El álbum “Mi propia casa”, de Noelia Recalde, competirá en la terna de “Mejor álbum conceptual”, y sobre ese tema, entre otros, dialogó con Mirador Entre Ríos.
–¿Cómo estás? ¿Qué tanto estás disfrutando de estas nominaciones? ¿Qué has hecho desde que recibiste la noticia? ¿Has celebrado?
–Las nominaciones me llegaron en un momento de vulnerabilidad total, con mi energía yendo a acompañar a mi viejo en un estado de salud complicado, así que la realidad se impuso y el abrazo del reconocimiento fue una hermosa forma de agradecer los pasos dados en la música, el aliento para seguir. Celebré con la tribu de la que formo parte, la de lxs compañerxs que andan en la autogestión como yo. No hice nada excepcional desde que llegó la noticia, seguí los compromisos asumidos, di clases, hice lo que suelo hacer, viví nomás. Los premios son una gran posibilidad de visibilidad y reconocimiento dentro de la industria musical, realmente no creo que modifiquen algo de la noche a la mañana y por supuesto que estar en la misma terna que Fito le pone perfume al abrazo, no sé, divino y surreal.
–Leí por ahí que no venís de una familia musical… ¿Cómo te encontró la música? ¿Cuándo, dónde, por qué la guitarra y la voz y la composición?
–Es cierto, en mi casa no hay nadie que se haya dedicado a la música, hubo algunos intentos de mis hermanxs pero puertas adentro. Mi hermana Flor me cantaba cuando estaba en la panza según me dijeron, después ya estaba desde el jardín y la primaria formando parte de los actos, cantando, mi hermano Luki tocaba la guitarra y en medio de todo eso mi primo Coki cantaba en la sobremesa y traía canciones del maestro León Gieco, así que el cóctel de la música ya se iba propiciando para mí. A los 9 empecé a tocar y a los 14 a componer en guitarra y voz y después la vida pasó rapidísimo y acá estamos (risas). Para mí, hacer canciones fue un canal de expresión y un juego maravilla, siempre fui reservada, callada, cuando chiquita me costaba decir y entonces la música abrió el camino. La verdad no sé bien cómo y porqué llegué a componer la primera canción, en ese momento no tenía referente ni estaba en boga hacer canciones, recuerdo que mi abuelo Peruco había cambiado de plano y esa fue mi forma de hacerle llegar algo.
–¿Con qué palabra describirías este presente artístico? ¿Con cuál el pasado y con cuál el futuro?
–Gratitud. Constancia. Creatividad colectiva.
MUNDO DE LA AUTOGESTIÓN
–¿Qué es lo que suele pasar después de una nominación a los premios Gardel o qué deseás que suceda? ¿Y si ganás?
–Ni idea. Si la humanidad se olvida de las guerras con tanta facilidad imaginate un premio, volátil. Al margen, ¿a quién no le gusta ganar algo? sería poco franco decir que me da igual. Lo cierto es que tengo en claro que, de ganarlo, es una micro batalla ganada por el mundo de la autogestión, una esperanza de que las cosas se pueden hacer realmente de otra forma y en el caso de ganar la terna en la que se impone el mundo comercial, sería maravilloso que una mujer desconocida se lleve un Gardel a su propia casa, en representación de toda la manada, siento que ganamos todas.
–¿Cuáles han sido las principales dificultades (si las hubo) por ser mujer y por llegar a Buenos Aires desde Gualeguaychú, y cuáles han sido los beneficios, las ventajas de esas mismas condiciones?
–¿Qué ventajas? (risas). Creo que todavía estoy reorganizando esa información, han sido muchos años de andar sola por los caminos, de alguna manera encontrás y ajustás tu lado guerrero. Claro que he pasado por muchísimas situaciones frágiles, de sentirme ignorada y una larga lista de comportamientos sutiles que pudieron haber entrado en mi afluente, pero sinceramente me considero una mujer fuerte, paciente e inteligente para sortear los desafíos. Mi claridad es seguir adelante y la música me ha respaldado toda la vida, muchas veces no he tenido que responder, respondió ella y las cosas se transformaron.
Hoy siento que esos son mis beneficios, la experiencia y las ganas de acompañar a las que están ahora en distintos puntos del camino, porque el arte de la mano de las mujeres tiene una sensibilidad que el mundo de hoy necesita. Sólo hay que estar atentas y no confundirse de lobo.
La ventaja actual es que al unirnos conseguimos que se propicien más espacios de visibilidad, hace varios años atrás no era así y ese cambio lo puedo sentir dentro de mi propia historia.
DETALLES
–¿Cuándo es la entrega de premios, con quién vas a ir, qué te vas a poner, cómo te preparás para ese momento?
–La entrega de premios es el 16 de mayo. Voy a ir seguramente con mi amigo Ariel Polenta, que además de haber producido los temas, fue quien impulsó que el disco salga y que lo presente a los premios, así que iremos con la pantera puesta, para bancar el argumento del disco.
Nos estamos preparando para tocar todos los jueves de mayo en Buenos Aires con la banda completa y la gala cae en el medio del ciclo, así que abrimos mi propia casa en muchos sentidos y allá vamos a la aventura, sin expectativas y por la anécdota.