Rosario Central lo hizo de nuevo. Como ya es costumbre para el “Canalla” en la última década, logró quedarse con el clásico de Rosario. El resultado del partido del domingo en cancha de Newell’s fue en espejo: 1 a 0 con gol de Ignacio Malcorra, el mismo verdugo de la “Lepra” en septiembre pasado en el “Gigante” de Arroyito. De acá en más, el entrenador y los jugadores “canallas” pretenden que el reflejo sea el mismo de la última vez, cuando el triunfo en el derby de la ciudad sirvió como impulso para mejorar el juego, para consolidar el grupo y, en definitiva, para lograr la clasificación a la Copa Libertadores y para dar la vuelta olímpica en la Copa de la Liga.

Por lo pronto, el conjunto de barrio Arroyito dispone de poco tiempo para el festejo y este jueves vuelve a salir a la cancha para enfrentar a Huracán en Parque de los Patricios.

El equipo dirigido por Miguel Ángel Russo, que cada día que pasa acrecienta su leyenda en la institución rosarina, ya escribió la mitad de esa nueva historia. Fue a territorio rival, donde era más visitante que nunca, y otra vez se quedó con el enfrentamiento más importante de todos para los rosarinos. Y lo hizo de visitante, condición en la que solo había podido ganar dos veces a lo largo de todo el año pasado. La otra mitad de esta novela, empezará a escribirse a partir de ahora.

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El fixture de esta Copa de la Liga 2024, en la que Central defiende el título, marca que a los “canallas” le tocan tres partidos seguidos de visitante, así como en el certamen pasado tuvo tres consecutivos de local. El primer desafío será este jueves por la noche, ante Huracán en Parque de los Patricios. Pero todos en Central están pensando en la Copa Libertadores de América, la máxima competencia continental, que otorga una montaña de prestigio y también de dólares para los equipos que van superando instancias.

Miguel Ángel Russo es el primero que entiende que esto recién empieza. El gran mérito de Central para lograr esta impresionante racha positiva en el clásico de la ciudad, es nunca haber relativizado el valor de este partido. Y ahora también sabe adaptarse a las nuevas circunstancias: el triunfo ante Newell’s no se festeja como un campeonato, porque el club de Arroyito también ha conocido la gloria máxima en los últimos años. Central ha aprendido a utilizar la victoria más importante como combustible para los objetivos que siguen.

“Me alegro por la gente, que lo disfrute mucho pero sabiendo que hay que seguir, el jueves hay que jugar de nuevo”, estableció el entrenador “canalla” el día después del nuevo “Malcorrazo” en el clásico. “Yo lo vivo con mucha tranquilidad, lo disfruto pero tengo que pensar que viene Huracán y hay que estar metido en eso, cómo armar el equipo con el desgaste”, agregó.

Miguel apenas utilizó unos minutos para referirse al trámite del partido del domingo en cancha de Newell’s: “Cuesta encontrarle la vuelta porque los clásicos son peleados, trabados. A veces se juega de esa manera y no hay otra. Pero siempre la categoría de los jugadores definen los partidos, en todos los niveles”. Y se quejó por la interminable seguidilla de partidos que plantea el fixture: “Lo físico influye mucho, no podés jugar siete partidos en veinte días, es una locura. Pero bueno, esto funciona de esta manera”.

El entrenador, que está invicto en los clásicos rosarinos, con 7 victorias y 5 empates desde 1997 hasta la actualidad, habló también de la Copa Libertadores, que se sorteará en marzo próximo y para Central comenzará en abril. “Será una experiencia linda y hay que estar preparados. La localía vale muchísimo y ganando los tres partidos de local tenés un montón de posibilidades”, afirmó. A favor de Russo, conoce muy bien el certamen porque lo jugó muchas veces y está en el Olimpo de los técnicos que lograron levantar la copa, después de conocer la gloria en 2007 dirigiendo a Boca.

Un muro

Jorge Broun, otra de las grandes figuras que tuvo el clásico y referente indiscutido de este Central, habló en sintonía con el entrenador: “Después de este hermoso triunfo, para nosotros y para la gente, ahora tenemos la ilusión de clasificar entre los primeros cuatro del grupo y después pensar en lo que venga, como hicimos el semestre pasado, donde llegamos a jugar la final y todo lo que se vivió después”.

Sobre el triunfo sobre Newell’s, apuntó: “Toda la presión la tenían ellos, nosotros lo jugamos muy tranquilos, por más que era un clásico y todos lo queríamos ganar. Y ahí se marcó una pequeña diferencia”. Y cerró hablando de su disfrute: “Desde mi vuelta a Central lo disfruto, no siento esa presión. Éste es un puesto ingrato, donde a lo largo de tu carrera cometés errores, y te tiene que pasar para aprender de eso”, cerró.