En la mañana de este viernes 12 de enero se conoció una nueva amenaza contra el gobernador de la provincia, Maximiliano Pullaro. El hecho de intimidación pública se registró en uno de los ingresos a una escuela ubicada en la zona noroeste de Rosario.
La amenaza quedó plasmada a través de un mensaje intimidatorio escrito con pintura en la puerta de la escuela de enseñanza técnica Nº 466, ubicada sobre calle Rouillón al 1100, entre White y Pérez Bulnes, de barrio Belgrano.
La amenaza, escrita con aerosol de color rosa, se descubrió en la mañana del viernes, casi en simultáneo al derribo de varios búnkers de venta de drogas ubicados en distintas zonas de la ciudad.
Los dos primeros hechos de intimidación pública se dieron entre las 19 del martes 12 y la 1 AM del miércoles 13, cuando tiratiros que se desplazaban en moto atacaron a balazos una sucursal bancaria ubicada en la zona sudoeste y el hospital de emergencias de Rosario.
El primero de los ataques se produjo alrededor de las 19 del martes 12, en una sucursal del grupo Macro, ubicada en la esquina de avenida Ovidio Lagos y Saavedra, de barrio Cura, en la zona sudoeste.
A esa hora, dos personas en una moto, con sus rostros cubiertos, llegaron hasta el banco, y pararon casi en la puerta, por Ovidio Lagos. Al parecer, uno de los motociclistas le hizo señas a varias de las personas que estaban haciendo cola para ingresar al sector del cajero automático para que se corran y tras esto, sacó un arma de fuego de entre sus ropas y comenzó a disparar.
Al menos 4 proyectiles impactaron en los vidrios de la sucursal del banco. No hubo heridos, solamente daños materiales.
Antes de huir, los delincuentes dejaron una nota escrita en un pedazo de cartón.
El texto (dado a conocer por el Ministerio de Seguridad de la Nación) decía: «Pullaro no te metas con el pabellón de Piñeiro, así como matamos a un policía te vamos a matar a tu familia».
El segundo ataque se registró alrededor de la 1 AM del miércoles 13, en uno de los ingresos al hospital de emergencias Clemente Álvarez (Heca).
Según voceros de la investigación, a esa hora pasó una moto con dos personas por calle Vera Mujica, en dirección sur-norte y antes de llegar a avenida Pellegrini, uno de los motociclistas efectuó al menos un disparo que impactó y perforó uno de los blindex, a pocos metros de la puerta de ingreso a ese sector del hospital, donde no había personas.
Los atacantes dejaron otro mensaje escrito en un cartón –similar al dejado en la sucursal bancaria–, que también estaba dirigido al gobernador de la provincia. La nota decía lo siguiente: «Pullaro hace caso, el misterio (se presume que se quiso poner Ministerio) no podrá proteger a tu flia la vamos a encontrar. Atte la banda del 9».
El mensaje hace alusión a la decisión del gobernador de la provincia de restituir los pabellones de alto perfil para jefes narcos y sicarios en las unidades penitenciarias provinciales, empezando por la cárcel de Piñero, ubicada al oeste del departamento Rosario.
Por el ataque, los trabajadores de salud del hospital suspendieron en las primeras horas de la mañana la atención y se declararon en estado de alerta.
El tercer acto de intimidación fue a través de una nota que apareció en la oficina de la Dirección Nacional de Migraciones, ubicada en la esquina de Italia y Urquiza, en pleno centro de Rosario. Se presume que la nota fue deslizada bajo la puerta de ingreso a la dependencia, antes del inicio de la jornada laboral.
El gobernador confirmó la noticia desde la puerta de las oficinas del Registro Civil, ubicadas en calle Salta al 2700, que fueron habilitadas tras trabajos de remodelación, en la mañana del lunes 8 de enero.
“Recibí una amenaza contra mi familia. Lamentablemente, ya casi acostumbrado desde que comenzó nuestra gestión. Pero ratificamos el rumbo de seguir por el mismo camino, de seguir peleando contra la delincuencia aquí en la ciudad de Rosario y en la provincia de Santa Fe”, dijo el gobernador.
“Vamos a seguir por este camino de pelear contra la delincuencia, vamos a seguir manteniendo a los presos de alto perfil en pabellones especiales, que es lo que más le molesta. Vamos a mejorar los niveles de violencia y seguridad”, agregó.
Sobre el tono de la amenaza, prefirió no brindar detalles, aunque mencionó que el mensaje intimidante estaba dirigido a su familia y hacía referencia a la “donación de órganos”.