Betina Zubeldía, presidenta de la Asociación Civil Madres Territoriales contra las Adicciones, no solo es una mujer trabajadora sino también una activista contra el consumo problemático de sustancias.
A sus 57 años, además de atender un kiosco de revistas, se metió de lleno en la lucha contra las adicciones. Su labor diaria consiste en afrontar la situación de decenas de familias que enfrentan el drama de estar asediados por el consumo de droga.
Tras enfrentar una situación compleja de consumo con su hija, Betina nunca baja los brazos y se enfrenta cotidianamente con los obstáculos que implica combatir contra esta enfermedad que no para de crecer en Rosario y alrededores.
Incansable luchadora, se une con la Asociación a diversas ONGs como “Ni Un Pibe Menos Por La Droga” para pelear contra uno de los problemas que más aqueja a la sociedad rosarina en los últimos tiempos y que en palabras de ella “nadie detecta”, porque “el problema de la venta de sustancias es que hay pibes y pibas que consumen y nadie los ayuda”.
Diariamente Betina atiende llamados de familiares con chicos en situaciones problemáticas. "Nos llama muchísima gente para saber qué hacer en casos de crisis. Y nosotras siempre les decimos que llamen al 911 y al Sies. Al 911, porque la persona debe ser trasladada para evitar que se haga daño y les haga daño a otros, y al Sies, porque tienen que velar por su integridad física y su salud”.
Según confió a Mirador Provincial su trabajo consiste en “poder guiar y acompañar a las familias que se ven atravesadas por una situación de consumo problemático”. Actualmente estamos operando en “distintos espacios tanto en la ciudad como en Pérez en Cabín 9”.
En tiempos donde el narcotráfico pareciera apoderarse de los distintos barrios de Rosario, Zubeldía, junto con sus compañeras y compañeros, tratan de “articular diversas acciones con el Estado para enfrentar este flagelo que, a veces, pareciera pasar desapercibido por las autoridades”.
La incansable trabajadora que lucha contra las adicciones explicó que desde la Asociación tratan de “incluir a personas para poder ayudarlas y que, a su vez, luego puedan ayudar a otras personas y armar una cadena de apoyo y sostén”.
El trabajo de Zubeldía no es remunerado ni mucho menos. Se trata de una tarea que pareciera invisible, pero que tiene un rol fundamental en la sociedad para dar batalla contra el abuso de sustancias que aqueja a tantas familias que no saben cómo lidiar con la problemática.
“En este día tan especial me gustaría mandarles un abrazo a todas las mujeres trabajadores que todos los días luchan y ponen absolutamente todo para ayudar a sus hijas e hijos y los de los demás con decisión, valor y coraje para intentar cambiar esta realidad”.