El hecho ocurrió el pasado domingo 28 de mayo. En horas de la mañana se produjo un incendio en una vivienda de Catamarca al 900 de esa ciudad del departamento General López que comenzó en una moto que se encontraba debajo del porche del domicilio, producto de lo cual tomó fuego el techo del mismo.
Si bien el foco ígneo fue sofocado rápidamente por Bomberos Voluntarios, antes de eso dos policías actuaron rápida y heróicamente ya que, al momento de iniciadas las llamas, la pareja que habitaba la vivienda, Anahí de 31 años de edad y Matías de 35 años, habían quedado encerrados en el inmueble sin poder salir.
Lo cierto es que la alerta por el incendio fue recepcionada en el Comando Radioeléctrico de Venado Tuerto a través del 911 y el alerta llegó a los oficiales Lautaro Albornoz, oriundo de Santa Fe capital que presta servicios en la ciudad y su compañera Celeste Mansilla.
Al momento de ser advertidos sobre esta situación, los uniformados se encontraban patrullando las calles y acudieron rápidamente al lugar indicado.
“Estábamos patrullando por la zona asignada por la superioridad cuando, alrededor de las 8 de la mañana, fuimos comisionados por la central de emergencias 911 ya que en Catamarca al 900 se estaría incendiando un domicilio con una pareja dentro sin poder salir”, relató Lautaro Alobornoz a El Litoral, añadiendo que, cuando llegaron al lugar “había gran cantidad de fuego en el frente de la casa y se escucha que desde adentro un hombre y una mujer gritaban deseperadamente por ayuda; pedían que les abramos la puerta porque no podían salir”.
Ante este panorama, según el agente “lo primero que se me vino a la cabeza fue patear la puerta para ingresar y sacar a la pareja, sin saber con qué me iba a encontrar. Adentro no se veía nada por el humo que había, por lo que le pegué un grito a los moradores para que salgan, y después que estuvieron afuera salí yo y con mi compañera los tranquilizamos, ya que estaban en estado de shock. Al rato llegaron los bomberos y luego SIES 107, quienes le hicieron curaciones al hombre ya que tenía quemaduras en una de sus manos”.
Albornoz recuerda en su relato que “en ese momento no se me pasó nada por la cabeza más que querer sacar a esa pareja de ahí adentro, sin pensar en mi integridad física, poniendo como primer objetivo a ellos; lo único que se piensa en ese momento es cómo ayudar a esa gente”. Y añadió: “El mismo espíritu de servicio policial es el que hace que tu vida pase a un segundo plano, poniendo como primer objetivo la vida de las demás personas”.