Un nuevo ataque intimidatorio se registró en las calles rosarinas. Esta vez, el blanco apuntado por los tiratiros fue un camión recolector de residuos, que fue atacado a tiros mientras circulaba por calles de la zona noroeste. No hubo heridos.
El ataque se registró pocos minutos antes de las 22 del jueves 25 de enero, en inmediaciones de pasaje Ludueña al 1600 (casi esquina Carriego), un sector considerado como tranquilo, de poca circulación vehicular, en especial en horario nocturno.
En ese lugar, a pocos metros de Plaza del Ferroviario y de la sede del Banco de Alimentos Rosario (BAR), un camión de recolección de residuos recibió cuatro impactos de bala en la caja de acopio de basura.
Los atacantes fueron dos personas que aparecieron en una moto, y antes de huir, dejaron una nota con un mensaje relacionado con reclamos de presos de alto perfil contra las acciones tomadas por el gobierno provincial desde su asunción el pasado 10 de diciembre.
Tras el ataque, la delegación local del Sindicato de Trabajadores Recolectores de Residuos determinó un cese de actividades y todos los camiones fueron retirados de la calle. En la mañana de este viernes se retomó el servicio y se prevé que antes del mediodía se realice una reunión entre referentes del Sindicato con integrantes del Ministerio de Seguridad de la provincia (no se descarta que esté presente el ministro, Pablo Cococcioni).
Múltiples ataques
Los ataques con mensajes intimidatorios, algunos contra el gobernador de la provincia, Maximiliano Pullaro, su familia e integrantes del gabinete y otros entre bandas rivales, comenzaron a hacerse visibles el 12 de diciembre pasado, tan solo 2 días después de la asunción de nuevas autoridades en el gobierno provincial, que entre sus primeras acciones decidió realizar cambios en las condiciones de detención de presos considerados de alto perfil.
En total ya se llevan contabilizadas al menos 14 amenazas o balaceras, en distintos puntos de la ciudad de Rosario, incluyendo el registrado en la noche del jueves contra un camión recolector.
El primero de los ataques ocurrió cerca de las 19 del martes 12 de diciembre, en una sucursal del grupo Macro, ubicada en la esquina de avenida Ovidio Lagos y Saavedra, de barrio Cura, en la zona sudoeste.
En ese lugar, dos personas en una moto –con sus rostros cubiertos–, llegaron y pararon casi en la puerta, por Ovidio Lagos. Al parecer, uno de los motociclistas le hizo señas a varias de las personas que estaban haciendo cola para ingresar al sector del cajero automático para que se corran y tras esto, sacó un arma de fuego de entre sus ropas y comenzó a disparar.
Al menos 4 proyectiles impactaron en los vidrios de la sucursal del banco. No hubo heridos, solamente daños materiales.
Antes de huir, los delincuentes dejaron una nota escrita en un pedazo de cartón. El texto (dado a conocer por el Ministerio de Seguridad de la Nación) decía: «Pullaro no te metas con el pabellón de Piñeiro, así como matamos a un policía te vamos a matar a tu familia».
El segundo ataque se registró alrededor de la 1 AM del miércoles 13, en uno de los ingresos al hospital de emergencias Clemente Álvarez (Heca). A esa hora pasó una moto con dos personas por calle Vera Mujica, en dirección sur-norte y antes de llegar a avenida Pellegrini, uno de los motociclistas efectuó al menos un disparo que impactó y perforó uno de los blindex, a pocos metros de la puerta de ingreso a ese sector del hospital, donde no había personas.
Los atacantes dejaron otro mensaje escrito en un cartón –similar al que quedó en la sucursal bancaria–, que también estaba dirigido al gobernador de la provincia. La nota decía lo siguiente: «Pullaro hace caso, el misterio (se presume que se quiso poner Ministerio) no podrá proteger a tu flia la vamos a encontrar. Atte la banda del 9».
Por el ataque, los trabajadores de salud del hospital suspendieron en las primeras horas de la mañana la atención y se declararon en estado de alerta.
El tercer hecho de intimidación pública ocurrió poco después de las 21 del viernes 5 de enero en la estación de servicios CD3, ubicada sobre bulevar 27 de Febrero y avenida José María Rosa (colectora oeste de avenida Circunvalación).
Dos personas con sus cabezas protegidas con cascos, estacionaron en un sector de la playa de servicios; al menos una de ellas sacó un arma de fuego y comenzó a disparar contra el minimercado que está ubicado en la parte trasera del comercio.
En total se constataron 8 impactos de arma de fuego en los vidrios del minimercado. En la playa de la estación, policías secuestraron al menos 6 vainas servidas calibre 9 milímetros, que fueron enviadas a peritar. Tras el ataque, los motociclistas se dieron a la fuga.
