El Niño se manifiesta en plenitud en el noreste santafesino y la producción agropecuaria comienza a sentir los efectos, especialmente en lotes de girasol a punto de trillarse y la escasa a nula siembra de soja que pudo concretarse.
Los acumulados de lluvia durante la última semana son elocuentes: en la ciudad de Avellaneda sumaron 319 milímetros; 273 en Reconquista; 254 en El Arazá; y 293 milímetros en La Sarita y Barros Pazos. En tanto, sólo el jueves 14 de diciembre, en la ciudad de Villa Ocampo cayeron 320 milímetros, lo que obligó a una intensa actividad de Bomberos Voluntarios y Defensa Civil, así como a la evacuación de unas 60 personas.
En el agro del departamento General Obligado también empiezan a sufrir las consecuencias. El presidente de la Sociedad Rural de Reconquista, Augusto Gastaldo, declaró a Campolitoral: “estamos teniendo perjuicios con estas excesivas precipitaciones”. Y explicó que la dificultades se constataron “sobre todo en el sector agrícola, donde el girasol está llegando a su ciclo final”.
El dirigente mencionó que algunos lotes ya estaban probando el inicio de la trilla. “Siempre que hay exceso de lluvia el girasol tiende a apurarse y a alivianarse en el peso de los granos; y esto ya se ha notado en los primeros lotes”, afirmó.
Por otra parte, comentó que los productores no han podido aprovechar la ventana óptima de siembra para el cultivo de soja, que se extiende entre el 15 de noviembre y el 15 de diciembre. “Hay muy pocos lotes sembrados, no creo que hayan llegado al 10% de la intención de siembra; y con esta lluvia los que se hayan sembrado hace unos días, en una ventanita que hubo donde empezaron a dar los suelos, evidentemente van a tener que volver a sembrar”. En definitiva, dijo, “prácticamente no se ha sembrado nada de soja en la zona”.
Asimismo, Gastaldo advirtió que la perspectiva climática no es alentadora, porque hay algunos días más de pronóstico de lluvia y eso “empeoraría la situación”.
En ganadería, en cambio, la situación en general es opuesta. Excepto algunas zonas donde no están pudiendo usar las pasturas, por lo que la hacienda se debe sostener con rollos “y no ha quedado prácticamente nada de reservas”.
Hacia el Oeste, donde se encuentran zonas como la Cuña Boscosa y los Bajos Submeridionales, donde la sequía pegó más fuerte y tardó un poco más la lluvia en volver, si bien “no se recuperaron los campos al 100%”, dijo, pero al menos “salieron de la desesperación que venían sufriendo por el traslado de agua todos los días” para los animales, así como por la escasa oferta forrajera. “Esa situación ha cambiado, por suerte”, sostuvo.
Política
Respecto de cuestiones gremiales y la coyuntura, dominada por los cambios de gobierno, tanto a nivel nacional como provincial, el dirigente se mostró expectante por los primeros movimientos en ambos niveles.
Sobre las primeras medidas de la gestión Milei, reflexionó: “entendíamos que esta situación (el ajuste) se tenía que dar”. Y, tras conocerse la intención de subir retenciones al sector, consideró que “hay que tener paciencia, Fe y dejar que las nuevas medidas se expresen y se comiencen a ver resultados”.
En cuanto a la gestión provincial, indicó que aún no tuvieron una instancia de presentación con las autoridades del Ministerio de Desarrollo Productivo, que conduce Gustavo Puccini. “No hemos tenido una reunión ni una presentación de un plan de manera oficial, pero si estamos comunicados desde antes que asuman”, dijo Gastaldo. Y estimó: “creo que en los próximos días se va a ir dando”.
Sobre las necesidades de su zona, planteó como prioridad la de conseguir financiamiento para el agro; especialmente para las familias rurales más castigadas por la sequía. “Nos parece que la cuestión social está muy relacionada con la productiva”, dijo, sobre todo en algunas zonas puntuales como la Cuña y los Bajos. “La financiación es fundamental para poder poner en órbita de nuevo a ese productor, que en algunos casos ha perdido todo”.