La Cámara de Diputados aprobó un proyecto de la diputada provincial, Betina Florito, donde solicita al Poder Ejecutivo que informe en qué etapa del proceso de licitación se encuentra la obra de construcción de la nueva vía de acceso para tránsito pesado a los puertos de Timbúes, en el departamento San Lorenzo, anunciada para el 24 de enero pasado.
La iniciativa surgió a partir de la inquietud del dirigente del espacio Oscar Giovagnoli -actual candidato a Senador por el departamento Iriondo- quien se hizo eco del reclamo del polo agroexportador del sur provincial.
“A fin del año pasado, (el gobernador, Omar) Perotti anunció esta fundamental obra que iba a ser un camino alternativo con que iba a contar la ruta provincial 91 para evitar las zonas urbanas y llegar a los accesos de las terminales portuarias. Sin embargo, han pasado seis meses y la obra no está”, se quejó la precandidata a diputada provincial en la lista Es con Vos que encabeza Dionisio Scarpín dentro del frente Unidos para cambiar Santa Fe.
La obra fue diseñada para descomprimir la entrada a los puertos, teniendo una longitud total de 6.400 metros de los cuales 3 mil serían de concreto y el resto de camino granular, aliviando el gran inconveniente que significa para los vecinos de Villa La Ribera el ingreso incesante de camiones. Básicamente, el proyecto consiste en una nueva vía de comunicación que se abriría de la ruta provincial 91, entre Pueblo Andino y Serodino, que llegaría hasta el puente Giardino (el que cruza la autopista y hoy está casi en desuso).
Esta nueva ruta desviaría el tránsito por zonas rurales, sorteando las localidades involucradas, y se completaría con un puente sobre el ferrocarril, otro sobre la ruta nacional 11 y uno más sobre el río Carcarañá, hasta llegar con pavimento de hormigón a los puertos del Paraná. Cabe recordar que al poco tiempo de presentada la obra y tras el proceso licitatorio, dos empresas presentaron propuestas que cotizaron hasta un 70% por encima del presupuesto oficial debido a la estampida inflacionaria.
“Sabemos que esa situación se repite con frecuencia en el último trimestre del año en muchas licitaciones de obra pública (tanto municipal, provincial y nacional), porque por la inflación los presupuestos públicos (entre que se diseñan y las obras se empiezan a ejecutar) quedan muy retrasados frente a los reales costos de la construcción de las obras. Pero es necesario llamar a licitación nuevamente y no perder más tiempo”, concluyó Florito.