“A los 16 años me fui a probar a Independiente, pero recién a los 17 llegué para quedarme. Al principio me costó porque fue duro alejarse de la familia, de mis padres y mis hermanos. Pero de a poco, con su apoyo y acompañamiento pude vencer esa barrera y empezar a disfrutar de ese hermoso momento”, contó en el arranque de la nota Guillermo Daniel “Luli” Ríos mientras espera poder comenzar con el entrenamiento de los viernes con el equipo de Primera División del club Juventud Urdinarrain, hoy compitiendo en Supercopa de Entre Ríos.

Su carrera futbolística comenzó en La Vencedora de Gualeguaychú, cuando a los 12 años debutó en la Primera División y ya mostraba condiciones en la mitad de cancha. Igualmente pudo adaptarse a cada puesto en los que le pedían que jugara.
Al llegar a Independiente de Avellaneda, comenzó en las inferiores, y esa adaptación que supo aprender desde chico lo ayudó a sobrellevar cada paso hasta alcanzar su debut en la máxima categoría.

Fue en el año 1984, con un equipo de grandes figuras, cuando hizo su debut.

Fiel al rojo, jugó 15 temporadas (379 partidos oficiales) logrando varios títulos como la Copa Libertadores de 1984, el campeonato de 1988/89, el Torneo Clausura de 1994 y la Supercopa de ese mismo año, la Sudamericana en 1995 y también la Supercopa Libertadores, convertir 3 goles y ser uno de los jugadores con más partidos jugados en el club.

“Empecé con Jorge Burruchaga, Ricardo Bochini, Claudio Marangoni, Enzo Trossero y Hugo Villaverde, pero también me di el gusto de poder jugar con Miguel Ludueña, Rubén Insúa, Pedro Monzón, Rogelio Delgado, Carlos Alfaro Moreno. Y como corolario de la carrera compartir partidos con Daniel Garnero y Albeiro Usuriaga. Una época gloriosa del fútbol, porque había muy buenos defensores, un mediocampo más definido y delanteros de categoría. Yo vengo de esa escuela y trato de que los equipos que dirijo jueguen parecido a lo que nosotros jugábamos”, recordó Luli mientras sonreía y agregaba: “Allá por el año 96, a poco de retirarme, recuerdo que José Tiburcio Serrizuela me entusiasmó para que arranquemos el curso de técnico, que terminé en el 97. Yo sabía que iba a tener menos posibilidades de jugar en esa época, y cuando quedé libre empecé a volver más seguido a Gualeguaychú”.

De jugador a técnico

Poco tiempo después, y durante 7 años, se convertiría en el técnico del rojo en casi todas las categorías, incluso llegó a estar en tres interinatos de la primera, y dirigió el equipo femenino del club. Mientras la charla avanza da a entender que aún le quedan asignaturas pendientes, por eso al preguntarle sin dudar dijo: “En un futuro me gustaría dirigir a Independiente”.

Foto del recuerdo. El 28 de agosto de 1994 Independiente golea a Huracán 4 a 0 y se consagra campeón Clausura. El Rojo en la foto: Islas, Rotchen, Ríos, Pérez, Serrizuela, Craviotto. Abajo: López, Cagna, Usuriaga, Garnero, Rambert. 

Esposo, padre de cuatro hijos, abuelo de tres nietos, el segundo hermano de cuatro, hincha de La Vencedora, de Independiente y de la Selección Argentina contó que esperó con mucha ansiedad la llegada del Mundial en Qatar, porque tenía confianza en el equipo.

“Lo viví como un hincha, pero también con análisis y un poco de tranquilidad. Siempre quiero que le vaya bien a mi Selección, soy hincha fanático de Argentina -aseguró con orgullo-, y sabía que en esta se nos tenía que dar”.
Hombre sencillo y muy agradecido al deporte, valora la familia construida y compañeros y amistades del fútbol con los que todavía tiene contacto a través de las redes o grupos de whatsapp.

El presente

Actualmente es el DT del Club Juventud Urdinarrain, con el que viene trabajando muy duro consiguiendo hacer una buena campaña en el torneo local, logrando llegar a semifinales. También cosechó una clasificación invicta en la Supercopa de Entre Ríos, y con las nuevas incorporaciones espera seguir a paso firme.

Claro que también, antes de su llegada a Urdinarrain, trabajó como DT en Central Larroque, varios años en La Vencedora, donde dirigió infantiles y Primera División.

Después tuvo un paso por Colombia, hasta que junto con Diego Cagna, trabajaron en Instituto de Córdoba y Atlético Tucumán.
“Soy un agradecido al fútbol, por todas las oportunidades que me dio, que me está dando y que espero que me dé, ya que sueño con la posibilidad de ser técnico de Independiente. Ojalá sea en la Primera y si no será en la que me toque. Y deseo poder cerrar mi carrera dirigiendo a La Vencedora, equipo del que soy hincha y también debo mucho”, expresó Ríos, mientras se dirigía para iniciar los entrenamientos del viernes.