Rafaela crece en todos los órdenes y en los cuatro puntos cardinales. Es, realmente un buen momento para esta ciudad laboriosa que hace rato pasó los cien mil habitantes y que es un reconocido enclave progresista en el centro oeste de la provincia.

Si el visitante es de esas personas que no viene a esta ciudad, a la que llaman "La Perla del Oeste" (tenemos vocación joyera para los apodos, y no siempre originalidad: Reconquista es "La Perla del Norte" y Venado Tuerto -por nombrar dos ciudades de escala parecida, capitales de nodos todas- "La Esmeralda del Sur"), de manera asidua, se sorprenderá de ver su crecimiento en cualquiera de sus barrios alejados del centro.

El nuevo hospital, otro hito que se erige en el norte de la ciudad.
Mirador Provincial.

En el caso del norte de la ciudad, hasta un escaso puñado de años, "el norte" de Rafaela era el camino al autódromo. Y el "límite" civilizado era calle Brasil. Y después de allí, nuevos asentamientos, algunos planteando desafíos desconocidos (como el de seguridad, por ejemplo) para la comunidad y las autoridades. Pues ahora, hay mucho más "Rafaela" al norte de calle Brasil. Hay barrios enteros que crecen, hay nuevas calles abiertas, pavimentos, construcción de viviendas, el nuevo hospital que avanza incluso contra cualquier ralentización de la obra pública…

La visita que hizo días pasados el intendente Luis Castellano a un grupo de viviendas que se levanta en el norteño barrio San José, fue la excusa para hablar con el funcionario (que va por un nuevo mandato en las próximas elecciones) sobre el crecimiento exponencial de la ciudad y la planificación y continuidad de obras.

-Una ciudad como Rafaela, con alto perfil industrial en cualquier contexto, recibe siempre habitantes de una amplia región y corre los límites de déficit habitacional, necesidad de suelo urbano, loteos, viviendas...
-Rafaela crece y demanda viviendas, siempre. La verdad que la ciudad siempre tiene una dinámica de desarrollo importante... Te voy a dar un dato: el 45% de la población rafaelina tiene menos de 30 años, o sea que es una ciudad joven, muy joven. Y hay muchas familias muy jóvenes que necesitan soñar y tener la posibilidad de contar con su su terreno y su vivienda.

Barrio San José, en el norte de Rafaela, en constante crecimiento.
Mirador Provincial.

Lamentablemente hoy es muy difícil a través del mercado privado, a través de la inmobiliaria, a través de lo que provisionalmente fue avanzando la ciudad y quedamos prácticamente solos, digo, el Estado, llevando soluciones habitacionales que siempre son insuficientes.

Igual nosotros estamos llevando adelante mil soluciones habitacionales, entre terrenos urbanizados, bueno, estos dos bloques de departamento que se construyen aquí en barrio San José, viviendas individuales, junto con el gobierno provincial, con el gobierno nacional. Se combinan todos los planes existentes. Todos los planes que hay. Nacionales, provinciales, este, Procrear, lotes propios, también el trabajo del área municipal de la vivienda. Todo lo que nosotros podamos gestionar para traer a la ciudad en materia de lote y vivienda lo estamos haciendo.

Soy un convencido de que el ordenamiento para ir más rápido debería ser que los municipios pongamos la tierra, suelo urbanizable; que los gobiernos provinciales avancen con la infraestructura, o sea, calles, iluminación. Y que el gobierno nacional pueda dar créditos a las familias que son adjudicatarias de su lote. Sería la fórmula virtuosa.

-Es muy desafiante para una Municipalidad, salir a anticipar urbanizaciones, para lograr que se efectúe de manera ordenada y con servicios básicos…
-Lo es, desde luego. Es clave la planificación. ¿Por qué? Porque naturalmente el sector privado, o sea, el sector privado que desarrolla lotes y viviendas, crece en nuestra ciudad hacia el sur. Lo sigue haciendo, crece hacia el sur. Bueno, ¿qué hace el municipio ahí? Acompaña con obras, con infraestructura.

