La inclusión del arroz en la lista de economías regionales con acceso al tipo de cambio diferencial, conocido como "dólar agro", es una buena noticia para los productores primarios pero sería un dolor de cabeza para los consumidores argentinos, que indefectiblemente tendrán que pagar precios con aumento en la góndola.
Este viernes 21 de abril el gobierno nacional, mediante la resolución 147/2023 publicada en el Boletín Oficial, concretó lo que hasta el momento era sólo un anuncio para el arroz y lo incluyó en la lista de los productos que van a poder un tipo de cambio a $ 300 por dólar.
Para Pablo Bode, productor e industrial molinero en San Javier, "en principio es una medida muy buena, porque se da cuando se termina la cosecha a nivel nacional y podría llegar al pequeño y mediano productor".
Sin embargo, también consideró que esta "devaluación selectiva del 40/42%, obviamente se trasladaría a precio de mercado interno del arroz", por más que el gobierno pretenda evitarlo. Esto ocurriría porque una vez que los molinos exportadores -por más pocos que sean- empiecen a pagar la materia prima al precio diferencial, quienes no vendan al exterior también tendrán que hacerlo si quieren conseguir mercadería.
El empresario indicó que el arroz cáscara se estaba pagando al productor entre $ 55 y $ 60 el kilo y "hoy se habla de $ 80 o $ 100", por lo que se trata de un aumento significativo, muy útil para el agricultor pero un incremento de costo considerable para los molinos no exportadores, como es su caso.
"Ahora, con el cobro de toda la mercadería que estuvimos vendiendo en los últimos dos o tres meses, nos damos vuelta con ese dinero y compramos la mitad de producto; a nosotros nos genera una pérdida de capital de trabajo bastante importante", explicó.
A esto se suma la dificultad de no conseguir materia prima, a causa de la parálisis que generó en el mercado la expectativa del dólar agro. "Hoy no podemos salir a comprar -afirmó- porque nadie vende, entonces hasta tenemos listas de precios retiradas, no podemos vender nuestra producción porque no tenemos precio de referencia".
Según Bode, en góndola la suba sería proporcionalmente mayor porque "para hacer 1kg de arroz elaborado se precisa 1.6kg de arroz cáscara". Además, este año se esperan menos existencias del cereal a raíz del derrumbe de la producción en Corrientes, una de las principales provincias arroceras, a causa de la sequía. "La cosecha este año es la menor desde 2000/01", afirmó, y eso también impulsaría los precios en el mercado interno.
También explicó que "Precios Justos no alcanza a cubrir toda la cuota de consumo doméstico", actualmente en 10kg/año/per cápita de arroz. Y afirmó que "no conviene sumarse al programa" para acceder al dólar agro y quedar atado a una acotada suba mensual del precio en góndola. "Prefiero abastecer mis clientes de siempre, tratar de mantenerlos, cumplir con la góndola y no atarme a un precio", sentenció.