Tras las exitosas organizaciones de los cursos de robótica e impresión 3D, en la ciudad cabecera del departamento San Martín se viene una nueva iniciativa orientada a los más pequeños. Desde el grupo Por Sastre, equipo que impulsa la capacitación, anunciaron una nueva propuesta. Lanzaron un taller de Iniciación a la Programación Infantil orientado a niños de primero, segundo y tercer grado. Será gratuito, tendrá una duración de un mes y se dictará de forma semanal. “Actualmente casi todos los chicos de estas edades tienen una herramienta electrónica en su mano. Entonces, enseñarles a utilizar de manera creativa ese instrumento es fundamental. La programación, robótica y nuevas tecnologías están sucediendo ya, en este momento. Debemos ayudar a los más pequeños a introducirse en ese mundo porque son nativos de todo esto”, explicó Melina Banchio, una de las impulsoras de la formación.
A través de un convenio con una academia de computación local, el espacio Por Sastre anunció el desarrollo de un taller de Iniciación a la Programación Infantil. Todo comenzará el próximo 15 de agosto y tendrá una duración de un mes con cursadas de una hora semanal. “Surgió para el primer ciclo escolar, que es primero, segundo y tercer grado. Son chicos que en la escuela no tocan el área de computación. Por ahí se da en niveles superiores, pero no en esa etapa”, destacó Banchio.
En la organización promotora de estas acciones recordaron la forma en la cual se gestó el proyecto y el rápido impulso que tomó al momento de promocionarlo. “Nos encontramos con madres y padres que nos mostraban inquietudes ante la falta de capacitaciones para edades más chicas. Dimos con esta Academia de Computación, nos sorprendimos por la cantidad de material que tiene y cómo estaba armada. Fue así que tomamos la iniciativa de cerrar el convenio para planificar el taller. Las inscripciones fueron un boom”.
Enfocados en las nuevas tecnologías
El espacio Por Sastre había comenzado en el verano una serie de iniciativas con el foco puesto en las nuevas tecnologías. El primer paso fue un taller de robótica para niños de entre 10 y 11 años. Más tarde, los cursos se direccionaron a impresiones 3D, en ese caso para mayores de 18 años. “Con este último, hoy hay gente que encontró una salida laboral. Pudo adquirir la máquina y comenzó a confeccionar diferentes productos”, contaron.