El cuarto hecho se conoció en la mañana del lunes 8, cuando fue hallada una nota con un mensaje amenazante contra el gobernador y su familia en la oficina de la Dirección Nacional de Migraciones, ubicada en la esquina de Italia y Urquiza, en pleno centro de Rosario. Se presume que la nota fue deslizada bajo la puerta de ingreso a la dependencia, antes del inicio de la jornada laboral.
Los tres siguientes hechos de intimidación pública se conocieron entre la mañana del viernes 12 y el sábado 13 de enero.
Una de las amenazas quedó plasmada a través de un mensaje intimidatorio escrito con pintura en la puerta de la escuela de enseñanza técnica Nº 466, ubicada sobre calle Rouillón al 1100, entre White y Pérez Bulnes, de barrio Belgrano.
Un rato más tarde se conoció una segunda pintada, esta vez en una de las paredes del centro de salud ‘Jean Henry Dunant’, ubicado en Teniente Agneta al 1400, unos 500 metros al este de la escuela.
En ese lugar, personas no identificadas dejaron escritas –con aerosol de pintura color rojo– palabras contra el gobernador, y otro texto escrito con tiza o un trozo de baldosa o un elemento similar. No se descarta que en realidad iban a dejar toda la amenaza escrita con aerosol, y que llegaron a terminar la tarea por causas que por el momento se desconocen.
Y la tercera (séptima en total) se conoció en la mañana del sábado 13. «Con los presos no se jode. ATT RR» fue escrito con aerosol en el frente de la escuela Nº 528 ‘Carlos Omnes’, ubicada en calle Marcos Paz al 6300, casi esquina Campbell, de barrio Belgrano, unas 8 cuadras al norte de los otros dos lugares donde se encontraron amenazas el día anterior.
Otras dos balaceras se conocieron entre la noche del lunes 22 y la madrugada del martes 23 de enero.
El primero de los ataques se produjo pasadas las 21 del lunes, cuando fue baleado un interno de la línea 130, de la empresa Rosario Bus que estaba estacionado en la esquina de Winter y Cipolletti, de barrio Acindar, en la zona sudoeste de la ciudad.
Según fuentes policiales, una persona efectuó al menos dos disparos, uno impactó en el parabrisas y el otro en el costado derecho de la unidad, que estaba estacionada, esperando el momento de iniciar su recorrido (el chofer de la unidad no estaba en su asiento).
A metros del coche, personal policial encontró una nota con un texto intimidante dirigido al gobernador Maximiliano Pullaro.
Un segundo ataque (noveno en esta saga) se registró casi cuatro horas después, cerca de la 1 AM, en una estación de servicios ubicada en la zona oeste. Entre cinco y seis impactos de bala quedaron en los vidrios del minimarket ubicado en la parte posterior del local de expendio de combustible, que está ubicado en el cruce de los bulevares Avellaneda y 27 de Febrero, a pocos metros del inicio del asentamiento conocido como Villa Banana.
Se presume que una o dos personas en moto llegaron hasta la estación, pasaron por entre las islas de expendio de combustible y atacaron a tiros el minimarket.
Los impactos de bala perforaron el vidrio del bar de la estación de servicios, que tiene más de una decena de mesas, que afortunadamente a esa hora estaban prácticamente vacías ya que estaba cerca el horario de cierre del bar.
Voceros indicaron que en el lugar se encontró una nota con un mensaje intimidatorio, cuyo contenido no fue revelado, pero que no sería similar al hallado a metros del colectivo, sino que estaría vinculado a bandas.
La décima se conoció en la madrugada del miércoles 24, cuando se encontró una nota en el centro de salud ‘1º de Mayo’, de calle Mena al 2200, de barrio Rucci, en la zona norte de Rosario. El mensaje estaba dirigido a un condenado narcotraficante al que acusaban de pasarle datos a las fuerzas de seguridad federales. El papel tenía pegada con una cinta una bala.
Ese mismo día también se conoció el hallazgo de otras notas similares en la puerta de la
escuela N° 434 General Las Heras, ubicada en Falucho 200 bis, de barrio Refinería (a menos de 100 metros del shopping Alto Rosario) y en la biblioteca José Manuel Estrada, ubicada en Eva Perón y Servando Bayo, de barrio Echesortu, en el macrocentro de Rosario.
Y en la noche del miércoles 24, una persona ingresó en un bar ubicado en bulevar Rondeau al 3900 (casi esquina Martín Fierro), en la zona norte, dejó un papel sobre una mesa y se dio media vuelta con intenciones de marcharse.
Pero instantes después volvió sobre sus pasos, sacó un arma de fuego y apuntó a varias de las personas que estaban en el lugar. Según fuentes de la investigación, gatilló en varias oportunidades, pero las balas no salieron.
Toda la secuencia fue captada por una de las cámaras de seguridad ubicadas en el interior del local.