Durante la tarde de esta jornada histórica, y como cada 8 de marzo, las mujeres y disidencias marcharon por Paraná, al igual que el resto del país y el mundo. En la capital provincial, la convocatoria comenzó a las 18, en la Plaza 1° de Mayo, y desde allí, más de 15 mil de personas recorrieron las calles con carteles y pancartas que exigían la “emergencia de género nacional” y “ni una menos” entre los cientos de pedidos.
Alrededor de las 19.30, se realizó un acto con la correspondiente lectura del documento redactado por la Asamblea de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries de Paraná en Plaza Mansilla, frente a la Casa de Gobierno. Luego, se desarrolló una peña cultural donde se presentaron diversas artistas y las mujeres y disidencias pudieron protagonizar una jornada de lucha y encuentro.
Al reclamo histórico de las mujeres en todo el mundo, se suman las alarmantes cifras de femicidios y los duelos por las recientes víctimas de la violencia machista en nuestra provincia con el pedido de justicia.
Según el informe difundido por la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (Mumala), en 2022 se cometieron 233 femicidios y hubo otros 425 intentos en el país, el cual destaca que 194 casos fueron directos, 9 vinculados de niñas/mujeres, 21 vinculados de niños/varones y 9 trans/travesticidios.
En este contexto de violencia de género se hace imperioso salir a las calles para visibilizar y posibilitar el encuentro, tejer redes y, sobre todo, reclamar los derechos de las mujeres y disidencias, siendo el más importante el derecho a vivir dignamente.
Entre los principales reclamos del documento se destacó que el eje de este séptimo paro nacional de mujeres es el pedido por trabajo digno bajo el lema “Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”. Además, se exigió justicia para los femicidios y las violencias. Se pidió la ley nacional de emergencia por violencia de genero con presupuesto real para tratar esta problemática que deja como saldo una mujer o disidencia muerta cada 26 horas. Otro de los reclamos fue la implementación real de la Educación Sexual Integral no binaria en las escuelas.
La gran concentración de mujeres y disidencias continuó hasta las 21 en Plaza Mansilla con números musicales y artísticos, dando testimonio de que la lucha feminista es a través del arte, la cultura y la movilización social.