En la ciudad lo conocen como “Chapu”, pero su nombre es Agustín Wendler Kossmann, alumno del segundo año del Colegio de las Hermanas Mercedarias, de La Paz.
Un día de 2022, llegó una profesora a hacer una suplencia, les propuso participar de las Olimpíadas Nacionales de Filosofía y Agustín se sintió desafiado.
Con eso bastó para que le ponga todas las ganas a aprender e ir por más. Quedó segundo a nivel provincial en 2022 y en este 2023, fue elegido para representar a Entre Ríos en Tucumán, donde se llevan a cabo las instancias nacionales.
Mirador Entre Ríos habló con este gurí entrerriano que no se queda quieto nunca, para conocer cómo fue esta experiencia.
–¿Cómo surgió la idea de participar en las Olimpíadas de Filosofía?
–La idea surgió de la profesora Rita Gotardo, quien está dándonos la materia Formación Ética y Ciudadana. Ella nos dijo que presentemos un ensayo ya que estaba la idea de poder participar representando al colegio en las primeras instancias. Lo hice y su devolución fue muy buena.
–¿Cómo fueron los primeros pasos para esa participación?
–Elegí hablar sobre la tecnociencia y desde la elección del tema comencé a elaborarlo. Me sentí desafiado y eso me gustó. En el curso presentamos los trabajos dos alumnos nomás.
–¿Cómo fue ser elegido para representar a la provincia?
–En 2022 participé de la instancia provincial en Concepción del Uruguay y allí quedé en segundo lugar, o sea como suplente de la chica que ganó. Eso me motivó para participar en este año, sabiendo que estuve entre los primeros de Entre Ríos, por lo que fui por el viaje a Tucumán. Este año se hizo todo sobre el mismo tema y el ensayo lo mejoré bastante y este año la final se hizo en Paraná. Fuimos siete chicos de varios lugares de la provincia y el jurado eligió mi trabajo.
APRENDIZAJE
–¿A qué se refería la presentación en esa instancia?
–En las Olimpíadas, el tema cambia cada dos años, por lo que justo en mis dos primeras participaciones, me tocó hablar de la tecnociencia, este año creo que mejoré bastante el ensayo en relación al del año pasado.
–¿Cómo fue la preparación para Tucumán?
–Con la profesora no tuvimos que preparar mucho el tema ya que lo teníamos bien incorporado, leí muchas veces y ensayé como explicarlo en los días previos nomás.
–¿Que nos podés contar de ese viaje y esa estadía?
–La verdad que muy largo, pero disfruté mucho, hice amigos de distintas provincias. Estuve en una residencia a algunos kilómetros de San Miguel de Tucumán y me llamó la atención el poder de la naturaleza en ese lugar. Fue increíble. La estadía fue muy buena y los ensayos que hubo en esa instancia también fueron muy buenos. Aprendí mucho de filosofía en ese viaje.
–¿Qué balance haces de esta experiencia?
–Fue más que positivo, porque conocía muy poco de Tucumán y me quedaron muchos contactos. Además, ser uno de los pocos privilegiados de mi colegio en llegar a la etapa nacional estuvo muy bueno. Siento que me apasioné mucho por representar a mi colegio y por sobre todo a mi ciudad y mi provincia.
DESAFÍO
–¿Porque elegiste la filosofía sabiendo que no la tenés como materia?
–Básicamente creo que la filosofía me eligió a mí. La profesora me ayudó mucho, primero desafiándome y confiando en mí, segundo estuvo cerca de mí en todos los detalles y cuando acordamos estaba en la instancia nacional.
–¿Pensás seguir participando a futuro?
–Estoy pensando en seguir, el año que viene ya paso a nivel dos, lo que sería ciclo orientado y lo más probable es que participe, sin dudas.
–Sabemos que sos muy buen deportista. ¿Qué deporte te gusta más y por qué?
