En diciembre de 1983 don Julio Quiroga con apoyo de su familia donaba el terreno que hoy ocupa la Capilla de San Cayetano, en calle Melchor Martínez –que es la continuidad de San Martín hacia el oeste- en la ciudad de Coronda, departamento San Jerónimo.
A partir de allí la unión entre el santo y este pueblo trabajador se estrechó aún más. Por eso, este lunes comenzó movido para la comunidad del templo ya que desde temprano se inició la llegada de fieles que fueron colmando la primera tanda hasta la celebración que el sacerdote Osvaldo Ramírez hiciera desde las 10.
Con esa primera misa por la mañana donde los fieles aprovecharon para quedarse con todo tipo de recuerdos a partir de la feria instalada frente al templo de calle Melchor Martínez, luego la festividad continuó por la tarde con la multitudinaria procesión que arrancó en la Ruta 11 y la posterior misa central que fue encabezada por el párroco de Coronda, Presb. Sergio Capoccetti.
El sacerdote abogó -ante los presentes que colmaron y más la coqueta y muy bien mantenida capilla- a "las autoridades a dar trabajo, a permitir que estén dadas las condiciones para que los empresarios den empleo, en una época muy difícil para los argentinos donde la pobreza cada vez será más grande".
“San Cayetano es esperanza, y por eso la gente cree, agradece y a pesar de todas las dificultades, siempre está presente junto a este tan piadoso santo” continuó el cura. Por la noche se realizó la última misa donde los fieles que faltaban agradecieron y pidieron, según su propia situación, en medio de un clima de respeto y solemnidad en un frío comienzo de noche en esta cabecera departamental. En todos los casos hubo bendición de panes para que los fieles llevaran a sus casas con la fe que contuvo esta jornada festiva.
Un poco de historia
En la ciudad de Coronda, y durante el transcurso de 1983, por inquietud del párroco corondino presbítero Albino Táccari –hoy un barrio lleva su nombre- y gestión de la prof. Alcira Marioni Berra, interpretando la necesidad de contar con un oratorio en la zona oeste de la ciudad, se interesa a los vecinos del lugar para concretar este proyecto. Ante tal propuesta y observando la gran receptividad manifestada por el vecindario, la familia Quiroga dona entonces una parcela de terreno de 600 metros cuadrados, ubicada en Melchor Martínez 2285.
El 7 de agosto del mismo año se realiza la primera procesión, llevando la imagen del santo que le da nombre: San Cayetano, Patrono del Pan, el Trabajo y la Familia, colocándose en el medio solar la Piedra Fundamental de la futura capilla. Para obtener los recursos necesarios se crea la comisión pro capilla, que posteriormente y realizando distintos beneficios concreta la escrituración y mensura del terreno al 11 de abril de 1984, la construcción de la alcantarilla reforzada para el acceso de vehículos de gran porte el 15 de diciembre de 1984, la instalación de un equipo de bombeo de agua para el 26 de marzo de 1985, y bajo el proyecto técnico y dirección de obra ad honorem de la arquitecta Martha González de Bortolozzi se cristalizan los trabajos de cimientos, columnas laterales de hormigón armado, contrapisos, encadenados y construcción de paredes hasta una altura suficiente como para iniciar el techado de la Capilla. En la obra participan los vecinos del lugar que destinan sus momentos de merecido descanso a esta actividad.
Continuando con los quehaceres, en el primer semestre de 1987 se levantó el pilar para el suministro del fluido eléctrico, y el pórtico donde se colocó el mural identificador de nuestra querida capilla, con la imagen protectora del Santo Patrono del Pan, el Trabajo y la Familia: San Cayetano. En distintos años hubo agregados y mejoras, siendo el edificio un ejemplo en cuanto al cuidado y mantenimiento, gracias a su comisión directiva.