Para poder tratar los millones de litros que se vierten diariamente al río Paraná desde Rosario es necesaria una planta depuradora. Es un reclamo que vienen impulsando distintas ONG y el propio Concejo de la ciudad. Ante esto, la empresa Aguas Santafesinas SA presentó este año un proyecto de obra en la Nación que, actualmente, está bajo análisis para asignarle recursos.
Mirador Provincial pudo acceder al documento que se presentó, en el cual se detallan los lineamientos principales que se pretenden ejecutar y el presupuesto que debería destinarse al proyecto actualizado, a junio de este año, que alcanza los 11.800 millones de pesos con IVA incluido, aunque puede modificarse de acuerdo a la inflación.
La iniciativa de la planta fue realizada y presentada por la empresa Aguas Santafesinas, aunque la firma no posee de los recursos para la inversión. Por eso, es la Provincia o la Nación la que debe hacerse cargo. En la escala de estas obras que son tan costosas, por lo general, se busca financiamiento internacional.
El proyecto, que ya se presentó, se encuentra bajo análisis y propone el armado de una planta que lograría tratar el 40% de los efluentes cloacales vertidos en Rosario.
Para llevarlo a cabo es necesario que el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enohsa) apruebe el proyecto y que Nación adjudique la obra con recursos para que se pueda realizar el llamado a licitación y, así, avanzar con la iniciativa, que se viene prometiendo desde hace años.
Según indica la presentación de Aguas Santafesinas, estos son sus principales objetivos:
-La cuenca cubre la mayor parte de la zona sur y alberga el 29 % de los habitantes del área servida de la ciudad.
-El objetivo del proyecto es sanear la cuenca del Emisario Sur mediante la gestión de los líquidos pluviocloacales, con la separación de efluentes cloacales y su pretratamiento, previo al vuelco al Paraná.
-Implica un beneficio actual para 287.000 habitantes, con una proyección a 356.000 en el año 2050.
En esta línea, también se realiza un señalamiento de cuáles serían las etapas que abarcaría el plan que diseñó Aguas:
-Reconstrucción del Emisario pluvial en hormigón armado hasta descarga en el río Paraná.
-Cámara de separación de los líquidos provenientes del Emisario Sur en cloacales y pluviales.
-Colector de derivación de los líquidos cloacales hacia una estación de bombeo cloacal.
-Estación de bombeo de ingreso a Planta de tratamiento, cámara de carga y tubería de descarga directa al río (a construirse todo dentro del predio de la futura planta depuradora).
-Obras complementarias.
-Planta Depuradora de Líquidos Cloacales (PDLC): Pretratamiento.
-Emisario subfluvial de descarga de líquido tratado.
-Obras complementarias.
Inversión estimada: 11.800 millones de pesos a junio 2023 (IVA incluido)
La necesidad de una planta depuradora
Rosario, al no contar con una planta de tratamiento de efluentes, arroja al agua “casi 400 millones de litros de desechos todos los días”, según estimó el movimiento socioambiental XR.
Esto derivó en que la ONG “Asociación Civil Cuenca Río Paraná” llevara adelante una demanda civil que motivó un análisis solicitado por la Fiscalía Federal 2 que determinó “niveles exorbitantes” de contaminación en el agua proveniente del vertido de efluentes cloacales en el Emisario Sur, de Circunvalación y Ayolas.
La situación motivó que en agosto de este año el Concejo resolviera dirigirse al Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda de la Nación, a la empresa estatal que presta el servicio (Assa) y al Ente Regulador de Servicios Sanitarios de la Provincia de Santa Fe (Enress); a los fines de que provean información actualizada respecto del nivel de avance del proyecto de construir una planta depuradora de efluentes denominado “Construcción de la planta depuradora de líquidos cloacales Gran Rosario”, anunciado por la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación.
Si bien en Rosario todavía hay un 15% de vecinos y vecinas que no cuentan con un sistema de cloacas, el 85% -que sí tiene- está tirando la cadena hacia el río. La falta de una planta depuradora de efluentes no solo es una promesa incumplida de los distintos gobiernos desde hace más de 20 años, sino también un golpe más al medio ambiente.
La empresa admitió que el sistema actual en Rosario “es propio de un paradigma de principios del siglo pasado” cuando se hicieron los primeros desagües, pero “no interfiere con el proceso de potabilización del agua”.
Pese a que se estén volcando millones de litros de aguas servidas, la compañía confirmó que “no hay riesgo de tomar el agua”, por dos motivos: el primero es que el Paraná tiene una “gran capacidad de diluir los líquidos pasando prácticamente inadvertidos” y, el segundo, es que “las tomas de captación de agua están por encima de donde se vierten los mismos”.
Hay que tener en cuenta que normalmente el río tiene 14 mil metros cúbicos por segundo de caudal -ahora con la bajante se ubica en torno a 10 mil-, es decir, que cada vez que uno parpadea pasan entre 10 y 14 millones de litros de agua.
No obstante, aceptan que “no tenemos el sistema ideal”, sobre todo sabiendo que hay un principio ambiental que indica que “todo lo que vos tomás del medio ambiente, lo tenés que devolver en iguales condiciones”, por lo tanto, “nosotros deberíamos hacer lo mismo en este tema”.