Entre líneas, el escritor Erwin Cocha despliega el terror, el misterio absurdamente lógico, pero incierto sobre su último libro “Sensaciones extrañas”, un libro de cuentos de terror escrito y publicado en colaboración con el autor de terror Cristian Leonel Gonzales. Donde cada uno de los dos aportó textos suyos para crear una antología de historias que tocan distintas ramas del terror.

Stephen King es el rey indiscutible de la narrativa de terror, sin embargo, este rosarino no se queda atrás. Erwin es un ensayista que ya tiene el éxito asegurado porque tiene mucho que contar, porque lo hace bien, porque sabe lo que hace y cada página de su libro genera una integrante curiosidad y voracidad indiscutible.

El escritor comentó a Mirador sobre este interesante género literario que a tantos les gusta. Foto: gentileza

En sus libros el autor refleja su diversidad cultural, su visión única y su contribución al panorama literario. Su trabajo se convierte, además, en una muestra de la riqueza cultural y la importancia de darle espacio al arte, a los escritores y escritoras.

En conversación con Mirador Provincial, Erwin cocha nos comparte su experiencia y conocimiento sobre este interesante género literario que a tantos nos gusta.

-¿Recordás cuál fue el primer libro que tuviste en tus manos?

-Siempre que recuerdo mis comienzos en la lectura se me viene a la mente el mismo libro o serie de libros. Quizás no sean los primeros que haya leído, pero si los primeros en marcarme de cierta manera importante. Hay un texto muy lindo de Jorge Larrosa en la Separata Revista Educación y Pedagogía llamado “Sobre la experiencia”. En él, Larrosa expone la idea de que la experiencia es algo que me pasa a mí y no frente a mí, y esta experiencia forma y transforma al sujeto. Algo de esto ocurrió en mí, esos libros al pasar por mí, dejaron una huella. Se trata del libro “Ruperto de terror” del escritor uruguayo Roy Berocay. La historia después de tantos años no la recuerdo con exactitud, sigue con las aventuras de un sapo que es detective y resuelve casos del mundo del arroyo Solìs Chico, sin embargo, en este tomo la historia tiene un desarrollo enfocado en el suspenso y en un terror para chicos, con un enemigo a lo más estilo Gargamel y con un murciélago de mascota, quien es el encargado de capturar a los demás animales del arroyo. Ese libro es el primero que recuerdo tener entre mis manos y si hubo otros antes, realmente no importan, este fue el que me hizo hacer clic. A este le siguieron los demás libros del sapo detective. Les pedía a mis padres que por favor me los compren, quería seguir leyendo esas historias. Además, a partir de este libro fue que empecé no solo a tener el hábito de la lectura sino también a pensar en escribir mis primeras historias.

-¿Cómo reaccionamos los seres humanos a lo extrasensorial?

-A lo largo de nuestra historia, lo extrasensorial ha estado presente en distintas sociedades y se ha manifestado a un innumerable número de personas con creencias y formas de vida distintas. Eso que va más allá de nuestros cinco sentidos y que a ojos de muchos se ve como cosa de gente loca, como obra del mismísimo mal, puede manifestarse de distintas formas, como percibir información o eventos distantes en el tiempo o el espacio, sin utilizar los sentidos físicos, cosas más extrañas como Sensación de estar separado del cuerpo físico y experimentar el entorno desde una perspectiva no física o también, el que entidades o energías no físicas, como espíritus o seres espirituales se nos presenten o intenten comunicarse con nosotros.

“Considero que ante esto hay cuatro pilares importantes en lo que a nuestra reacción se refiere. El primero es sin duda el escepticismo, el creer que lo extrasensorial que ha ocurrido no es más que un sueño o producto de algún rincón de su imaginación o la de otro. En la vereda contraria está el creer en estos episodios extrasensoriales, personas que buscan tener estas experiencias o que cuando les ocurre, estas experiencias son reales y significativas, y pueden basarse en creencias religiosas, espirituales o metafísicas, y buscan encontrarle el significado a sueños o visiones”.

“Este puede estar ligado al siguiente pilar fundamental -prosigue-, que es la apertura de uno mismo a estos temas. Contrario a lo primero mencionado, hay personas que se alejan de una postura escéptica y comienzan a escuchar relatos de hechos extrasensoriales con afán de aprender, con afán de interiorizarse en temas paranormales, buscando la comprensión. Por último, quise dejar al miedo, al terror de algunos hacia estos temas. El temor se apodera de sus cuerpos a quienes tienen miedo a lo desconocido o a las distintas manifestaciones de lo paranormal que se le puedan presentar. Son quienes intentan sacarse de la mente lo más rápido posible un mal sueño y se les pone la piel de gallina y tiemblan cuando ven una sombra que se mueve en un rincón y cuando en mitad de la noche los despiertan susurros o chirridos”.

