Cuatro personas se salvaron milagrosamente luego de despistar y dar dos tumbos con el auto en el que se manejaban, en la ruta provincial 80S, en cercanías de la ruta provincial 50 que conduce a San Eugenio.
Este sábado cerca de las 21 tuvo lugar un siniestro vial a unos 200 metros de ese cruce de rutas en el camino que une Arocena con Gálvez, en el departamento San Jerónimo. Es que un automóvil Renault Sandero, el cual era conducido por Edelmiro Mantiñan, de 69 años, acompañado de su esposa Griselda Acerbi, un hijo mayor, Federico, y una menor de 8 años, nieta del matrimonio, todos de Coronda, despistó y terminó a unos 10 metros fuera de la ruta, de frente al camino.
Fueron auxiliados por otros automovilistas, milagrosamente ninguno de los ocupantes del vehículo resultó con lesiones de gravedad, pero por precaución fueron derivados al Hospital de Gálvez en ambulancias del SIES 107. Intervino personal policial de la Comisaría 13ª de Arocena.
Testimonio de uno de los ocupantes del auto
Cabe destacar que la Ruta 80 en sectores cercanos al lugar del accidente está siendo repavimentada. Por eso, según publicó en redes sociales, uno de los ocupantes del auto, Federico Mantiñan, hijo del conductor: “Soy uno de los involucrados en el accidente, yendo de Arocena a Gálvez, el primer tramo donde están las máquinas pasamos como corresponde y ahí no fue, a un kilómetro de ese lugar nada indica que va a seguir la obra y que hay más tachos sobre la ruta, no estaban señalizados ni iluminados, por eso se provocó el accidente”.
Luego, en diálogo con El Litoral, Mantiñán indicó que “íbamos a un cumpleaños de una prima en Santa Clara de Buena Vista, llegando al cruce de San Eugenio, veníamos un camión, dos autos y nosotros, termina el sector de obra (de repavimentación de la ruta 80) y los autos de adelante pasaron al camión, mi papá se tira a pasar porque no venía nadie de frente, pero el auto que estaba delante nuestro pegó el volantazo para la derecha porque había un tacho de la obra, cuando pasa el auto al tacho lo encontramos de frente, mi papá tiró el volantazo, dimos vueltas y vueltas, topamos con algo que debe haber sido la banquina, por lo menos dimos dos vueltas en el aire, yo abracé a mi nena, y terminamos como 10 metros adentro de la banquina, en bajada”.
Posteriormente, uno de los protagonistas del siniestro vial manifestó que “me saco el cinturón, se lo saco a la nena, el auto de adelante frena, se acerca su ocupante, le doy a la nena, y la ayudo a salir a mi mamá. Fueron sólo golpes. A mí me dolía mucho el tobillo”. “No nos matamos por milagro” finalizó.