Permanece aún el desacuerdo acerca de quién ordenó su homicidio, si Montoneros o la Triple A comandada por López Rega y un anciano presidente Perón. En su nuevo libro, “Padre Mugica” (editorial Planeta), el periodista de investigaciones Ceferino Reato busca recapitular sobre la vida, la muerte, los usos políticos y “los hilos que mueven la leyenda” de aquel primer cura villero.
Carlos Mugica fue un personaje entrañable para una diversidad de sectores y guarda un lugar en la historia argentina por la tarea inmensa que llevaba a cabo en la villa de la Terminal de Retiro que hoy lleva su nombre. Una personalidad querida por sus conciudadanos, sean feligreses, militantes o ciudadanos con mera conciencia social, en un paralelismo que en Rosario se podría hacer con el rol que cumplía Pocho Lepratti.
La tapa del libro "Padre Mugica".Foto: gentileza
Cincuenta años después de morir acribillado a la salida de la parroquia en la que terminaba de celebrar la santa misa en Villa Luro, Mugica permanece, en la lupa del periodista Reato, tan “seductor y polémico como lo fue en la época en la que le tocó vivir y morir”.
El libro “Padre Mugica" se presenta este miércoles 10 de abril, a las 18, en Fundación Libertad, Mitre 170, con inscripciones al mail: [email protected].
Reato precisó a Mirador unos días antes del encuentro, en torno a la vida, la muerte y los usos políticos del asesinato del padre Mugica, sobre cómo comenzó a pensar este nuevo libro que hoy llega a librerías de toda la ciudad y del país.
Mirador: - ¿Cuándo comenzaste a pensar el proyecto de este libro? ¿Por qué consideraste que sigue vigente la historia del asesinato del Padre Mugica, tan llena de enredos políticos?
Ceferino Reato: -Un editor de Planeta me sugirió el tema y me pareció una muy buena idea. Y cuando avanzaba en el proyecto, Gerardo Bongiovanni, me recordó que, en 2008, cuando presenté “Operación Traviata” en la Fundación Libertad, comenté que me gustaría hacer un libro sobre el padre Carlos Mugica, pero que todavía no era el momento. Cosas que pasan. Creo que el padre Mugica sigue muy vigente en el imaginario de tantas personas y que fácilmente seduce a las nuevas generaciones. Es un personaje muy actual, contemporáneo, que trasciende su época y nos permite explicar cómo fueron aquellos años 60 y 70, llenos de pasión e ideales, pero también de enfrentamientos y sangre. Y eso es así, me parece, porque fue muy auténtico aún en sus errores, que los tuvo y varios, pero que luego trató de enmendar aún a costa de su propia vida.
En tiempos muy recios, siempre dijo que prefería morir a matar. Además, fue un rico que trabajó para los pobres, pero no desde el resentimiento sino desde el amor, desde la caridad cristiana. Y lo hizo con el objetivo de que salieran de la miseria, y por eso siempre le molestó el uso político de los pobres, como ocurrió en los últimos meses de su vida cuando se peleó con los militantes de Montoneros en favor del Plan Alborada del gobierno peronista, que consistía en mudar a los habitantes de la Villa 31 a pequeños departamentos, nuevos y propios.
Por último, pero no en el último lugar, su impronta de galán de cine, y el hecho de haber nacido en cuna de oro, lo hicieron muy popular junto con un uso adecuado de los medios, en especial de la televisión, donde “rompía la pantalla”, como se dice en el ambiente.
-Vos has trabajado varios libros en torno a la historia argentina de los 70, sobre varios atentados de Montoneros, y entrevistaste a Videla. ¿Pensás que este nuevo libro dialoga con “Operación Traviata”, en torno a cómo era el contexto en que fue asesinado (en aquel libro Rucci) y el rol de los Montoneros?
-Sí. No lo había pensado, pero creo que este libro dialoga con “Operación Traviata”. De hecho, el cura era muy amigo de Rucci y de Lorenzo Miguel, los dos líderes metalúrgicos.
El asesinato de Rucci, el 25 de septiembre de 1973, indignó a Mugica y lo enfrentó fuertemente con Montoneros, en especial con su ex discípulo de la Acción Católica, Mario Firmenich, el jefe de ese poderoso grupo guerrillero. No hubo retorno en esa disputa.
Figura clave
-Mugica fue el primer cura villero de aquellos años, y fue una figura clave de acción social en los barrios. ¿Cuál es tu opinión sobre lo que representaba en ese entonces su figura para la sociedad argentina, por fuera del peronismo?
