En Rosario, este dúo es un referente que marcó la vida de muchos niños que ahora son padres. El famoso Circo Cristal, que lleva años haciendo temporada en nuestra ciudad, regresa a la cartelera local encabezado por los payasos Tito y Pelusa, y la incorporación de grandes atracciones entre las que se encuentran Transformes y Merlina.
Serán unas actuaciones desde el corazón y para que no haya lugar a la duda, cantar y reír serán la premisa rotulada en este show. Mirador Provincial entrevistó a los payasos donde indagamos sus comienzos en este rubro y hablamos de otros menesteres. La cita será los jueves y viernes 20:30 y los sábados y domingos 15:30, 18:00 y 20:30 en Paseo Libertad de Rosario.
-¿Cómo nace Tito y Pelusa?
-Los personajes Tito y Pelusa nacen en México para la tele. La primera vez que debutamos, lo hicimos en Canal 2 de Xochimilco, dentro de Televisa, con un programa que conducía Evelin La Puente. Se trataba de un programa ómnibus dedicado a la mujer en el que hacíamos el segmento infantil. Años más tarde llegamos a Rosario, Argentina durante 1983, cuando la agencia Camilo Serbali nos lleva a canal 3 de la mano de Rudi Serbali, un canal en el que todavía estamos trabajando.
-Vamos a hacer un viaje a la infancia de cada niño y niña, ¿Cuál fue su primera presentación?
-La primera presentación en Rosario fue en el teatro La Comedia, después de tres meses en el aire con el programa “El mundo de Tito y Pelusa”. Corría el año 1984, y además de las funciones en teatro hacíamos televisión todos los días a las 17:30. Ese debut fue un exitazo. Nos quedamos un mes completo a sala llena, y luego nos mudamos al ya desaparecido teatro Olimpo de calle Corrientes, porque el púbico pedía seguir viendo a los payasos de la tele en teatro, y lo más loco es que hoy en el 2023 seguimos teniendo el mismo sentimiento con la
gente en cada una de las funciones que hacemos en Circo Cristal.
-En una época globalizada, donde las infancias suelen quedar olvidadas, ¿Qué significa la risa en esos niños? ¿Cómo se logra una sonrisa?
-En una época globalizada donde los chicos están todo el día con el celu o la tablet, tiene que reaccionar el papá o la mamá, y llevarlo, por ejemplo, al circo Cristal, donde el chico descubre un espacio distinto y comienza a florecer su imaginación tangible con los personajes. Es genial verlos desde arriba del escenario cuando descubren el juego escénico, y participan de los gags, de las preguntas o los chistes que hacemos. Está probado que la explosión de risa marca un antes y un después en cada niño. Traerlos a deslumbrarse con Cristal, y vivir la experiencia en familia es una experiencia maravillosa que no se compara para nada con la soledad, y la luz de lo cibernético en una habilitación. El teatro, y el teatro nos hace bien.
-El tiempo devora todo, ¿Cuál momento les gustaría atesorar?
-Es cierto que el tiempo pasa rápido, las etapas vuelan, y en este tiempo nosotros estamos trabajando mucho con los chicos. Queremos atesorar ese momento, en cada función, cuando el contacto con el niño nos regala: una anécdota, una sonrisa, un momento, porque eso se guarda en el corazón para siempre. No hay pantalla televisiva o de cualquier electrodoméstico que reemplace esa conexión única que genera el espectáculo en vivo.
Detrás de escena
-¿Cómo es la preparación de cada show?
-Nuestro show fue cambiando a través de los años. Los chicos van evolucionando, y nosotros también. Estamos a su lado y nos aggiornamos juntos, por eso cada nuevo espectáculo lleva, por lo menos, una preparación de tres meses. Nuestro objetivo es lograr la motivación, hacerlo sonreír, y que se lleve algo de cada una de nuestras actuaciones. Seguimos la escuela que usaba Chaplin o Gabi Fofo y Miliki, quienes usaban una mueca, o una caída para divertir con lo simple, con lo cotidiano, con lo que nos forma.
-¿Cómo fue la infancia de ustedes?
-Tito: En mi caso lo que más disfrutaba es jugar en la vereda con los amigos del barrio. En mi infancia los juegos eran de piratas y vaqueros imitando alguna serie de la tele, y lo que más me gustaba era jugar a la rayuela en la vereda mientras mis tías tomaban mates, viendo como disfrutábamos de nuestra infancia
-Pelusa: Yo tuve una infancia maravillosa en Pérez, mi pueblo, hoy ciudad. Me acuerdo que con mi hermana melliza Mari pasábamos horas jugando a ser artistas: cantábamos y bailábamos en un escenario improvisado en el fondo de casa. Yo ya quería ser payaso. Es más; invitábamos a los chicos de la cuadra y lo sentábamos en fila como en el teatro y hasta llegamos a cobrar la entrada (risas).
-¿Qué lindo seria “un mundo de ilusión, lleno de alegría y de emoción”, no?
-Un mundo de ilusión se consigue sacando nuestro niño interior, y ese mundo lleno de alegría y emoción se logra creando sorpresa, y lo inesperado desde el escenario, algo que buscamos replicar en cada uno de nuestros programas y shows.
-¿Crecer es un disgusto que nos sienta bien?
-Crecer es parte de la vida. Sería muy lindo quedarse siempre niño con esa ilusión, pero van pasando las etapas, y con ellas los compromisos. Cada tramo de la vida tiene lo bueno, y lo malo, que nos atraviesa. Por eso está en cada uno experimentarlo. Por eso nuestro consejo es creer en la amistad, compartir con nuestros pares, salir al circo, reírse mucho, jugar y ver la vida siempre con esos ojos de niño. Los esperamos de jueves a lunes en el Paseo Libertad de calle Oroño al 6000 con funciones; los jueves, viernes y lunes a las 20:30. Sábados, domingos, feriados y en vacaciones a las 15:30, 18:00 y 20:30.