Apenas surgieron los resultados electorales provisorios de las mesas más tempraneras de distintas escuelas de Venado Tuerto, fueron motivo de asombro los números que cosechaba el candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, que superaba largamente los de otros postulantes que, en la teoría, asomaban con más posibilidades, como el oficialista Sergio Massa y los opositores Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
Más aún se multiplicaban las expresiones de sorpresa cuando el líder libertario superaba en varias mesas la suma de los dos postulantes de JxC, mientras que el aspirante de Unión por la Patria ocupaba un cómodo cuarto lugar.
En este sentido, también llamaba la atención el rendimiento de Larreta, muy por debajo de las expectativas del intendente Leonel Chiarella y del senador Lisandro Enrico, quienes habían sido las figuras estelares de las primarias locales y departamentales del 16 de julio. A pesar del esfuerzo de ambos por ejercer una fuerte tracción en el sur sur santafesino hacia la figura del jefe de gobierno porteño -único precandidato presidencial que visitó la ciudad en esta campaña- no fue suficiente para neutralizar el cachetazo a la clase política tradicional que pergeñaba una mayoría silenciosa a través del outsider dolarizador.
Los primeros comentarios apuntaban a aquello de que “Venado es una isla”, en el sentido de que la Esmeralda del Sur, más de una vez, asumía conductas que se orientaban en un sentido distinto a las mayorías, dando crédito a esa condición díscola, pero enseguida se confirmó que en todas las regiones del país se replicaba el mismo fenómeno.
Consultados por El Litoral, algunos referentes políticos locales destacaron que se trata de un “efecto de alcance nacional”, muy vinculado a “la bronca de la gente”, que en esta oportunidad no se manifestó en las calles, sino mediante una expresión política, con nombre y apellido, y peinado raro, aunque en muchos casos no se le presta atención a su programa político, o hasta se rechazan sus proyectos, a pesar de votarlo.
Otro dato significativo es que Milei no cuenta con discípulos reconocidos en la ciudad, más allá de algunas expresiones que se vinculaban en lo semántico, como Viva la Libertad, pero que no necesariamente mantienen vínculos en común. Tampoco hubo una campaña local de los libertarios, que apenas hicieron un vuelo rasamente con sus postulantes provinciales, ratificando el fenómeno nacional de Milei, que no se explica por anclajes territoriales -de hecho en varias provincias sus representantes perdieron por escándalo-, sino por la combinación de una influencia mediática con un hartazgo social, que al menos tuvo su impacto en las PASO de este domingo 13, una elección que, bien se sabe, siempre es diferente a una general, donde se eligen las autoridades y los comportamientos del electorado pueden ser diferentes.
Sin números a la vista en Venado Tuerto, pasadas las 21.30, estaba claro que el gran ganador de la jornada en la ciudad había sido el extrovertido libertario, seguido por Bullrich, Larreta y Massa -en ese orden- y sólo faltaba darle precisiones al batacazo electoral con los resultados concretos que surgirán en las próximas horas.