Una modalidad delictiva que crece en la ciudad de Rosario es la de disfrazarse de repartidor de una aplicación para realizar arrebatos y robos a mano armada. Con el casco puesto y las mochilas características de las apps en la parte trasera de las motos, se vuelve prácticamente imposible detectarlos.

El ruido de una moto que viene a toda velocidad por la calle es motivo más que suficiente para que muchos vecinos y vecinas se asusten, pero se tranquilizaban al ver que se trataba de un delivery. Ahora, con esta nueva forma de robar, las motos son los principales vehículos que generan temor.

La inseguridad también se incrementó para quienes trabajan de repartidores en las distintas aplicaciones. Desde robo de mochilas características de las firmas hasta las propias motocicletas. Ellos también reclaman por mayor seguridad para poder trabajar más tranquilos.

Leo, un repartidor de Pedidos Ya, contó a Mirador Provincial que “hay zonas y horarios” en los que elige “no trabajar” para evitar que le “roben”. Es que él ya sufrió dos robos a mano armada en los que le quitaron su moto.

“Siempre es la misma forma: esperan a que entregue el pedido y cuando estoy por arrancar, me arrinconan con un arma y me roban la moto con la mochila y demás pertenencias. Al principio pensé que fue mala suerte, pero después de la segunda, ya decidí trabajar solo de día”, contó.

Tratamiento en el Concejo

Ante los reiterados hechos, que vienen en aumento, en el Concejo local se cocina un proyecto que busca dar respuestas al pedido de la Asociación Civil Repartidores Independientes de Rosario. La idea es crear el programa “Motos Seguras” y un registro especial de repartidores titulares de moto-vehículos que manifiesten voluntad de adherirse al mismo. La iniciativa intenta dar respuestas a las demandas de los cadetes.

Otra de las intenciones que impulsan los propios cadetes es que se pueda dotar a las motos con GPS y que, a su vez, estén integrados a un registro municipal. Esto permitiría realizar un rastreo satelital a las motos deliverys tratando de evitar que las motocicletas robadas se utilicen para cometer delitos.

Si bien en el Palacio Vasallo hay varias iniciativas similares que están en danza, este proyecto del concejal peronista, Lisandro Cavatorta, se basa en el dato estadístico de que “más del 75% de los robos que se registran en Rosario se hacen con motocicletas”, según aseguró el edil.

“Necesitamos seguir a esa moto que se roba o va un aguantadero o va un desarmadero, rastrearla satelitalmente como cualquier rastreo satelital con el 911 y con las fuerzas de seguridad. Y después, se está viendo y ocurrió tres veces durante este año 2023, que roban la moto y la caja de reparto, también se camuflan para cometer delitos disfrazados de delivery”, describió el concejal.

A su vez, además del GPS, se busca que los repartidores al estar inscriptos en un registro municipal, cada uno de ellos pueda contar con un QR y mostrarlo al ser frenados en algún operativo. Se trataría de una suerte de identificación oficial, lo que facilitaría poder distinguirlos.

Cabe recordar que en la Legislatura provincial hay un proyecto de ley con media sanción para gravar ingresos brutos a las empresas de deliverys y, de esta manera, poder costear este servicio.

En la misma línea, en el Concejo rosarino, hay un proyecto de la edila socialista, Verónica Irizar, que obliga a estas firmas a habilitarse y pagar el Derecho de Registro de Inspección (Drei), que “actualmente no lo están haciendo”, porque “una cosa es como ciudad monitorear a los servicios públicos, pero acá hay empresas multinacionales que deben asumir la situación”, argumentó en su momento la edila.