Dionisio Llanca era un joven camionero que en 1973 pinchó una rueda, y cuando frenó a cambiarla, sintió una luz que lo enfocaba. Luego sintió un pinchazo como de aguja en su frente, y lo que vino fue amnesia total. Apareció a 15 kilómetros de su camión, y con el tiempo recordó solo algunas cosas, pero vino una etapa de estudios médicos invasivos, de hipnósis e interrogatorios, y una popularidad inesperada a partir de la cobertura de los medios nacionales e internacionales.
Asediado por la prensa, y rechazado por sus lazos familiares, Dionisio Llanca desapareció por completo en plena época de la Dictadura cívico militar. Las hipótesis desde entonces fueron muchas: una segunda abducción extraterrestre, un asesinato, que fue llevado por científicos soviéticos o que estaba en una base secreta de los Estados Unidos. Pasaron 45 años y su historia permaneció siendo un misterio, que para todos los ufólogos quedaba pendiente resolver.
Fue recién en 2021 Lorena Sciarrata y Marina Gioveno -ambas del Café Ufológico Rosario-, dieron con el paradero de DIonisio, y entablaron con él un vínculo familiar y de confianza que logró que dejara su vida clandestina atrás. El hombre murió el pasado 31 de mayo en Villa María, rodeado de sus nuevos afectos, pero queda un equipo de cineastas junto a otro de ufólogos que perpetuarán su historia con un film que están rodando por estos días.
En una finca tranquila de la ciudad vecina de Pueblo Esther se reunieron para rodar las entrevistas con quienes compartieron estos últimos años la vida junto a Dionisio. En ese marco, el guionista y director del film, Leandro Bartoletti, relató a Mirador: “Conocía esa historia de chico, y siempre me fascinó. Estamos grabando con un grupo humano muy afectuoso, y entendemos que varios están viviendo un duelo por lo reciente de su muerte hace poco más de un mes. Y la intención es terminarla a fin de año o principios del año que viene, y que estrene en festivales para luego ir a salas de cine”.
Su proyecto sobre el caso Llanca lo tenía en carpeta hace tiempo, “pensado con un final abierto”, y al enterarse en 2021 que lo encontraron dijo “es ahora”. Luego de muchas versiones del guion, llevó el proyecto al Incaa, y en marzo de este año fue aprobado, justo pocos días antes de ser intervenido.
Sobre la estética del film, su director adelantó que “la idea es que contará con muchas imágenes estilo Star Trek, animaciones vintage, y recreaciones con actores que representan a Llanca a modo de falso documental. La idea es que se disfrute como ficción siendo una historia real”.
Una historia setentista que parece ficción y no lo es
En los 60 y 70 hubo un auge de cine sobre el tema extraterrestre, y el caso Llanca fue el más masivo del país, por el cual se escribieron libros en el mundo. “Fabio Zerpa convocó a médicos y psicólogos, y éste fue el caso que lo llevó a dedicarse por completo a estos temas”, aseveró Bartoletti.
Entonces recordó que “Llanca fue sometido de una forma muy turbia por esta junta médica que era muy intervencionista. Lo trataban muy mal. En busca de la verdad se olvidaban que era un ser humano. Era un mecanismo con similitudes a las torturas de esos tiempos. Y por eso él nos decía que lo trataron mejor cuando estuvo en el ovni que en los estudios médicos”.
Es por eso que muchos años después, al ser hallado por las ufólogas rosarinas, les dio a conocer que estuvo escondido en Tierra del Fuego, luego en una estancia de Chubut, y que quemó sus documentos para que nadie lo reconociera. Se casó, pero luego enviudó y tuvo una vida muy solitaria, lo cual es una pena, ya que “al ser hallado descubrió que mucha gente estaba preocupada por encontrarlo con vida”.
Sobre este logro, Bartoletti destacó: “Las chicas lo encontraron luego de una intensa búsqueda. Y creemos que gracias a eso, finalmente pudo armar una ‘familia adoptiva’ con ufólogas y ufólogos que no dejaron de acompañarlo, celebrar las fiestas y los cumpleaños por primera vez en tantos años de su vida”.
En el film se va a poder ver una serie de entrevistas que le realizaron en Villa María, algunos en audio y otros en video. Y su director destacó: “Él quería que se hiciera esta película para que, si vuelve a suceder una abducción, no le hagan a otros lo que tuvo que vivir él después. Porque el asunto más allá de los extraterrestres es la sociedad en que estamos viviendo”.
Entonces repasó sobre la tortuosa vida que llevó Llanca: “Él se volvió como un fugitivo, rechazado por la familia, y con bullying de compañeros de trabajo, acusaciones de farsante o de buscar la fama, cuando él lo que quería era que alguien le explicara qué es lo que le pasó”.
Finalmente, compartió su deseo “que este caso sea puntapié inicial, porque hay muchos otros casos de abducciones interesantes. Y buscamos contar todo desde una mirada más humanista, es una historia de vida como muchas, y el misterio del asunto extraterrestres es muy interesante, pero queda en otro plano”.