Carlos Francisco Stadler nació en el barrio Sudamérica, en Gualeguaychú, y tiene 49 años. Es egresado de la Escuela Rawson y de la ENET 2 Pbro. Colombo, como Técnico en Construcción MMO. Desde 2006 es sacerdote católico y como tal ha estado en 12 parroquias diferentes de las localidades de Concepción del Uruguay, Ceibas, Gualeguay, Gualeguaychú, Primero de Mayo y San Justo. Desde febrero de 2022 vive en Larroque, donde tiene a cargo la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.

En oportunidades anteriores, periodistas de la región lo hemos entrevistado a causa de la “bicigrinación” o peregrinación en bicicleta que por idea suya se realiza, desde hace más de una década, cada 8 de diciembre desde Gualeguaychú a Concepción del Uruguay.

Fiel a su estilo inquieto y entusiasta, cuando la estructura de la parroquia se dañó surgió, la idea de “El padre cocina”. “La necesidad nos vuelve creativos”, sentenció en diálogo con Mirador Entre Ríos, y contó que una tarde, charlando con los vecinos Marcia y Ricardo surgió la idea de hacer algo para recaudar fondos.

“El año pasado había hecho locro, 400 porciones, con ayuda de varios feligreses, y pensábamos repetir, pero había que hacer algo más. Entonces no sé quién dijo ‘¿y si te cocinás algo en el salón?’. Le dimos vuelta a la idea, nos reímos con alguna ocurrencia, nos asustamos con otras y compartimos algo con gente tan loca y buena como nosotros tres, y así salió cocinada la idea a medio hornear. Luego se fue disparando lo que podríamos hacer. Se consiguieron las mesas y la vajilla, todo prestado, y empezó a tomar forma de no solo venir a comer, sino más bien de un show culinario. Una escenificación de la cocina. Con música en vivo, stand up, y, obvio, el padre cocinaría en vivo para sus comensales”.

Diferentes temáticas, diferentes menús

La propuesta se presentó en cuatro cenas, cuatro menús, cuatro semanas seguidas y todas diferentes. Desde la primera edición, la carta ha ido variando de temática alusiva, según la fecha: El 24 de mayo, para celebrar a la Patria, la propuesta fue “Cocina criolla”: empanadas fritas, locro salteño y de postre queso y dulce de zapallo a la ceniza. Hubo guitarreada y un stand up histórico desde un libro de cocina de Gorritti de 1800.

“Nona Tana” fue la noche del 2 de junio, día del italiano y, al día siguiente, del inmigrante italiano en Argentina. Esa noche, el padre Stadler cocinó bruschetta, pasta con tres tipos de salsas, y de postre gelatto. La tercera noche irrumpió los gustos del cocinero y se denominó “Cocina de Autor”: cocina apta para celíacos y vegetariana (una fusión fraco-venezolana de crepes perico panqueques de garbanzo y rellenos multicolor, un risotto de vegetales y de postre bolo de mihlo, que sería un budín de choclo. A las doce de la noche, se recordó la soberanía de nuestras Islas Malvinas para lo cual se cantó la marcha.

La cuarta y última velada será este lunes 19 y se denominará “Baúl de Recuerdos”. Esa noche, Stadler elaborará platos que, según señaló “concentran memoria antigua y amable en mi historia: focaccia resumen de varias memorias, fideos vascos en honor a Oscar Menescardi, sacerdote recientemente fallecido que me regalo esta receta, y unos jaqueques de manzanas flambeadas, receta traída, de su viaje de polizón por Norte América, por mi Abu Pago Goberville. Los espectáculos de este día serán variados y con sorpresas, culminaremos haciendo honor a nuestra bandera”.

Charla con el padre que cocina

-¿Cómo se te ocurrió ese formato de cocina en vivo?

-He cocinado para grupos grandes, pero no en eventos culinarios. Tengo en mi haber algún que otro asado para 80 comensales en la época del seminario, o 120 porciones de arroz primavera en campamentos juveniles en mi parroquia Catedral San José allá por 1996, o cocinar para amigos en mi cumple pizas y sanguchitos de bondiola, o colaborar en algún comedor con las ollas populares. Después achique la cantidad de comensales y buscaba gente que le gustara probar cosas diversas, y ahí entre anfitrión, cocinero, charlas y brindis.

-¿Quiénes te acompañan en cada edición?

-En este proyecto tengo un grupo genial que se prendieron a trabajar, brindándose por entero a la iniciativa y a los comensales. Tenemos el grupo de decoración y ambientación que pone el toque tratando de que cada cosa sea a tono con la comida que se servirá. Luego están los que me ayudan teniendo todo previsto para cocinar, todo cortado, todo en su lugar y a su tiempo. Luego se acomodan los del servicio en tres grupos: las mozas, la cara visible y bonita que están atentas a que nada falte, el bar y los invisibles (los que trabajan en la trastienda, lavaplatos y acarreo de cosas); a estos agrego a quienes me asisten en la cocina en vivo tanto para los fuegos como para el emplatado.

-¿Quién te enseñó a cocinar?

-Creo que aprendí solo, muchas cosas soy autodidacta, no improviso, investigo y mediante ensayo error voy aprendiendo. Pero, recuerdo mi primera receta aprendida fueron los escones de manos de mi madre, con mermelada casera hecha por ella (naranja, zapallo y zanahoria). Ella cocinaba con mucho amor y empeño. Había heredado mucho de su papá, el abuelo Paco. Mami nos enseñó muchas recetas e historias de la cocina familiar, pero no muchas veces nos dejaba meter mano en su cocina.

-¿Fue necesario pedirle permiso al obispo de la Diócesis?

-No, este evento, como cualquier evento que hacemos para beneficio no necesita autorización del obispo. Pero sí le comenté y lo hablamos como se hablaría en familia un proyecto que vas a emprender. El padre Héctor sabe de gusto por cocinar y ha sido participe de algunos platos míos, como el risotto o el locro. Él va a venir en la cuarta cena, justo habrá una mesa “clerical”. Sin ponerse de acuerdo entre sí, ocho sacerdotes decidieron venir. Unos ya tenían reservado para esta noche. Otros preguntaron por la segunda noche, pero ya no había lugar y dijeron “¿para cuál hay?”, y consiguieron para la última.

-¿Cuánto dinero se necesita?

-Calculamos que la obra rondará en los millones, en su etapa inicial. O sea, la excavación y consolidación del suelo, las cinco bases de hormigón armado, encadenado inferior e inyección de mortero para compactación. Luego vendrán las siguientes etapas de reparación de los muros, aislamiento nuevo anti humedad, revestimiento y pintura. Pero para eso habrá que esperar y presupuestar posteriormente, como todos sabemos en Argentina con la inflación los precios no son estables, es más bien impredecible.

-¿Hay otra manera de colaborar con la parroquia?

-Nosotros habilitamos una caja de ahorros en BBVA a mi nombre para donaciones. El alias es fácil parroquia.larroque (CBU 0170075640000076572322 - Carlos Francisco Stadler - Cuil 20237101074) o pueden acercarse a la parroquia, o comunicarse conmigo por las redes sociales.