Luego de que se instalara un clima de alta tensión este jueves en la puerta del Concejo de Rosario, a partir de una protesta de los taxistas tras dos asesinatos de choferes en 24 horas, finalmente el intendente Pablo Javkin decidió suspender el discurso de apertura de sesiones. Posteriormente, recibió en su despacho a diez representantes de los trabajadores, con los que evaluó medidas a exigir para terminar con las muertes.
Los dos homicidios a taxistas en noches consecutivas, con metodologías idénticas y hasta el mismo arma, hicieron que los choferes se pusiera en alerta máxima, sobre todo porque tienen la sensación de que "le puede pasar a cualquiera de nosotros", según decían en la puerta del Concejo.
De este modo, decidieron ir en forma multitudinaria a la puerta del cuerpo legislativo, donde este jueves se iba a realizar la apertura de sesiones ordinarias. Allí endurecieron el reclamo, la exigencia de que esta situación se termine y de que haya seguridad para brindar el servicio, sobre todo por la noche.
"Que se vayan todos, que no quede ni uno solo", gritaban los taxistas, mientras la puerta principal del Concejo estaba cerrada, lo mismo que todas las otras. La concejala María Fernanda Rey estaba afuera y trató de calmar los ánimos. Lo mismo hacía José Iantosca, de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar). Los choferes no solo cuestionaban a las autoridades políticas, sino también a sus representantes que, a diferencia de Inatosca, no estaban en el lugar, informaron medios rosarinos.
La situación volvió a agitarse cuando la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, salió a hablar con los trabajadores. Allí se enardecieron los reclamos y hubo escenas de violencia que obligaron a la concejala a entrar nuevamente al edificio.
Javkin decidió suspender su discurso, entendiendo que el acto podría contribuir para enardecer mucho más a los taxistas, que por otro lado continuaban con el paro por los dos compañeros asesinados.
Allí, el intendente decibió recibir a diez representantes de los choferes en su despacho, donde evaluaron medidas concretas a exigir para que esta situación cese y para que los taxis puedan volver a las calles con garantías. Lo mismo hizo Schmuck, acompañada por varios concejales, con otro grupo de choferes en el Palacio Vasallo.