La naturaleza de la escritura

-En los márgenes del lenguaje, ¿qué es para vos el escribir?

-Para mí la escritura es ese tesoro que tenemos y a la vez está en nosotros. Es donde las palabras realizan su danza, un baile que es capaz de emocionar a muchos y en especial a mí, cuando entro en él, cuando entro en su juego creativo y me siento partícipe de algo más grande, algo que va más allá de mí. La escritura es a lo que vine a este mundo y lo que mantiene a mi corazón latiendo y a mi mente encendida. Cuando escribo todo alrededor carece de importancia y empiezo a disfrutar, a sentir mis dedos moverse como los de un pianista en su teclado, y mis dientes se asoman en una sonrisa a la vez algo ocurre dentro de mí, una sensación en el pecho de éxtasis y tranquilidad a la vez, éxtasis por la emoción de estar en ese baile, en ese juego, y tranquilidad por saber que estoy haciendo lo que me gusta, lo que siempre quise hacer.

-¿Qué te acercó a la lectura?

-La lectura llegó a mi vida de muy niño, en mis primeros años de la infancia. Fue gracias a mi madre, ella se encargaba de leerme libros desde que era muy pequeño, y con el tiempo me fue enseñando a leer. Me leía también algunas historias de Julio Verne y fueron con estas con las que mi madre me enseñaba. Fue así como de niño me metí en el mundo de los libros hasta más o menos los trece años que fue cuando tuve una pausa lectora hasta los dieciséis, cuando tuve mi segundo acercamiento a la lectura, esta vez gracias a un amigo. Se acercaba mi cumpleaños y un amigo me dijo que estaba leyendo una saga que le estaba encantado y me regaló el primer tomo. Se trató de El pistolero de la saga La torre oscura de Stephen King. Ya había leído algo del autor, pero esa vez me renovaron las ganas de leer, ganas que duran hasta hoy en día.

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-¿Cómo fue el proceso de este nuevo libro y qué sensación te deja?

-”Sensaciones extrañas” es mi último libro y se trata de una colaboración con el escritor Cristian L. González, de la ciudad de Buenos Aires. A Cristian lo conocí por Instagram en el año 2020, veía que lo que publicaba en su red social era interesante y que era también terror como lo que yo hago. Un día comenzamos a hablar por mensaje directo y fuimos forjando buenos lazos. Pasó el tiempo y un día Cristian me habló de la idea de sacar un libro juntos. Entre los dos pensamos en algunas posibles ideas, se pensó un libro de ciencia ficción, en una colección de novelas cortas y la idea en la que terminó por quedar, una antología de historias de terror, con una vuelta de tuerca que en lo personal me gusta mucho, y es que en ningún cuento sale quien de los dos lo escribió, recién en la última página dice cual es de quien. El proceso de escritura por mi parte fue bastante ordenado y duró todo de diciembre a febrero. La idea del libro era un poco también darles un lugar a historias que con Cristian tengamos dando vueltas en redes o que simplemente no habíamos publicado todavía (además de crear nuevas historias para la ocasión). Por lo que comencé agregando al manuscrito mi cuento “El maestro del dominio de los muertos”, obra con la que concursé en el 22vo encuentro Provincial de Poetas y Narradores, y la cual resultó ser elegida como ganadora ese año. Además de esta historia, sumé una versión reescrita y corregida de “El limpiador”, la historia de una niña que es acosado por un demonio que toma la forma de un empleado de la sala de juegos a la que el chico quiere ir a pasar sus días de vacaciones de invierno. Los cuentos completamente inéditos son “El chico del traje negro” y “Dilatación térmica de los materiales”. Por último, a mi parte del libro le quise sumar un relato ya publicado en una antología mía anterior, porque se trata de una historia donde la locura surge en la mente a raíz de varias sensaciones extrañas.

La parte gráfica y maquetación del libro fue llevada a cabo por Cris, quien hizo un trabajo impecable. Cuando propuso la portada que él mismo armó no creí que pudiera haber otra mejor, el fondo oscuro, ese hombre sombra viendo desde una ventana y las letras rojas combinan muy bien y muestran que se trata de un libro que guarda terror dentro de él. Luego de ese proceso solo quedó mandarlo a la imprenta y esperar a que llegara a casa la caja con los ejemplares.

