Casi un centenar de automóviles marcharon este domingo 30 de abril, en caravana, desde el histórico paraje de Arroyo Verde hacia la cabecera del puente internacional que une a la localidad entrerriana de Gualeguaychú con la uruguaya Fray Bentos, lo cual generó demoras en el tránsito sobre la ruta internacional 136 y malestar entre los vecinos uruguayos que querían regresar a su país o ingresar a la Argentina.
A diferencia de años anteriores, quienes se sumaron a la manifestación no lo hicieron a pie sino con sus vehículos.
En la ruta estuvieron presentes efectivos de Gendarmería Nacional y de la Policía de Entre Ríos.
Antes de partir hacia el puente, en el paraje de Arroyo Verde –que desde 2009 es Sitio Histórico y Cultural–, se leyó la siguiente proclama:
“Como siempre, 19 años gritando al mundo que no aceptamos la contaminación traída por Finlandia a esta región, avalada por el Gobierno uruguayo. Ratificamos una vez más nuestro compromiso de defender el río Uruguay. Ya dijimos que la ciudadanía de Gualeguaychú llama a reflexionar a los ‘poderosos del mundo’ para humanizar sus rumbos, tomar una conducta racional, para cuidar nuestro planeta, terminar con guerras, pruebas nucleares, fumigaciones irresponsables y empresas altamente contaminantes”.
En ese sentido, advierten que “lo que alertamos el año pasado ya se concretó, empezó a funcionar UPM 2 en Paso de los Toros, República Oriental del Uruguay. Los efluentes recorrerán el río Negro y desembocarán en el río Uruguay, frente a nuestra zona de pesquerías en Costa Uruguay sur. Lo grave será que Botnia Fray Bentos aumentará la producción de químicos, a través de Kemira, para satisfacer las necesidades de insumos, los cuales serán transportados hasta la nueva pastera, por vía terrestre, con el riesgo que ello implica, violando una vez más el Tratado del Río Uruguay. Después de la Audiencia Pública convocada por el Juzgado Federal, de Gualeguaychú, quedó plasmada la convicción de que el caso Botnia no es un hecho de contaminación presunta, se debe considerar, luego de las documentaciones, exposiciones científicas y argumentos legales, como un hecho de contaminación consumada”, aseguraron.
Asimismo, consignaron que “que nuestro país, ante la crisis económica que estamos sufriendo, no debería seguir pagando miles de dólares para mantener un importante grupo de funcionarios de la CARU, sin haber logrado ninguna mejora medio ambiental, siendo testigos de su deterioro día a día”.
Entre otras consignas, invitan “a nuestra juventud a sumarse a la lucha, para lograr ríos limpios y sanos, aire puro, y una tierra fértil, sin contaminación. ‘Sin agua no hay vida’”, finalizó el documento.