y evitar la propagación.
De acuerdo a trascendidos, todo se habría iniciado cuando uno de los integrantes de la familia afectada encontró al loro en un lugar cercano a la vivienda y decidió llevarlo para adoptarlo como mascota. Poco después el animalito enfermó y tras su deceso comenzaron los contagios de esta enfermedad que puede ser mortal si las personas que la contraen presentan comorbilidades.
Luego que la noticia tomó estado público se generó una profunda sensación de inquietud en la población, no solo por lo inusual del caso sino también por la notoria superpoblación y concentración de este tipo de aves que existe en determinadas zonas del casco urbano rafaelino.
La información conocida en las últimas horas da cuenta que una de las personas internadas ya tuvo el alta médica y se retiró del efector público de salud. Otro de los integrantes se encuentra en sala general de clínica médica, con buena evolución y podría dejar el Hospital a la brevedad. En tanto, las otras dos personas aún permanecen en la Unidad de Terapia Intensiva, con asistencia respiratoria mecánica y pronóstico reservado.
El loro causante de los contagios falleció a mitad de la semana anterior, precisamente, por Psitacosis, enfermedad que padecen las aves y puede ser contagiada a las personas a través de excrementos secos, secreciones respiratorias, polvo, plumas y/o secreciones oculares. Al secarse permanecen en el aire y son aspiradas por las personas y, de esta manera, se infectan.
Los síntomas que produce la enfermedad son fiebre, decaimiento, fatiga y cansancio. Estos padecimientos pueden progresar a cuadros de neumonía grave con complicaciones hepáticas y renales.