Pasó el primer semestre de competencia de Newell’s con Gabriel Heinze al frente del plantel profesional y fue con más pena que gloria. En realidad, podría decirse que los resultados que obtuvo la Lepra en los últimos seis meses y pico, no estuvieron a la altura de la ilusión que generó la llegada del “Gringo”, uno de los ídolos y referentes más fuertes de la hinchada rojinegra en los últimos tiempos. A favor del entrenador, debe decirse que tuvo que arreglarse con lo que había en el club, sin grandes refuerzos a pesar de la triple competencia que debía afrontar. Pero también es cierto que conocía al detalle el club en el que asumía como conductor futbolístico, allá por noviembre de 2022. Quizás lo más rescatable de este primer micro ciclo de Heinze en Newell’s haya sido el impulso que les dio a los jóvenes de las divisiones inferiores, pero los resultados y los rendimientos estuvieron muy por debajo de la expectativa creada.

Gabriel Heinze hizo explotar de felicidad los corazones leprosos cuando a fines de noviembre de 2022 estampó su firma como nuevo entrenador de Newell’s. Fiel a su estilo, rápidamente se puso a trabajar y su plantel fue el primer en regresar de las vacaciones para iniciar una larguísima pretemporada, rumbo a la competencia en la Liga Profesional, la Copa Argentina y la Copa Sudamericana, que era el objetivo que ilusionaba a todo el universo rojinegro.

El “Gringo” cerró las incorporaciones de dos viejos conocidos para él: el arquero Lucas Hoyos y el zaguero Guillermo Ortíz. El DT puso el foco en los juveniles, a los que fue subiendo al plantel profesional y dándoles cada vez más protagonismo. Más tarde, casi al filo del inicio de la temporada, llegaron Jherson Mosquera, Ángelo Martino, Bruno Pittón, Iván Gómez, el paraguayo Jorge Recalde y Jonathan Mnéndez, que no duró ni seis meses en el club y ya se fue. Y volvieron de sus préstamos el arquero Williams Barlasina y el delantero Justo Giani.

A su vez, se fueron jugadores que habían sido muy importantes en ciclos anteriores, como el defensor Cristian Lema, el volante central Julián Fernández y el delantero Juan Manuel García. Por otra parte, la dirigencia no pudo concretar ventas sustanciosas y eso dificultó el mercado de pases. Todas las fichas estaban apostadas a Heinze.

El torneo empezó y rápidamente se detectó en el equipo conducido por el “Gringo” una tendencia que se había dado en otras temporadas: fuerte de local y muy débil de visitante. La esperada propuesta de intensidad, despliegue físico, presión alta, superioridad numérica y voracidad en ataque, se cumplía a medias en los partidos de la Lepra. También quedó en evidencia la falta de jerarquía del plantel rojinegro en casi todas sus líneas.

En ese contexto, Newell’s inició su camino en el Grupo E de la Copa Sudamericana, que compartía con Santos de Brasil, Audax Italiano de Chile y Blooming de Bolivia. La victoria agónica en Santiago ante Audax inició un camino florido para la Lepra, que ganó cinco de los seis partidos del grupo -el restante lo empató y terminó invicto- y logró el boleto directo a octavos de final de la competencia. En ese camino, logró el primer triunfo de su historia en Brasil, al derrotar con autoridad a Santos. Ese fue el punto más alto de Newell’s en la primera mitad de 2023.

En el medio, hubo un cachetazo muy fuerte para la gestión de Gabriel Heinze: la derrota ante Claypole que tachó a Newell’s de la Copa Argentina, un torneo siempre atractivo porque otorga un título nacional y por que también habilita un cupo en la Copa Libertadores del próximo año. Para mucho, fue la peor derrota de la Lepra en sus 120 años de historia, ya que el equipo rosarino nunca había caído contra un conjunto de la cuarta categoría del fútbol argentino. El mazazo fue muy fuerte para Heinze y sus futbolistas, a los que les costó recuperarse.

Por otro lado, Newell’s seguía navegando en un mar de mediocridad en el campeonato local, con resultados más o menos positivos en el Coloso Marcelo Bielsa y decepciones repetidas cuando salía de Rosario. Otro de los objetivos del semestre era ganar el clásico de la ciudad, que después de mucho tiempo se volvía a jugar en el Parque Independencia. Fue empate 0 a 0, con un trámite para el olvido. El marco superó ampliamente al espectáculo.

Newell’s terminó su participación en la Liga Profesional en el puesto 14 de la tabla general, bien clavado en la mitad de la tabla, con la misma cantidad de partidos ganados y perdidos (8) y con 11 empates. De visitante solo pudo ganar dos encuentros y se volvió a Rosario con derrota en siete oportunidades. Tendrá que remontar mucho en la Copa de la Liga que empieza el fin de semana que viene para soñar con alcanzar un puesto de clasificación a las copas de 2024.

El final de este primer ciclo de competencia con Gabriel Heinze como DT, estuvo en sintonía con lo anterior. Newell’s no tuvo fortuna en el sorteo y terminó jugando octavos de final de la Sudamericana con el bravo Corinthians, un gigante de Brasil que venía de la Libertadores. El técnico Vanderlei Luxemburgo priorizó la competencia en el Brasileirao y puso mayoría de suplentes en los dos partidos, pero Newell’s no supo ni pudo imponer condiciones y se quedó afuera luego de perder en San Pablo y de empatar 0 a 0 en el “Coloso”, en un choque que no tuvo la intensidad de los duelos coperos.

Se viene un desafío muy fuerte para Heinze y también para el presidente Ignacio Astore. Newell’s necesita estar a la altura de la competencia que le queda de acá a fin de año, que es la Copa de la Liga. Se sumaron el zaguero colombiano Carlos Ordoñez y el lateral Augusto Schott, pero da la sensación de que todavía faltan un par de refuerzos para completar el plantel. El club por ahora no concretó una venta importante y eso limita las posibilidades rojinegras. Los hinchas esperan señales que los vuelvan a ilusionar.