“Entre Ríos vivenció la peor campaña de soja que tenga registros el Sistema de Información de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos (Siber)”, afirmaron desde la entidad rural.
“Por tercer año consecutivo, el Pacífico Ecuatorial presentó temperaturas por debajo de lo normal y mantuvo las condiciones para la continuidad del fenómeno denominado La Niña, el cual se caracterizó por una severa sequía y marcas térmicas extremadamente elevadas durante el verano. Este escenario resultó letal para la producción de soja”, sentencia el informe publicado por la Bolsa.
“La superficie sembrada se posicionó en 969.500 hectáreas (ha)”, indica el documento. Esto sucedió porque “las dos variables que determinan la producción (superficie y rendimiento), experimentaron importantes disminuciones”, agrega luego.
“El área sembrada registró una caída interanual del 9% (90.100 ha) y es la tercera con menor superficie desde el año 2000. Además, se perdió el 22% (213.300 ha) de la superficie total cultivada”, detalla el escrito.
En segundo lugar, “el rendimiento promedio provincial fue de 718 kg/ha y es el más bajo de los últimos 23 años, con una variación interanual del 70% (1.657 kg/ha). En comparación con el promedio del último lustro, el descenso fue del 64 % (1.271 kg/ha)”, detalla.
DE PRIMERA Y DE SEGUNDA
Desde la Bolsa también mencionaron que “el área de soja de primera abarcó unas 452.100 ha y representó el 47% del total implantado, aunque no se cosechó el 13%, por lo tanto, sólo aportó a la producción total un 58% de las toneladas. El sector oeste (departamentos Diamante, Nogoyá, Paraná y Victoria) fue el más afectado por la sequía, con una pérdida del 25% del área cultivada”.
“Por su parte, la soja de segunda significó el 53% (517.400 ha) del total cultivado, con un área no cosechada equivalente al 30% (154.600 ha) y abarcó el 42% de la producción total. Hacia el centro norte del territorio, la sequía generó pérdidas que van desde el 27% al 77% de la superficie sembrada, con un valor promedio del 40%”, destaca el informe.
CAÍDA
Desde la Bolsa también resaltaron que la variable “rendimiento de indiferencia”, la cual identifica el nivel mínimo de actividad necesario para cubrir los costos/pérdidas, “entre la soja de primera y segunda se posicionó cercana a los 1.840 kg/ha”.
“No obstante, el rendimiento calculado sobre el área total implantada fue de 560 kg/ha. Es decir que, por cada hectárea sembrada, el agricultor afrontó una perdida equivalente a 1.280 kg/ha de la oleaginosa”, detalla el informe.
Esto provocó que la producción total de soja en la provincia para la campaña 22/23 sea “la más baja: se ubicó en 542.980 toneladas (t) y presentó una merma interanual del 78% (1.968.700 t). En relación al promedio del último lustro, la caída fue del 75 % (1.637.246 t)”, explica el documento.