“Si no hay respuesta para fin de mes, se paran las obras la semana que viene”, así de contundente fue el titular de la firma Dyscon SA, Mariano Schor, ante la deuda de más de 400 millones de pesos que mantiene Nación con la empresa a cargo de las refacciones del Monumento Nacional a la Bandera de Rosario.
Esta situación se da en el marco de un recorte brutal por parte del nuevo presidente, Javier Milei, con respecto al financiamiento de obra pública en todo el país, junto con subsidios en diversos servicios como el Transporte.
Schor expresó a Mirador Provincial que “lo que está facturado y devengado son 130 millones de pesos, porque eso es precio abril del 2023. Pero si sumamos las redeterminaciones calculamos que son más de 400 millones los que se adeudan”.
“Y los trabajos tienen un avance del 35% del contrato y en tiempo de obra faltarán unos seis o siete meses para culminar todo”.
Lo que se hizo
En base a lo que viene informando la empresa sobre los trabajos ya realizados, se destacan relevamiento del estado del ala sur del Monumento y una prueba de limpieza. También fueron catalogadas las distintas patologías que encontraron los especialistas en restauración.
En la fase inicial, se les aplicó una serie de productos químicos para tratarlas. Se concretó un mapeo mientras que, a lo largo de este tiempo, el Ministerio de Obras Públicas de la Nación visitó en reiteradas ocasiones el Monumento para inspeccionar las obras y seguir el paso a paso de cada uno de los avances.
En mayo se desarmó una de las ánforas ubicadas en el propileo del Monumento para evaluar su estructura y determinar las acciones de restauración. Se produjo un relevamiento y registro fotográfico de las esculturas Océano Atlántico y Río Paraná, y los altorrelieves y bajorrelieves en los laterales del atrio.
Se utilizó una técnica innovadora que les permitió a los técnicos marcar las patologías detectadas y establecer los criterios de intervención. Siguió una limpieza manual con toques artesanales con cepillos, pinceles y bisturíes del sector del altorrelieve llamado El Juramento de la Bandera de los Andes. Allí en la fachada sur, donde había un gran biodeterioro.
Se quitó depósito de líquenes (microorganismos que generan esa especie de pátina negra que se observa en las placas) y se implantó un biocida que eliminó esos microorganismos alojados en los poros del material. Una vez que actuaron las sustancias químicas, se realizó una limpieza al vapor para protegerlo.
Refacción infinita
Más de siete años de anuncios consecutivos llevaron a que finalmente el gobierno nacional confirmara en junio del año pasado la licitación de las obras que faltan para terminar la restauración del Monumento. Esto fue anunciado por el propio intendente de la ciudad, Pablo Javkin, quien se contactó con el ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis.
Después de un tortuoso recorrido durante el gobierno de Macri en que finalmente las obras encaradas quedaron inconclusas, se rearmó una licitación con las tareas esenciales de conservación y puesta en valor para completar lo que nunca se hizo. Así, se llegó al 2022, con un llamado a licitación que apuntaba a arreglar la fuente de la proa del Monumento, limpiar los mármoles, entre otros trabajos de conservación y puesta en valor.
Finalmente, después de tantas idas y vueltas, en abril del año pasado comenzaron las obras de refacción del Monumento Nacional a la Bandera de Rosario. Se trata de un proyecto que viene truncado desde hace casi diez años, pero que ahora parece que va a culminarse de una vez por todas. El plazo de obra era de nueve meses. Con varias interrupciones por falta de pago, el plazo se extendió, pero el proyecto sigue en pie, salvo que Nación vuelva a incumplir definitivamente con el pago adeudado.