Una campaña copada, aunque con grises
El equipo de Russo sigue en los primeros puestos, pero no puede dar el salto para pelear algo más.
El equipo de Russo sigue en los primeros puestos, pero no puede dar el salto para pelear algo más.
Seguramente estos días servirán para evaluar y, porque no, barajar y dar de nuevo. La campaña que viene realizando Central es muy buena, sobre todo, si se tiene en cuenta desde dónde partió, después de un 2022 muy oscuro.
Los dirigidos por Miguel Ángel Russo se ubican en el tercio superior de la tabla, pero hay algo que todavía no logran descifrar para sacarse un sobresaliente como nota final: el rendimiento fuera de Arroyito.
El pobre empate conseguido ante Barracas Central en el estadio Claudio Chiqui Tapia, fue una muestra más que este equipo tiene aprendido una sola parte de un libreto que, así como lo puso en los primeros lugares de la Liga Profesional, también le impide dar el salto para pelear por algo más.
Central es un equipo sólido, aguerrido y voraz jugando ante su público, mientras que lejos de su estadio no pasa de un espectador al que le cuesta sentirse parte del juego.
Es cierto que los partidos ganados no fueron con un juego brillante ni mucho menos, pero fueron merecidos y construidos desde la convicción, algo para nada menor.
Pero esa convicción pasa a desvanecerse cuando de jugar de visitante se trata y el equipo es más parecido a la versión 2022 que a esta superadora del 2023.
Esta imagen del yin y el yang es la que no le permite al hincha de terminar de disfrutar de una gran campaña, ya que queda la sensación de estar tan cerca y, a la vez, tan lejos de subir algunos escalones en la tabla de posiciones e ilusionarse con luchar por el título.
La única victoria que sumó Central fuera del Gigante fue en la fecha 8 ante Huracán de Parque Patricios.
Desde allí, los canallas acumularon cuatro empates y dos derrotas y llevan 320 minutos sin anotar un gol.
Números duros y concretos para graficar una campaña muy buena, que pudo ser brillante si se animaba un poco más lejos de su casa.
El propio Russo fue contundente con el diagnóstico de sus dirigidos al admitir que todavía no están consolidados “definitivamente”.
Es que el experimentado entrenador sabe que hay situaciones muy concretas para definir a un conjunto y su pelea.
En varios partidos quedó la sensación de que Central se conforma con lo hecho hasta acá. Como si las últimas malas campañas hubieran generado algún tipo de trauma para que ahora se aferren a lo conseguido, aún pudiendo ir por mucho más.
Tácticamente hay varios puntos para analizar y, quizás, se puedan encontrar algunas respuestas.
Desde que Russo es el DT, el cuerpo técnico decidió utilizar dos dibujos; uno para jugar de local y otro para ir de visita.
Entonces, ese conjunto vertical y decidido en el Gigante, se transforma en otro cauto y especulativo en casa ajena.
Central llegó al duelo con Barracas después de vapulear a Instituto 4-1 en una de las mejores producciones de la temporada, pero apenas iniciado el cotejo contra el Guapo, la cara del equipo fue otra.
Los canallas casi no patearon al arco en noventa minutos, no generaron juego asociado y ni siquiera se animaron a probar desde lejos en una cancha de dimensiones ideales para realizar remates de larga y media distancia.
Al equipo le faltó rebeldía, astucia y hasta convicción, esa que le sobra en Rosario, para quedarse con los tres puntos ante un conjunto que tampoco propuso nada.
Russo y todo Central tendrán varios días para analizarse. Es que esta semana no habrá actividad de la Liga Profesional y el Canalla recién saldrá a escena el próximo domingo 25 ante Colón, debido a la doble fecha FIFA en que el seleccionado argentino disputará dos partidos amistosos en China, este jueves ante Australia y el próximo lunes contra Indonesia.
Allí, otra vez ante su gente, seguramente se vea la versión “fuerte” del equipo para seguir bien arriba en la tabla, aunque quede la sensación de que esta campaña podría haber tenido una calificación mucho más cerca de la excelencia que de un aprobado.
La delegación de “La Invencible”, con 96 preseas, obtuvo el primer puesto en el medallero de la competencia interprovincial disputada en Mar del Plata. El podio lo completaron Córdoba y Río Negro. Los deportistas santafesinos, que compitieron en 36 disciplinas, habían sido elegidos tras participar de todas las etapas de Santa Fe en Movimiento.