En el primer trimestre del año la industria automotriz rosarina mantiene una mirada positiva respecto a los volúmenes de venta y a las expectativas. Es que las cifras son similares a las del año pasado y si bien no son las ventas que supieron tener previo a la pandemia, siguen manteniendo un buen rendimiento.
Sin embargo, aseguran que el dolor de cabeza para por la entrega de divisas para poder destrabar las importaciones de los vehículos extranjeros que las terminales buscan ingresar al país. Es por eso que entienden que las unidades nacionales tendrán mayor demanda que las importadas.
El 2023 se perfila como un año que podría ser similar al 2022 en cuanto a volumen de venta, pero con la alta incertidumbre de cómo impactará la extrema sequía que padece el campo y el clima electoral que siempre es un factor a tener en cuenta para conocer cuáles podrían llegar a ser las nuevas reglas de juego del mercado.
Para Armin Reutemann, que comercializa la marca Volkswagen en la ciudad, el mercado en este primer trimestre “sigue igual que el año pasado”. Si es cierto que hay “un poco de mayor incertidumbre en el sentido de que los concesionarios no sabemos hasta el momento mismo qué unidades nos van a entregar, porque las terminales no saben qué cantidad de autorizaciones en las importaciones les va dar el gobierno”, indicó a Mirador Provincial.
Cada automotriz le pide a Nación tanto dinero para liberar X cantidad de autos y luego el gobierno habilita las divisas para pagar, de modo de que se liberen las importaciones de los coches que están por ingresar a la Aduana. “Lo que no se sabe hasta el 22, 23 de cada mes es cuánto nos van a dar. No se sabe si se van a importar dos mil, tres mil, cuatro mil unidades, y así venimos”, se lamentó Reutemann.
En cuanto a las ventas y la demanda, el referente del sector contó que ambas “siguen sostenidas”, porque “la demanda es superior a la oferta”. “Después cada marca tiene su posicionamiento, porque, hoy en día, lo que es más seguro es tener autos nacionales como el más vendido que es el Fiat Cronos”.
En el sector detectan que algunos salen más beneficiados y otros más perjudicados. “Lo nacional está con más estabilidad, pese a que se construyen con piezas importadas y necesitan de estas licencias de importación, es más sencillo que traer el auto completo”, especificó Reutemann.
El impuesto a los autos de lujo no sigue el proceso inflacionario como lo debería seguir y cada vez afecta a más vehículos “y toca a muchos autos”, pero en definitiva “las personas siguen comprando el auto”. Es actualmente “no es un lujo, sino una necesidad, salvo alguna segmente de alta gama”.
Armin Reutemann expresó que “en su gran mayoría las personas tienen los ahorros dolarizados y esto se nota siempre cuando salta el dólar porque las personas salen a comprar el auto”.
En conclusión, para el empresario este año “podría ser similar al 2022, 2021”. Recordemos que se patentaron 420 mil autos, “que no es malo”. “El mercado medio argentino debería estar en 650 mil autos por año, entonces no es tan bajo considerando las situaciones que estamos pasando en el país”.
Para el gerente de ventas de la concesionaria Giorgi, que comercializa vehículos Ford, “los números (este trimestre) arrancaron similares a los del año pasado”. “Nos vemos que haya un boom de patentamientos, porque las fabricas tampoco pueden abastecer tanta cantidad dad las nuevas condiciones para importar”.
Es por eso que “suponemos que los que tenga productos de fabricación nacional van a vender más que los que esperan para importar”. Este trimestre “vemos que nos faltan unidades para abastecer a los clientes que nos compran autos importados; todos estamos un poco acotados en los modelos, pero tenemos un plan para llegar a buen puerto”, ageuró.
La inflación, por su parte, “nos beneficia”, dice Buzzoni, “porque si ofrecemos coches a tasas negativas, el auto sigue siendo un refugio de valor”. “Un negocio lo define un crédito y la disponibilidad, no tanto el modelo. Si hay financiación a tasa subsidiada, que es un descuento encubierto que tiene el auto, siempre se aprovecha”.
Las expectativas para el 2023 son similares a las que tiene otros empresarios del mismo rubro. “Hay que ver cómo sigue pegando la sequía extrema y políticamente ver que puede pasar con los dólares. Por eso hacemos análisis a corto plazo. No podemos proyectar más allá de un corto y mediano plazo. No es un momento brillante ni pésimo para el concesionario. Por ahora no hay plan de ajuste”, cerró.