El crimen ocurrió en la noche del lunes 13 en barrio Stella Maris, un rato después que el ministro de Seguridad anunciara un operativo de saturación policial a menos de 500 metros. Es el tercer homicidio en la zona en una semana.
La violencia no para. Los tiratiros o sicarios con acento rosarino siguen tiñendo las calles de color sangre y dejando un tendal de víctimas a su paso, sin que nada ni nadie los pueda frenar. En la noche del lunes, pocos minutos después que desde el Ministerio de Seguridad se anunciara un operativo de saturación policial en varios puntos calientes de la zona noroeste, en uno de ellos un hombre de 58 años fue acribillado a balazos.
El -por ahora- último asesinato ocurrió pasadas las 20:30 del lunes 13 de noviembre en calle Juan B. Justo al 8100, de barrio Stella Maris, un sector de casas bajas ubicado a pocas cuadras del arroyo Ludueña, del Bosque de los Constituyentes (el pulmón verde más importante de la ciudad de Rosario) y del centro de salud Ceferino Namuncurá, que en las últimas jornadas apareció en forma recurrente en las páginas policiales, ya sea por la saga de crímenes así como porque en la tarde del viernes, el centro de salud cerró sus puertas antes la escalada de hechos violentos de inseguridad.
Según indicaron fuentes judiciales y policiales a este diario, a esa hora se recibieron varios llamados al 911 indicando que había una persona herida de arma de fuego en el interior de un vehículo que estaba estacionado.
Un rato más tarde llegó hasta el lugar personal policial y médico, que halló una camioneta Ford Ranger de color negro estacionada y dentro del habitáculo, del lado del conductor, a un hombre sin vida. La víctima fue reconocida como Alejandro Marcelo Padial, de 58 años.
La fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Gisela Paolicelli, ordenó que el cuerpo sea remitido al Instituto Médico Legal (IML) para ser sometido a autopsia y que personal del gabinete criminalístico y de la división homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) realice diversas pericias en el lugar donde estaba la camioneta, entre ellas levantamiento de rastros, toma de testimonios a vecinos de la zona y allegados a la víctima, que residía a pocos metros de donde fue asesinado y también que se verifique si hay cámaras de seguridad en la zona que puedan aportar datos a la investigación.
En la calle, a pocos metros de la camioneta, los investigadores levantaron 4 vainas servidas calibre 9 milímetros, que fueron enviadas a peritar. Vecinos indicaron al personal policial que los atacantes fueron dos personas que aparecieron en una moto, abrieron fuego sin mediar palabra y se dieron a la fuga.
Saturación
Media hora antes del ingreso del primero de los llamados, el ministro de Seguridad de la provincia, Claudio Brilloni, estuvo en inmediaciones del centro de salud Ceferino Namuncurá, ubicado sobre calle Juan B. Justo al 8600 –a cinco cuadras el lugar del crimen– y anunció que se dispuso un cronograma de saturación policial en toda la zona, en especial en los barrios 17 de Agosto y Las Flores, en la zona sur; Fisherton, Industrial, Ludueña, Larrea, Empalme Graneros y Stella Maris, en el noroeste.
Sobre los hechos ocurridos en las últimas jornadas en la zona noroeste, el ministro reconoció que “se han dado hechos altamente graves” y que “es un barrio de conflictividad y vulnerabilidad, un lugar donde confluyen muchos factores. Entre ellos, disputas entre bandas dedicadas al narcomenudeo disputan el liderazgo territorial”.
Además, remarcó que se busca “responder a la demanda social con prevención y con investigación” y que “si tuviéramos los recursos que necesitamos para poder atender tanta demanda, estos hechos no ocurrirían”.
Zona de sangre
En una semana, en un radio de tan solo 10 cuadras, el barrio Stella Maris fue escenario de al menos tres homicidios. El primero de ellos ocurrió en la madrugada del martes 7, cuando una joven de 29 años fue atacada a tiros en pasaje Franklin al 8000 (a menos de 600 metros del lugar donde fue asesinado Alejandro Padial) y falleció mientras estaba siendo atendida en el policlínico San Martín, por un disparo de arma de fuego en el abdomen. En el mismo hecho fue herido uno de sus hijos, de 10 años, que fue atendido por una herida rozante en su brazo izquierdo.
En base a distintos testimonios recogidos una semana atrás en el lugar, los atacantes fueron dos personas que pasaron en moto y dispararon contra varias de las casas ubicadas sobre el pasaje Franklin, y que la víctima fatal y su hijo fueron baleados cuando salieron a la vereda a ver que pasaba.
Dos días después se produjo una nueva balacera contra viviendas de la misma cuadra, aunque esta vez no hubo heridos.
El otro crimen fue el domingo 12. Poco antes de las 18, una mujer identificada como Lorena Itatí Vega, de 42 años, fue atacada a tiros mientras iba caminando por inmediaciones de Juan B. Justo al 8600.
Varios vecinos que escucharon el sonido de los disparos llamaron al 911 y denunciaron la balacera, y un rato más tarde llegó hasta la zona personal policial, pero la mujer ya había sido llevada en un auto particular hasta el policlínico San Martín, ubicado a unas 20 cuadras.
La mujer fue atendida por varias heridas de arma de fuego, una de ellas en la espalda. Luego de ser estabilizada en el policlínico ubicado en Chubut al 7100, se la trasladó en ambulancia hasta el hospital de emergencias, ubicado 40 cuadras al este, donde falleció poco después de las 23 producto de complicaciones en su cuadro clínico.
Según los primeros testimonios recogidos en el lugar, los autores del ataque habrían sido dos personas que pasaron en una moto y que sin mediar palabra, efectuaron múltiples detonaciones de arma de fuego hacia viviendas de la cuadra. Una versión indicaba que la mujer fue alcanzada por los disparos porque quedó en medio de la balacera; mientras que otra señalaba que el ataque fue contra la vivienda donde residía la víctima. A dichas versiones se suma el testimonio en redes sociales del hijo de la mujer asesinada, quien sostuvo que era a él a quien buscaban los atacantes.
"Yo nunca hice maldad a nadie, nunca entregué a nadie, nunca disparé a nadie, nunca saqué una vida a nadie. Siempre estuve del lado correcto y más firme y siempre la tuvieron conmigo. Pero esta vez se confundieron, fueron a cazarme a mí y la ligó mi mamá. Esta no se la llevan de arriba", mencionó por facebook.
En el lugar, los investigadores levantaron 11 vainas servidas calibre 9 milímetros, que fueron enviadas a peritar.
229
Con la muerte de Alejandro Padial ya son 14 los crímenes cometidos en los primeros 13 días del mes de noviembre (todos en distintos puntos de la ciudad de Rosario).
En base a datos propios y al informe del Observatorio de Seguridad Pública del Ministerio de Seguridad santafesino, ya son 229 los crímenes en lo que va del año en el departamento más importante del sur provincial (26 en enero, 32 en febrero, 22 en marzo, 22 en abril, 32 en mayo, 14 en junio, 18 en julio, 24 en agosto, 17 en septiembre, 8 en octubre y 14 en noviembre).
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