Este jueves se detectó en el local de origen chino DD2, ubicado en plena peatonal Córdoba de Rosario, a unos 32 empleados que estaban trabajando en “negro” y en condiciones de hacinamiento. El procedimiento que se realizó estuvo a cargo de inspectores del Ministerio de Trabajo de la provincia de Santa Fe.

Desde la Asociación Empresaria de Rosario (AER) se mostraron sorprendidos ante la noticia y ratificaron su “repudio” ante hechos de esta índole y de cualquier caso en el que “los empleados estén trabajando de manera informal”, afirmó su titular, Ricardo Diab a Mirador Provincial.

A su vez, se mostraron predispuestos a colaborar ante cualquier situación similar, porque entienden que no se pueden admitir estos contextos laborales que son “repudiables”, como fue este caso en particular del local DD2.

La inspección en el local chino, ubicado en Córdoba 1200, fue solicitada por la Asociación Empleados de Comercio de Rosario que participó de la inspección a través de algunos miembros del Concejo Directivo, según informó el sitio informativo Conclusión asociado al gremio.

En la revisión del espacio sorprendentemente constataron que detrás de una pared de Durlock se escondía una puerta que comunicaba a varias habitaciones. En una de ellas se descubrió que 13 de los trabajadores estaban escondidos en condiciones de hacinamiento, todos sobre una cama de dos plazas.

El sindicato de Empleados de Comercio confirmó que quienes estaban trabajando en el local chino DD2 se encontraban en condiciones de "esclavitud". No sólo eso, sino que también los inspectores no encontraron explicación de los titulares del comercio ni documentación que acredite el registro legal de los trabajadores.

En esta línea, la Prosecretaria de la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario, Silvana Crocci, detalló que las inspecciones formaron parte de una “tarea habitual” que la entidad gremial realiza con comercios de la ciudad, al tiempo que precisó que, en este caso, no hubo una denuncia que disparara el control.

“Llamó la atención que cuando comenzaron los relevamientos, parte del personal fue llevado a una puerta detrás del local comercial. Parecía un búnker, con una pared de durlock y alfombra. Los empleados estaban sentados en una cama de dos plazas con las piernas para arriba, y manifestaron que trabajaban ahí un promedio de diez horas diarias, con un sueldo de cinco mil pesos por día”, repasó Crocci al respecto.

Ante este escenario, el Ministerio de Trabajo de Santa Fe abrió un acta contra la empresa, la cual fue firmada por los responsables del comercio, mientras que el próximo jueves 17 de agosto habrá una conciliación en donde los dueños del bazar deberán presenta el alta y la regularización de todas las personas que trabajan en el lugar.