Fue el primer debate en el Concejo de Santa Fe desde que se instaló en la agenda pública la intención del municipio capitalino de analizar la regulación de las aplicaciones de viajes privados a través de plataformas digitales desarrolladas por empresas multinacionales. Y los aportes y posicionamientos, aún al aguardo del mensaje que mandará el Ejecutivo a cargo de Juan Pablo Poletti, resultaron interesantes.

El punto de partida fue la aprobación sobre tablas de un decreto donde se le autorizó a la presidencia de la comisión de Servicios Públicos, Transporte y Ambiente del Legislativo local a “realizar las gestiones pertinentes para concretar reuniones, encuentros y/o conversatorios con la finalidad de abordar la temática de transporte privado de pasajeros concertado con la intermediación de plataformas”.

Justamente la presidenta de esa comisión es la impulsora del decreto sancionado, María Beatriz “Titi” Barletta. La concejala del Interbloque “Unidos...” dio sus argumentos de la iniciativa, diciendo que esta suerte de mesa de trabajo permitirá reunir a todos los actores involucrados en la discusión sobre una eventual regulación de las apps de viajes privados.

Barletta insistió en la necesidad de discutir “un marco normativo sobre una actividad en crecimiento en la ciudad. Aunque aún no está regulada, funciona como un sistema que proporciona empleo a los santafesinos y un servicio de traslado a los usuarios”.

Consideró como “fundamental” ir camino a “una movilidad inteligente” y las aplicaciones “son una alternativa”, pero “debemos a la par evitar la competencia desleal que sufren taxistas y remiseros”, agregó.

Asimismo, expresó que la regulación de los sistemas de transporte privado de pasajeros mediante plataformas digitales es “necesaria e impostergable”.

Lo interesante vino luego, durante el debate en el recinto. Si bien las coincidencias de una regulación primaron en general, hubo muchos planteos que tocan de lleno la movilidad urbana de los santafesinos, la oferta y la demanda, o cómo impactará en la actividad legal y regulada de taxis y remises.

También, las garantías que pueden ofrecer estas plataformas -que son empresas multinacionales- respecto de quién es el conductor, dónde está registrado (¿en la plataforma o en un eventual registro municipal?); si ese vehículo estará registrado y geolocalizado para hacer un seguimiento en tiempo real del pasajero, y qué controles aplicaría el Gobierno local, etcétera.

Éstas y otras muchas otras cuestiones planteadas en el recinto, antes de que el Ejecutivo remita el mensaje que prometió mandar para su tratamiento, deberán ser severamente analizadas por los legisladores locales antes de aprobar una ordenanza.

El usuario en la centralidad

En una extensa y detallada exposición, el oficialista Lucas Simoniello hizo un punteo de esas claves que, más temprano que tarde, deberán discutirse y consensuarse.

“Primero, tendremos que ver la unificación de los trámites para que sea más accesible el otorgamiento de licencias, y la transparencia en este aspecto. Segundo, el régimen de tarifas, quizás más diferenciado con la nocturnidad”, declaró en el recinto.

“Pero además, sería importante contar con una plataforma electrónica que le permita al usuario saber quién es el que conduce el vehículo de esa app de viajes particulares; quién es el dueño del coche y cómo se puede hacer de forma previa para saber cuánto costará el viaje".

También, "y no es un elemento menor, tener por geolocalización dónde están ubicados; cuál será la flota activa de esos vehículos y los desplazamientos de los viajes a través de un GPS”, añadió.

Si esto llega a regularse, “deberemos contar con las garantías de que esos vehículos inscriptos en algunas de las apps de viajes estén en buen estado, qué haya un medio de pago electrónico para abonar el viaje"

"Y, que el municipio controle que exista una flota mínima activa en los horarios donde realmente se necesitan, como puede ser de 2 a las 5 de la mañana, cuando los chicos están saliendo de los bares o boliches”, dijo Simoniello. "Aquí, la prioridad es el usuario", subrayó.

La salida laboral

La concejala justicialista Jorgelina Mudallel aludió a que el tema de las aplicaciones de viajes privados también debe mirarse como una salida laboral ante la crisis actual. “Esto es una realidad. Sin embargo, hay una condición desigual (aludiendo los subsistemas de taxis y remises) y las aplicaciones como Uber o Cabify".

“Los licenciatarios de taxis y remises tienen una larga lista de obligaciones tributarias a las que deben hacer frente”, añadió. Entonces, hay que nivelar, igualar las condiciones, y deslizó que la competencia desleal no podría tener cabida en una nueva ordenanza regulatoria.

Violeta Quiroz (Mesas de Trabajo-FR), quien ingresó un proyecto propio donde plantea regular estos viajes a través de plataformas electrónicas, también citó elementos que, indefectiblemente, deberán considerarse una vez que se trate el mensaje que enviará el Ejecutivo al Concejo.

“Hoy, los taxistas y remiseros están en una desventaja total, enfrentados con estas plataformas. Además, debemos pensar prioritariamente en los usuarios. Porque no sabemos quién está detrás de estas plataformas, pues son ‘fantasmas’. Entonces debemos darles garantías a los pasajeros para que sepan quién los van a transportar, más ante esta situación de inseguridad que se vive en la ciudad”.

Pidió eliminar la competencia desleal, en detrimento de taxistas y remiseros. “Pero además, la plataforma electrónica de viajes privados debería tener un domicilio legal constituido en la ciudad de Santa Fe. Su titular o apoderado debería también tener residencia en esta ciudad, al igual que los choferes de estas apps".

"Asimismo, tendría que haber una sucursal a la cual puedan dirigirse los usuarios por reclamos o consultas. Esto no va en contra de la tecnología; es una forma de regularla”, subrayó Quiroz.

“No romper el sistema”

Otro de los aportes fue del radical Carlos Suárez. El edil consideró que el único cuidado que debe tenerse es “no romper el sistema” (de taxis y remises). “Quiero decir que debemos ver cómo la eventual incorporación de las apps de viajes no significa la apertura indiscriminada de la posibilidad de personas (choferes) que se sumen para llevar adelante estas tareas, y que eso quiebre la matriz del sistema”.

Y luego aludió a los controles: “¿Qué pasará con aquella plataforma que no acepte la eventual regulación que se vote en este recinto, luego de que el Ejecutivo mande el mensaje y las discusiones de rigor? Además, la regulación de las apps por sí mismas no nos garantiza que haya una flota activa de noche, que es donde menos se consiguen taxis y remises, por ejemplo”, dio otros elementos a reflexionar.

“Es un debate complejo; no obstante, tenemos como legisladores una buena oportunidad para hablar y mejorar la integralidad de toda la movilidad urbana en la ciudad”, cerró. Aún no se sabe cuándo el municipio remitirá al Legislativo local el proyecto de ordenanza regulatoria. Pero la discusión ya comenzó.