Pero nosotros necesitábamos equilibrar hacia el norte. Entonces el municipio, el Estado local, fundamentalmente, lideró y estamos liderando el proceso de urbanización hacia el norte. ¿Qué lográs con eso? Lográs que la obra pública vaya traccionando también al sector privado, para que también empiece a ser este un lugar atractivo para invertir.

Y eso lo hicimos con el pavimento hacia el autódromo. Recuerdo con Omar Perotti, cuando él era intendente, y ahora también lo está haciendo apoyando como gobernador, pensamos en el desarrollo necesario de esta zona. Y así pasó con el Instituto de Agricultura, lo hicimos con la escuela, con la Guardia Urbana, con el centro de monitoreo, ahora con este plan de 48 viviendas, con el hospital, la pavimentación de Gabriel Maggi, la ciclovía...

Y luego aparecen los negocios, aparece el supermercado... Claro, se va poblando, aparece la alternativa de negocios. Uno ve que ya empiezan a lotear los que a lo mejor antes no tenían expectativas. Eso genera también una oferta de mercado de lotes que ayuda, de alguna forma, al sector privado a acompañar el esfuerzo que está haciendo el Estado en este caso para liderar el proceso de urbanización hacia el norte.

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-Bueno, estamos hablando de vivienda y de alguna manera de logística o de estructura urbana. Me da pie, para hacer un repaso de esta gestión que está por terminar, y de lo que viene… ¿Qué cosas se hicieron estos cuatro años y cuáles creés que faltan?
-Primero, decirte que gran parte de las obras que nosotros estamos llevando adelante y que son obras de infraestructura de gestión histórica, las estamos llevando adelante por una decisión del gobernador Omar Perotti, eso está más que claro.

El acueducto que llega, finalmente, es el tipo de decisión política que excede por mucho lo que puede hacer un municipio, pero que son parte de esas obras estructurales por las que una ciudad o una región avanzan y mejoran la calidad de vida. El avance de la doble traza de la 33, toda la modificación de la Ruta 70 y el ingreso por Luis Fanti, que está en proceso; el mismo hospital que lo tenemos acá enfrente. Y después están las obras de características más locales, más de, yo te diría, fondos municipales, como son las obras de iluminación, las obras de pavimento, las obras de cloacas. Eso está todo en proceso. Digo, hay que continuar con todas esas obras que no las vamos a poder terminar el 10 de diciembre, sino que nos faltan todavía varios años.

Son obras estructurales, no se hacen en una gestión. Tenemos toda la remodelación del área central que pudimos hacer los canteros y ahora nos faltan todas las veredas. Tenemos el gran proyecto del Parque Regional en el oeste de la ciudad, detrás de lo que es el campus de la Universidad (la Unraf). también están en proceso de otros servicios, de obras que van debajo tierra y no se ven tanto, pero que son vitales para poder seguir avanzando. Y así, podemos seguir hablando de una cantidad de obras…

Por un nuevo mandato

Días atrás, Luis Castellano anticipó su decisión de ir por un nuevo mandato y, desde luego, con altas chances de imponerse en la elección. Así lo explica: "Mirá, para ser intendente, tenés que tener vocación y amor por tu ciudad. Yo no te puedo hablar de otra ciudad, te puedo hablar de Rafaela, que es donde a mí me toca".

Y enfatiza: "Es clave, tener vocación, no se puede llevar adelante una gestión con la altísima demanda que tiene la sociedad de nuestra ciudad. Segundo, pasión por lo que hacés, obsesionarte permanentemente y todos los días con cada cosa, con cada detalle y con cada obra grande, ¿No? Porque desde una farola que está apagada o un residuo tirado, hasta este tipo de obra en que hacemos un número importante de viviendas, todo importa y tenés que estar obsesionado".

Castellano expresó también que "la otra cosa es que debés tener un equipo, un gran equipo de trabajo. Y yo lo tengo. Lo hemos formado con el tiempo. Y hemos podido transmitir que tenga también la misma pasión, la misma vocación y la mismas ganas que tiene uno para poder hacer.

Por último, confió: "Rafaela está grande, es diversa, seguramente el censo va a dar más de 100.000, quizás 120.000 habitantes. Si tenés esas condiciones, yo te digo, vamos para adelante. Yo tengo el acompañamiento de mi familia, gracias a Dios, todavía. Así que vamos por cuatro años más".