-Hasta la vuelta del peronismo al poder, en 1973, la figura de Mugica dividía a la sociedad porque él defendía apasionadamente y exageradamente a Perón, al peronismo, al socialismo cubano y chino, así como la opción preferencial por los pobres de un sector de la Iglesia Católica. Por otro lado, del mismo tenor eran sus críticas a los antiperonistas, los ricos, el capitalismo y el “imperialismo yanqui”.
Ceferino Reato, autor del libro y poseedor de una amplia carrera periodística.Foto: gentileza
Luego de 1973, Mugica se modera súbitamente a tono con el cambio del propio Perón, de quien había pasado a ser uno de sus defensores públicos más importantes. A partir de ese momento, la opción por el socialismo pasa a ser la opción por el peronismo y las críticas al capitalismo ya no son tan severas; de pronto las empresas yanquis son bien vistas por él porque traen trabajo y buenos salarios.
Y en cuanto a la guerrilla el giro es aún más neto: les reclama que dejen las armas y “tomen los arados”, una frase bíblica. Fijate que, cuando el peronismo vuelve al poder, se rompe el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo y Mugica es uno de los líderes de la ruptura, a la cabeza de los curas de la ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, los más conservadores dentro de esa agrupación ya que estaban a favor de Perón y el peronismo, y en contra de que los curas pudieran volver a casarse y de profundizar los enfrentamientos con la jerarquía eclesiástica y El Vaticano.
-En el último tiempo hay una revisión de la historia en torno a la última dictadura, pero también de esos años previos. En el mismo tiempo en que sale tu libro, Facundo Pastor publica una biografía sobre Isabelita Martínez de Perón. ¿Por qué este es un buen momento para conocer tu investigación en torno a las hipótesis que rondan el asesinato del padre Mugica?
-Creo que el deterioro político del kirchnerismo permite nuevas miradas sobre los 70. Primero con Néstor y luego con Cristina, el peronismo en su versión kirchnerista forzó una relectura de los 70 que convirtió en ángeles a los revolucionarios y en demonios a los contrarrevolucionarios.
En ese esquema maniqueo, el padre Mugica fue reconciliado póstumamente con los montoneros y convertido un poco en el santo patrono de los jóvenes que abrazaron las armas para terminar con el capitalismo y la democracia liberal en beneficio del socialismo o comunismo y de la verdadera democracia, la democracia popular o real. ¿Por qué tanto trabajo? Porque los kirchneristas se consideraban los herederos legítimos de aquella generación dorada, que fue diezmada en los 70 por las fuerzas del mal, pero que ahora, con el kirchnerismo, lograría su reivindicación histórica, esa victoria inexorable que ellos abonaron con tanto sacrificio, con tanta sangre derramada. La figura limpia, auténtica, del padre Mugica los santificaba también a ellos. Obviamente, terminaron mal, fueron derrotados electoralmente, pero durante varios años lucraron con ese relato.
-En un fragmento del libro decís que Mugica fue popular en sus elogios desmesurados a Perón, el socialismo y China, y por sus diatribas exageradas contra los antiperonistas, los ricos, el capitalismo y los Estados Unidos. Cuando leí estas enumeraciones pensé que esto dialoga con los discursos actuales perfectamente, en torno a dos modelos de país que se contraponen: el saliente y el actual. ¿Cuál es tu mirada en torno a esto?
-Los temas que elijo, los libros que hago, siempre tienen que ver con el presente. Es que soy un periodista que se dedica a temas históricos, pero no un historiador clásico, digamos. Comparto ese gusto por el presente con los políticos que hurgan en la historia, pero a diferencia de ellos mi propósito no es el poder sino la verdad. Los periodistas debemos tratar de acercarnos lo más posible a la verdad de los hechos, tanto en el presente como en el pasado.
Biografía de Ceferino Reato
Reato es licenciado en Ciencias Políticas con una amplia carrera periodística que incluye tareas en los diarios Clarín y Perfil, la agencia de noticias ANSA, la revista Fortuna, las radios Rivadavia y FM Cultura y los canales de televisión Telefé, América y La Nación+, entre otros medios.
En 2008 publicó Operación Traviata, un libro de investigación periodística que consiguió reabrir la causa judicial sobre el asesinato del sindicalista José Ignacio Rucci. A este le siguieron las investigaciones Operación Primicia, Disposición final, ¡Viva la sangre!, Doce noches, Salvo que me muera antes, Los 70. La década que siempre vuelve y Masacre en el comedor, su último libro a la fecha, de 2022, otra investigación que tuvo alto impacto en el ámbito judicial. A partir del libro la Cámara Federal ordenó reabrir una investigación para que se analizaran las responsabilidades de la agrupación Montoneros en el atentado a una repartición de la Policía Federal ocurrida en julio de 1976.
En 2017, Reato fue distinguido por la Fundación Konex como uno de los cinco mejores periodistas de la última década en el rubro “Investigación”.