Hay gente que cree en Dios, en los Santos, en las virgencitas, en la estampitas. Hay gente que cree "en algo". Y hay gente que no cree en nada. Para los creyentes futboleros y para los agnósticos pero pasionales en esta bendita ciudad de Garay, que empezó la cuenta regresiva hacia sus especiales 450 años, será un día infartante. El domingo no pudo arrancar más loco con el tiempo: calor, lluvia...lluvia...calor. Y, para variar, como un documento inalterable de esta tierra: cientos de miles de mosquitos. O sea, Santa Fe en modo Santa Fe. En este Súper Domingo no faltarán los otros sellos de la capital: la cumbia para matar la espera y la cerveza para desatar alegrías a o matar las penas.
En esta futbolera Santa Fe, donde hace años se juega el clásico más parejo de todo el mundo (a su vez, el que menos se juega, porque hace siglos están suspendidos "los amistosos"), la vigilia comenzará a las 14.30 cuando arranque Colón-Talleres en el Cementerio de Elefantes y terminará cerca de las 21 cuando se marque el final de Belgrano-Unión en Córdoba. Así, en la noche del domingo, el que gane se habrá sacado el Quini 6. El que pierda, quedará complicado con el sorteo revancha, dentro de 15 días ya que antes veremos el otro domingo las boletas del balotaje.
Colón, dos años después de salir campeón del fútbol argentino, está en riesgo. Unión, luego del mejor mercado de ventas de toda su historia con 15 millones de dólares, también juega a la timba con la permanencia. Si el destino marca que uno de los dos se va la "B", sería absurdo: al que le toque la desgracia, será el más rico de todo el Cementerio. Increíble pero real. Como dice mi amigo paraguayo: "Un pobre millonario".
Los resultados "de los otros" (hubo cuernitos, cruz de sal y tantas cosas más) fueron de noticiones a resultados previsibles: fue batacazo el de los tucumanos bajando en el Bosque al Gimnasia de Madelón, fue parda lo de Vélez con Argentinos y pasó lo que tenía que pasar en el Tomás A. Ducó: Huracán se salvó del descenso al ganarle al descendido Arsenal.
Pasemos en limpio: no sacó el "cogote" Gimnasia (le queda visitar al duro Banfield de Falcioni que va por el objetivo de meterse entre los cuatro de su zona para soñar con los cruces) y se complicó solito Vélez que en la última recibirá a Colón en el José Amalfitani de Liniers. El que zafó de todo fue Huracán. ¿Qué falta?: Tigre-Platense (domingo) y Sarmiento de Junín-Godoy Cruz el lunes a la tardecita. En la última fecha, lo dicho: Vélez-Colón en Liniers y Unión-Tigre en Santa Fe.
La ciudad, cuando arranque un partido (Colón empieza a las 14.30) y hasta que termine el otro (Unión inicia a las 19), parecerá blindada con casi 700 efectivos policiales. ¿El dato?: se solicitaron efectivos extras de lugares como Esperanza, Rafaela, etc., como para reforzar los dos epicentros: el Brigadier López y la sede de Unión en López y Planes. "Como si se jugara el clásico", a pesar que sólo juega en casa uno de los dos.
Una ciudad, dos pasiones, un descenso y seis puntos calientes contra los cordobeses. Se la juegan los dos hijos pasionales de la ciudad de Garay, en la cuenta regresiva a los 450 años de su fundación. Que no sea noviembre sin ti. No podemos quedar aislados y hoy más nunca, antes del aniversario en la capital de la provincia invencible, hay una frase que retumba: "¡Abrir puertas a Primera!".