-¿Cómo viene la campaña hasta ahora? ¿Qué te dice la gente?
-Para mí, esta fue una campaña muy particular porque en definitiva, más que campaña uno está en gestión. Y lo que hace es recorrer lo que estamos haciendo en Rosario. Es el momento en el que están planteando muchas cosas y pudimos plasmar muchas de las ideas en el territorio de la ciudad. Es una mezcla de sensaciones. La gente está agobiada por la problemática de la inseguridad, por la inflación. Por una combinación de razones, pero también hay una voluntad enorme de defender a Rosario. Eso está en la gente y está en nuestra decisión. Y creo que eso es lo que va a primar el domingo.
-Sigue estando la cuestión de la inseguridad presente. Lo sufrimos. Hay noticias todos los días y esto parece un fenómeno imparable.
-¡No es un fenómeno imparable! En absoluto. Es un fenómeno que requiere trabajo, que requiere muchas cosas todo al tiempo al mismo tiempo. Requiere fundamentalmente que quienes tienen capacidades estatales para intervenir en la problemática de la violencia lo hagan con firmeza, decisión y continuidad. Y que en lugar de comentar lo que sucede en Rosario, se pongan en Rosario todos los recursos. El grueso de lo que estamos viviendo en Rosario tiene un origen carcelario. Nace de la libertad con la cual se arreglan crímenes en las cárceles y se plasma por la libertad que muchas veces tienen para cometer los delitos en las calles. Y eso es lo que tenemos que cortar.
-El rumbo que tiene la gestión de ustedes es que desde la Municipalidad dicen: “Vamos a hacer esto. Ustedes cumplan”. ¿El Estado local tiene una responsabilidad también en lo que atañe a sus cuestiones al margen de los dos estratos superiores?
-Nosotros tenemos un rumbo muy claro que es que la gente pueda caminar tranquila por la calle. Y cada uno de los niveles tiene una responsabilidad. En nuestro caso, iluminar, abrir calles, urbanizar, volver a convocar la gente a los espacios públicos poniendo a los espacios públicos en la calidad que requieren. Incorporar la tecnología necesaria para que el cuidado de las calles pueda ser efectivo. Cada uno acá tiene una agenda de trabajo. Lunes a lunes nos sentamos a exigirla, compartirla, planificarla. Entonces éste es un tema que requiere acción, gestión. Si yo pavimento una calle, quiero después un patrullero circulando. Si pongo una luz blanca, quiero una luz azul. Si urbanizamos un barrio, quiero que derriben los bunkers. Si todos hacemos la parte que nos toca, juntos y coordinadamente, esta ciudad se saca de encima el único mal grande que tiene. Específicamente lo que hoy jode a Rosario es la falta de acción directa en el cuidado de la vida de los vecinos por quienes tienen la potestad de hacerlo.
-Desde otros aspectos que haya que corregir. ¿Qué otras cosas se pueden hacer por fuera de la problemática de la inseguridad?
-Todas las cosas que hay que hacer se deben hacer con el objetivo de que la gente vuelva a caminar tranquila. Si se pavimentan cuadras, si se urbaniza un barrio, si se deja una plaza que se pueda llenar durante todo el día con pibes jugando, si abro jardines de infantes, si construyo centros de salud, todo tiene un objetivo. Es recuperar la calle para los buenos. Todas las acciones que hacemos van con ese objetivo.
-Un reclamo que se discute desde hace años es que Rosario tenga autonomía o mayor autonomía con relación al Estado subnacional. Vos tenés una postura clara en este sentido, ¿verdad?
-Es que es fundamental. Es una burla que todavía no tengamos autonomía. Primero, porque es un mandato de la Constitución. En segundo lugar, voy a dar un solo ejemplo. La Municipalidad de Rosario decidió, y el Concejo lo acompañó, a encarar obras de pavimento definitivo en barrios. Y esas obras con recursos propios financiarlas a mediano plazo a través de un bono. Bono de un límite de 2.800 millones de pesos. En diciembre. Seis meses nos llevó el trámite para que nos autoricen a emitirlo. Lo emitimos y nos ofertaron por 9.000 millones y sólo pudimos hacer por 2.800. Menos cuadras de pavimento definitivo para los vecinos. ¿Por qué? Por una burocracia absurda que deriva de que no tengamos autonomía. Con nuestros recursos queremos hacer las cosas urgentes para nuestros vecinos. Y esta es la urgencia de la autonomía para Rosario.