El acto en conmemoración de los 203 años de la muerte del impulsor de la bandera argentina Manuel Belgrano no contó con una presencia masiva de público. La mañana despejada no fue suficiente para motivar a los locales y a visitantes a ver un evento que es central en el transcurrir de cada año en Rosario.
Además del intendente local, Pablo Javkin, asistió el gobernador de la Provincia de Santa Fe, Omar Perotti, junto a dos ministros nacionales. Jaime Perczyk, titular de la cartera de Educación, y Diego Giuliano, de Transporte. Estos dos últimos fueron los máximos exponentes del gobierno nacional. El presidente Alberto Fernández no asistió a ninguno de los cuatro días de la bandera en los que fue mandatario argentino (los dos primeros, 2020 y 2021, dentro del período de pandemia de covid-19).
Marcelo Manera.
Después del clásico izamiento en el mástil mayor llegó el turno de los discursos protocolares. Primero fue el intendente local, Pablo Javkin, el que inició su retórica con la clásica alusión al porteño Belgrano, figura central e indiscutida en la construcción de la República Argentina en el siglo XIX. Luego, fue el momento de la descripción de la Rosario de 2023. Esa que vive y sufre los problemas de la violencia enquistada y creciente en distintos colegios primarios y secundarios. Y en el espacio público. El mandatario local afirmó: “No podemos permitir que ninguna escuela cierre, que ninguna violencia armada amenace algo tan sagrado”. “Necesitamos que se combata al narcotráfico, al ingreso de armas y drogas. Y para eso necesitamos una acción decidida del gobierno nacional. Necesitamos paz en las calles. Necesitamos, al menos, cinco mil agentes bien equipados y capacitados, 400 patrulleros circulando, que se fortalezca la Justicia federal, control en las cárceles para frenar el trabajo libre de los presos de alto perfil”.
Posteriormente fue el turno de Perczyk. El ministro aseguró que las deudas sociales tienen que ser resueltas. “En unidad nacional, con acuerdos y en paz”, afirmó. A continuación, el gobernador Perotti habló en el estrado, a metros del mástil. Comenzó con la típica referencia al 27 de febrero de 1812 cuando el prócer nacido en Buenos Aires enarboló la insignia patria por primera vez. “Reconocer a Belgrano en nuestros tiempos implica honrar su legado de compromiso y patriotismo. Belgrano debe ser inspiración y acción en la construcción de una Argentina federal e igualitaria”, dijo. Posteriormente hizo alusión clara a la problemática de la criminalidad organizada que es el mayor problema actual de la cuidad del sureste santafesino. “La Argentina no puede permitir que esto pase en su territorio. Es imprescindible que desde el gobierno nacional se hagan los mayores esfuerzos y controles en las fronteras donde ingresan drogas y armas que movilizan la violencia en nuestra región”, dijo Perotti. “Se necesitan mayores controles y tareas de inteligencia en las cárceles federales y que se combata con fuerza el lavado de los activos”, agregó el gobernador.
“Siempre hablamos de una manera integral de abordar los problemas de seguridad. Generar trabajo y oportunidades, y mejorar todos los días nuestra institución policial”, aseguró el mandatario de la Casa Gris. También enfatizó la generación de leyes para que haya más cantidad de juzgados federales en el sur de la provincia para resolver cuestiones legales sobre esta criminalidad creciente. “Ni Rosario por sí sola, ni Santa Fe por sí sola pueden enfrentar la narcocriminalidad con la que hoy, a diario, nos desafían”, expresó Omar Perotti.
Después de las palabras de las autoridades se realizó el desfile de los ex combatientes en la Guerra de Malvinas de 1982. Fue un desfile austero, sin la movilización de masas de años anteriores. Seguidamente fue el turno de los chicos de las escuelas primarias que juraron lealtad a la bandera nacional en el patio central del Monumento Nacional a la Bandera con la presencia de un actor personificando a Manuel Belgrano con el traje militar típico de principios del siglo XIX.