La Comisión de Protección Vegetal Santafesina (COPROVESA), órgano de consulta del Ministerio de Desarrollo Productivo, estableció una serie de objetivos para avanzar en el control de la chicharrita del maíz (Dalbulus maidis), vector del complejo de enfermedades que causan el “achaparramiento” por el cual se perdió casi en su totalidad la cosecha de maíz de segunda en el centro norte santafesino y provincias vecinas.
Tras la sesión, que tuvo lugar este jueves 25 de abril en la cartera productiva, el Secretario de Agricultura, Ignacio Mántaras, declaró que se aprobaron y consensuaron los siguientes puntos: declarar al insecto como plaga en la provincia y gestionar lo propio ante la Nación, con el objetivo de potenciar un programa de vigilancia y monitoreo que se está gestando en su área; promover la capacitación e información a productores y asesores sobre la plaga y los mecanismos de control; e involucrar a la Ciencia y Tecnología, en busca de estrategias o herramientas para mitigar la población.
“Es un tema que no puede abordarlo Santa Fe sola”, aclaró Mántaras, debido a la gran dispersión que mostró la plaga en esta campaña. Por este motivo, anticipó que “ya se habló con Chaco y Santiago del Estero”. También adelantó que la semana próxima podrían asistir a Santa Fe funcionarios nacionales y de otras provincias para continuar trabajando sobre el tema.
El funcionario alertó que toda la cadena, desde la producción hasta quienes tienen al maíz como insumo, podría sufrir el impacto en la próxima campaña si no se toman medidas “urgentes”. Incluso planteó que no sólo debe abordarse el problema desde lo técnico, sino también desde los financiero, por lo que se estarían por realizar gestiones ante Banco Nación.
“Si no hacemos esto urgente de manera nacional, la campaña del año que viene va a ser muy crítica”, advirtió. “¿Qué hacemos si no se siembra maíz en Argentina?”, se preguntó, ante la posibilidad de que los productores no siembren o disminuyan considerablemente la producción.
Sobre posibles acciones en el corto plazo, Mántaras señaló: “hay algo claro, muy crítico, que es el maíz guacho donde se está alojando hoy la chicharrita”. También sostuvo que “hay productores que están entendiendo y lo están controlando, pero otros no”. Por ello insistió con la necesidad de una estrategia integral, ya que -como quedó demostrado este año- el control del vector es muy difícil y no alcanza con hacerlo por lotes.
Durante el encuentro también se analizó la reciente aprobación de insecticidas para chicharrita por parte de Senasa, así como la evaluación de las estrategias de control implementadas en Brasil.