-En tu función de escritor, ¿viviste momentos de tensión, de duda?

-Por supuesto, el oficio de escribir a veces parece estar más cargado de dudas que de certezas. Dudas de que manera es mejor encarar una historia, dudas de que palabra es la que mejor queda en tal o cual oración, dudas de cómo construir un personaje o si una escena de terror resulta demasiado grotesca. Considero que todos estos cuestionamientos tienen lugar con la mente ya en frío, antes o después de estar escribiendo, cuando esa magia ocurre hay que dejarla ser tal cual es, ya luego podrá revisar y corregir el texto y pensar en qué decisiones son las correctas. Una manera de responder a estas dudas es revisar con exhaustiva atención el texto y su composición, y luego de eliminar toda incertidumbre poder quedar satisfecho. Además de este tipo de dudas también se me han presentado momentos de bloqueos creativos, momentos en los que pensar una idea resultaba un tanto difícil. Sin embargo, de eso se puede salir y el resto de dudas antes mencionadas pueden ser trabajadas para eliminarlas y estar seguro del trabajo de uno.

-¿Qué experiencias de vida te marcaron?

-Mi filosofía de vida, la manera en la que ordeno mi existencia y como mi mente piensa, sin duda se debe a una serie de cosas que considero que me han formado y transformado, volviendo al texto de Larrosa sobre la experiencia. Hoy en día mi vida se alinea con el esfuerzo, el sacrificio, la visión, la ambición de construir cada vez proyectos y una vida mejor, y por sobre todas las cosas el agradecimiento y el autocontrol. Siddharta, en la obra de Hermann Hesse, definía algo parecido a esto como saber pensar, saber esperar y saber ayunar. Cuando tenía tres años estuve al borde de la muerte por ahogamiento, se me quedó trabado la bola de un chupetín en la garganta y alguien me tuvo que salvar, a los seis años ocurrió lo mismo, esta vez con un trozo de comida, y es la que más recuerdo. Recuerdo cómo me iba quedando sin aire, cómo todo se iba poniendo negro, cómo empezaba a sentir mucho frío, creo que eso que sentí fue la muerte misma, luego de eso mi mente no recuerda más nada hasta que desperté en el asiento atrás de un patrullero envuelto en una manta que tenía desde bebé. Con el tiempo comencé a ser consciente que la vida me había dado no solo una segunda sino una tercera oportunidad y que, si así era, no podía desperdiciarlas llevando una vida sin ambiciones, sin proyectos, sin darle un sentido y un valor añadido, una vida cargada de propósito. Un par de años después, una compañera del jardín al que iba cuando era más chico falleció de lo mismo, esto en mi cabeza renovó la idea de estar agradecido y usar bien la vida que tenía.

-¿Cuál fue el momento decisivo en tu vida cuando te decidiste a dar el paso a la publicación?

-En 2018 yo me encontraba aún en la escuela secundaria, estaba en los últimos años de la técnica y mi pasión por las letras crecía cada vez más, leía en todo momento, incluso en clases, y también estaba dando mis primeros pasos con la escritura de historias de terror. Fue entre clases que escribí el primer cuento de mi primer libro, también ahí fue cuando empecé a pensar en la idea de escribir más cuentos y hacer un libro que los reuniera a todos, pero para poder dedicarme a eso y a todo lo que venía después, necesitaba el tiempo para a hacerlo, y la escuela técnica con sus dobles turnos y el desgaste que generaba en mí, me privaba de eso. Por eso tomé la decisión de arriesgarme por lo que realmente quería, y tuve el valor de dejar la escuela técnica faltándome el último año para dedicarme a ser escritor. No abandoné la secundaría, simplemente cambié de modalidad a bachiller, pero eso hizo que pudiera ser libre y trabajar en mis sueños. Pasé todo el verano de 2018/19 escribiendo La casa de la calle Liniers, día y noche, sin descanso, y cuando viajé a la costa con mi familia en febrero, me llevé mis cuadernos de escritura y seguí trabajando desde el hotel. Cuando llegó marzo, yo ya tenía el primer manuscrito terminado, eso que era un sueño algunos meses atrás, ahora lo tenía frente a mis ojos, pero todavía faltaba otro paso importante, publicarlo. Lo vi muy posible, y eso fue lo que terminó por decidirme en buscar editoriales y ponerme en contacto, y por suerte llegó a buenas manos, a la editorial Ciudad Gótica de Rosario, con quienes estoy muy agradecido por abrirme las puertas a este mundo y las muchas oportunidades de proyectos y presentaciones que me han dado y en las que me han apoyado.