Para cerrar las actividades anuales, la Orquesta Infantil Camalotes, de La Paz, brindó un concierto en el Club Progreso, de esa ciudad, y la convocatoria fue masiva, con familiares, amigos y la comunidad toda.

Cabe recordar que la agrupación musical está integrada por gurises de barrios carenciados, y fue promovida por la Asociación Civil Aguapey (camalote, en guaraní), que solventa este proyecto que lleva más de cinco años.

Mirador Entre Ríos dialogó con la profesora Gimena Obertello, quien se sumó este año con el grupo de iniciación, y dio detalles de su primera experiencia con Camalotes.

–¿Qué sensaciones te dejó el último concierto de la orquesta?
–El cierre de ciclo de la orquesta Camalotes me dejó hermosas sensaciones, referidas al placer de haber formado parte de este proyecto tan noble, sentí que la música nos juntó a todos para disfrutar de lo que ella produce, la satisfacción de sentirnos unidos por el sonido por medio de la voz, acordes y melodías.

–¿Cómo fue la preparación previa de los gurises?
–Fue muy productiva ya que tenían un objetivo, una meta en común: “el cierre de año”. En iniciación musical asisten seis alumnos en total, tres niñas y tres niños de seis años a ocho años. Al principio costó crear el hábito de estudio diario y respetar la disciplina en la ejecución del instrumento musical, luego en cada clase, mediante metodologías lúdicas, con propuestas de interpretación de estudios iniciales, alternados con pequeños recreos, fue aumentando el acercamiento al instrumento, posibilitando la constancia, disfrute y disciplina en relación al estudio de la flauta y lectura de partitura.

DESAFÍO

–¿Qué significó para ellos esta despedida de año?
-Esta presentación con público significó un evento muy desafiante, estaban nerviosos y se autoexigían, proponiéndose dar lo mejor. Al final, sus expresiones fueron de emoción, satisfacción de haber logrado el objetivo propuesto y felicidad de ver a sus seres queridos presentes.

–¿Qué edades participaron del concierto?
–En toda la orquesta asisten niños/as desde seis años hasta 29 años aproximadamente. También participaron en el evento un coro de niños y un coro de jóvenes, de los cuales también salieron dos voces solistas que interpretaron hermosas canciones del rock nacional.

–¿Cómo calificas la participación de la gente durante el show?

–Fue muy estimulante, gratificante y alentadora para cada músico. El respeto a cada obra, mediante el silencio y los aplausos finales dan referencia de un público respetuoso, que sabe apreciar el trabajo y esfuerzo del artista.
–¿Qué repertorio eligieron?
–Los niños de iniciación seleccionaron en total cinco obras. Cuatro de estudio y obras pertenecientes a la introducción a la lectura musical y ejecución de la flauta dulce. La selección de las obras fue grupal y en consenso.

–¿Hace cuánto estás en Camalotes?
–Me sumé este año; la Asociación estaba necesitando una profesora que enseñe iniciación musical a los que se incorporarían a la orquesta y estuve dispuesta a trabajar junto a este hermoso equipo.

ALEGRÍA Y EMOCIÓN

Mirador Entre Ríos también dialogó con el profesor Pablo Pérez, quien tiene a su cargo a los chicos con más experiencia dentro de la orquesta.

–¿Cómo estuvo organizada la presentación?
–Fue fácil, ya que Gimena trabajó con el método de iniciación de flauta con el grupo de chicos que recién comenzaban en la orquesta. Para el cierre le hice un arreglo para que ellos se puedan incluir a toda la orquesta, interpretando el Himno de la Alegría. Ensayábamos en salones contiguos por lo que al final nos juntábamos los dos grupos para ensayar esa canción.

–¿Cuál es tu balance del año?
–Fue muy positivo, ya que integramos nuevos chicos que se adaptaron muy bien, se afianzaron mucho más en relación a su constancia para ensayar y eso generó un muy buen grupo, algo que fue muy positivo para la orquesta, y logramos consolidar obras más complicadas de ejecutar. El entusiasmo de ellos hizo que podamos aumentar la dificultad de las interpretaciones e incluso a una de las integrantes más añejas de la orquesta le dimos la responsabilidad de acompañar a un grupo para ensayar distintos instrumentos. Tenemos fe de que el año que viene podremos incorporar más chicos y más instrumentos.

Quiero destacar que hicimos una sorpresa para el público, al final del concierto, les repartimos la letra impresa del Himno de la Alegría y los invitamos cantar juntos. Mucha gente nos manifestó su emoción al participar en conjunto con sus hijos, nietos y allegados. Incluso sumamos a algunos padres músicos a que toquen con nosotros. Fue algo maravilloso y emocionante. Quiero resaltar que todo fue hecho por paceños, es un proyecto construido desde cero y en nuestra querida ciudad. Y también agradecemos a todas las integrantes de Aguapey, a las familias de los chicos y a Geraldine Gaitán y a Martiniano Siano, grandes cantantes paceños, quienes nos acompañaron en el intervalo del concierto.