Karina Analía López tiene 51 años, es mamá de tres hijos varones, es abogada y vive en Gualeguaychú. Hace un año le diagnosticaron cáncer de mamas, fue operada, realizó tratamientos de quimioterapia, radioterapia y actualmente toma medicación oral.

“El tratamiento oncológico lo hago en la ciudad de La Plata con el Dr. Sergio Daniele, yendo a controles ahora cada seis meses. El Dr. Daniele, antes de comenzar con la quimio, me recomendó el uso de los cascos fríos. Tenía dos opciones: o alquilar la máquina a una empresa de Buenos Aires o bien hacerlos en forma casera pasándome el link del grupo ‘Quimio con pelo’, el cual busqué por internet. De esa forma armé junto a dos amigas, Viviana y Carina, los cascos con todas las dudas e incertidumbre de cuando no conocemos de qué se trata y no tenía ningún referente más que testimonios de personas desconocidas en el grupo de Quimio con pelo”, contó Karina a Mirador Entre Ríos.

“Era tanta la ilusión de conservar mi cabellera que lo intenté sin dudar. Tuve cuatro sesiones de quimio y pude conservar mi pelo gracias a esta técnica casera, simple y poco costosa”, aseguró.

–¿Cómo y cuándo nació “Cascos fríos”?
–Conocí a una doctora, la cual me contactó vía telefónica, llamada Julia Berwart. Ella es mastóloga y reside en la ciudad de Concepción del Uruguay desde fines del año pasado. Ella es pro cascos por así decirlo, y comenzamos juntas a idear este proyecto que hoy se llama “Cascos fríos Entre Ríos”, porque a Alcec de Concepción llegan pacientes de diferentes puntos de la provincia, ella atiende a muchos de ellos y luego simplemente les pasa mi contacto y de forma telefónica y a veces presencial, les doy las instrucciones y consejos para llevar a cabo esta técnica.
Nació hace muy poquito, hará uno o dos meses, estamos asistiendo a pacientes desde principios de año y espero que el grupo junto a otras pacientes que colaboran conmigo pueda ser más grande para poder acompañar a muchas pacientes que padecen esta enfermedad.

VIDEO EXPLICATIVO

–¿Cómo se confeccionan los cascos? ¿Cualquiera puede hacerlos? ¿Qué elementos se necesitan?
–Siempre paso un video de la señora Paula Estrada quien confecciona los cascos de manera clara y detallada. Es con ese video que armé los míos, cualquier persona puede haceros, hay que contar con geles frío-calor y cinta de embalar. Solo eso se necesita. Se compran por Mercado Libre, ya viene el kit preparado, marcas recomendadas; Pump o Bodycar. Con Julia recomendamos solo esas dos marcas, no conozco cómo funcionan los cascos que se venden armados.

–¿Qué tan efectivos son? ¿En qué casos han funcionado mejor y en cuáles no tanto y por qué?
–Tienen entre un 75 y un 80% de efectividad. El pelo se debilita igualmente porque la quimio entra en el cuero cabelludo, se debilita, se cae más de lo habitual, por eso dentro del protocolo hay que seguir pasos de cuidado del pelo necesarios para acompañar el uso de cascos. Funcionan mejor cuando el pelo es un pelo sano, no es tan largo, por eso antes del comenzar el tratamiento se recomienda cortar el pelo a la altura de los hombros para el caso de que sea muy largo; ello para que el cuero cabelludo esté más liviano y no tire tanto el pelo largo; asimismo hay drogas que se colocan en la quimio más fuertes que otras, pero aun con esas drogas fuertes el pelo puede conservarse igual; depende también del organismo de cada paciente por supuesto, los efectos de la quimio varían de acuerdo al organismo de cada paciente.

RELEVANCIA

–¿Qué dicen los oncólogos?
–Creo que es opinión de cada oncólogo, hay opiniones variadas, tal vez porque como profesionales de la salud, a mi entender y por lo que percibo, ellos quieren curar al paciente y no les parece “de relevancia” lo que pase con el pelo. Sin embargo, hay muchos como Julia y mi médico Sergio, que han visto como cada paciente atraviesa el tratamiento con su cabellera y ven efectos muy positivos en la vida el paciente, por eso lo recomiendan ya que es totalmente inofensivo y no presenta peligro para la salud.

–¿Existe la posibilidad de armar un banco de cascos en los hospitales?
–La idea con la doctora Julia es poder tener un banco de cascos para que toda persona que quiera acceder a ellos lo pueda hacer gratuitamente, por supuesto. En este grupo les pido a cada paciente que compre tres o cuatro kits de geles para poder armar el banco y se le prestan el resto de geles que necesita, luego de terminado su tratamiento, la condición es que los done. Hasta ahora venimos de a poco armándonos de varios cascos. Y también sería muy positivo que en los hospitales pudiesen crearse estos bancos, teniendo en cuenta que muchas personas no poseen los ingresos suficientes para la compra de los kits de geles.

EN PRIMERA PERSONA

“Pasé mi tratamiento de quimio casi con normalidad, cuidándome por supuesto, pero nunca dejé de trabajar ni de hacer mis actividades cotidianas, me veía frente al espejo entera, con la misma apariencia de siempre. Creo que es fundamental reconocerse en el espejo, da fuerzas para ser positiva y continuar con esperanza, creo que el hecho de fijar nuestras energías en todo el protocolo y armado de los casos y el uso y traslado cuando hacía la quimio, hizo que las aplicaciones de quimio pasaran casi desapercibidas. Eso nos pasa a las pacientes que hemos hecho uso de los cascos, por eso hago hincapié en lo positivo que fue esta experiencia, y sería egoísta de mi parte no compartirla y no difundirla. Lo que aconsejo, además, es que después de la quimio el pelo necesita un cuidado especial, sin tinturas, sin secador, sin planchita, con lavado con agua tibia en forma suave cada diez días después de cada quimio y solo con champú neutro sin parabenos. Esto forma parte del tratamiento para que se conserve”.