En el inicio del ciclo lectivo 2024, la Universidad Nacional del Litoral recibió a 90 intercambistas de grado provenientes de instituciones de Alemania, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Corea, España, Francia, México, Paraguay, Perú y Uruguay. Cada semestre, la UNL organiza actividades de bienvenida e integración cultural, dando lugar a jornadas de confraternización que funcionan como espacios para socializar y compartir costumbres y experiencias, a través de comidas, bebidas, bailes y ritmos típicos.

Esta actividad tuvo lugar el jueves 11 de abril al mediodía en el Campus FAVE de Esperanza, replicándose el encuentro el viernes en el patio del Rectorado de la UNL.

En esta feria de confraternización, los estudiantes de cada país ofrecen información de sus universidades y ciudades de origen mediante folletos, fotografías y otros materiales. La agenda se extiende y complementa con diferentes propuestas extracurriculares.

“Nos sentimos queridos y respetados”

Johan Sebastián Vargas proviene de la Universidad Evangélica Boliviana. Cursa la carrera de agronomía. Y nos cuenta por qué se decidió por este intercambio: “Vi la oportunidad de abrir la mente. Además, Argentina es un país pionero en exportaciones y cultivos intensivos como soja y maíz. Es muy bueno ver cómo manejan ustedes el tema de la producción. Llevo poco tiempo acá, menos de un mes. Pero ya me ambienté y pude ver que es todo muy bonito”.

Consultado sobre las diferencias académicas y de formación entre su universidad de origen y la UNL, Johan Sebastián responde: “La verdad que acá hay mucho conocimiento en materia de investigación y muchos avances tecnológicos. Todo eso me resultará muy útil para aplicar en mi país, cuando yo sea un profesional”.

En el marco de una amena charla, el estudiante de la Universidad Boliviana detalló cuál fue su aporte y su plato elegido para la feria de gastronomía: “Preparé chipilo, una comida común de mi región, Santa Cruz, en la parte oriente. Se hace con chicharrón.
Es algo que come la gente que trabaja en el campo y que se puede conservar durante varios días. También traje para mostrar algunas artesanías de la región occidental de mi país, como barquitos de totora, la chola de Bolivia, la llama y el moreno que es una danza cultural”.

Por último, le preguntamos a Johan qué significa para los estudiantes este tipo de intercambios culturales. Su respuesta fue sincera y contundente: “Nos sentimos queridos y respetados, felices de que conozcan un poco más de la cultura boliviana”.