–Me gustan mucho los deportes, hice hockey, triatlón, fútbol, pero el que más me gusta es el triatlón, lo hago desde los seis años. Me ayuda mucho en la parte física y en lo mental, ya que podés entrenar mucho para una carrera y después terminás pinchando, entonces sabés que en poco tiempo tenés otra. Es un deporte muy mental y creo que por eso me gusta.
–¿Tenés definido que vas a hacer al terminar la secundaria?
–Bien definido no lo tengo, ya que me faltan tres años de secundaria aún. Creo que iría por el lado de algo relacionado al deporte y a la ciencia.
“UNA PROFE INQUIETA”
Mirador Entre Ríos también dialogó con la profesora Rita Gotardo, quien acompañó a Agustín en todo el proceso de las Olimpíadas. De sus palabras se desprende la pasión por la enseñanza, su vocación y sus ganas de ayudar a los alumnos.
–¿Cómo se plantea la posibilidad de competir en las Olimpíadas?
–Las Olimpíadas de Filosofía de la República Argentina (OFRA) es una propuesta que surge desde la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán. Hace tiempo que conocía estas Olimpíadas, y a partir del año 2015 comienzo a participar como profesora tutora. Constan de cuatro instancias: una institucional, una interzonal, una provincial y una nacional. Esta última se realiza en Horco Molle, una reserva natural que se encuentra a 40 km de San Miguel de Tucumán. En dicha reserva está la residencia universitaria de la UNT que es donde se realizó el encuentro nacional durante dos días. En relación a cómo surge la posibilidad, en realidad me defino como una “profe inquieta” que quiere y necesita salir un poco de la estructura del aula.
–¿Cuál fue tu acompañamiento en las primeras instancias?
–El punto de partida fue definir un tema y “escribir”, con todo lo que eso implica. Pero además de escribir, “leer” porque son dos procesos que van de la mano. Así que fue doble trabajo. Habilitarle el espacio de escritura y estar “muy encima” para corregir, señalar, propone y también la importancia de la oralidad: cómo leer y defender sus propias ideas. Ahí debo destacar el acompañamiento de otros profesores, como Débora Pintos Peralta; y mis estudiantes de 6° año que en una oportunidad me dijeron “profe, tráelo al ‘Chapu’ así lo escuchamos y le damos algunos consejos”. Así que no fue solo mi acompañamiento, hubo mucha gente, y asimismo el mismo Colegio Mercedario, que lo apoyó y lo alentó.
–¿Cómo se definen los temas de cada presentación?
–Los temas son propuestos por el equipo docente que forma parte de las Olimpíadas de Filosofía. Este año el tema fue “La era de la Tecnociencia”. Y a partir de este eje se iban desprendiendo otros tópicos vinculados a la tecnología y el modo en que nos va condicionando dentro de la sociedad, con los vínculos, con el uso de redes sociales, entre otras cuestiones. En el caso de Agustín, su escrito se tituló “Identidades filtradas: ¿siguen o acabaron?”, con una problematización en relación a la identidad adolescente, la imagen que mostramos a los otros, cómo opera la idea de filtro y el modo en que todos estos elementos no va haciendo parte de una caverna tecnológica, similar a la que pensó Platón en el “Mito de la caverna”.
EL MEJOR PREMIO
“El desempeño de Agustín fue muy bueno. Estoy orgullosa de él. Sobre todo, de lo bien que representó a su colegio”, aseguró la profesora Rita Gotardo. Y agregó: “Hay algo que le dije a Agustín, que fue de que se olvide de ganar. Que no tenga esa presión. Obviamente uno siempre quiere ganar, pero ¿qué sería ganar o salir primero?, ¿tener un papel más?, ¿otra medalla? Ganar es toda la experiencia que vivió, la gente que conoció, los lugares que visitó y, sobre todo, haber expresado lo que pensaba y defender sus ideas. Creo que ese es el mejor premio”.