La Comunidad Corondá de esta ciudad cabecera del departamento San Jerónimo recibió un segundo envío de materiales para concretar el proyecto turístico y de rescate de cultura chaná.
Se trata de toda la estructura del quincho –que además ya fue montado- y que servirá de “base de operaciones” desde un islote ubicado frente a la costanera sur, en la ciudad de Coronda.
Recordemos que con lo obtenido con el primer desembolso, los integrantes del emprendimiento habían comprado una sublimadora, freezers, cocinas, y un número importante de embarcaciones tipo kayaks.
Según explicó Claudio Ñáñez, cacique Corondá en vigencia, “el proyecto se va a hacer en el islote, empezamos con el quincho, está terminado, falta la cocina en sí, los insumos los tenemos, contamos con los kayaks, de este lado no tuvimos ninguna respuesta favorable para nosotros, ni el intendente ni el Concejo lo trataron. Hasta ahora está marchando todo bien, por fin habrá un corredor turístico para Coronda”.
Luego el líder de la comunidad sostuvo que “es verdad que cuando haya creciente importante se inundará. Tenemos que arriesgarnos, se está devaluando todo y no llegamos con el proyecto si no. Lo que salía 200 mil pesos, hoy sale 500 mil. No tuvimos otra opción”.
El proyecto
Recordemos que el acceso a este emprendimiento vino de la mano de haber sido seleccionados para ser financiados por su contenido turístico, histórico y cultural en el marco del Proyecto de Recuperación Sustentable de Paisajes y Medios de Vida en Argentina, dirigido por la Administración de Parques Nacionales, y con financiamiento del Banco Mundial de hasta 45 mil dólares pagaderos en pesos argentinos.
Uno de ellos fue el sub proyecto “Corredor Turístico Chaná-Corondá”, cuya institución ejecutora es la Comunidad Indígena Corunda y que beneficiará a los originarios chanás y corundás de Coronda, Puerto Aragón -distrito Barrancas- y Puerto Gaboto.
El Corredor Turístico Chaná-Corondá, cuyo proyecto contó con la colaboración de la Dirección Provincial de Comunidades Originarias en sus instancias de elaboración, junto a la Intendencia del Parque Nacional Islas de Santa Fe, se presentó en la primera convocatoria a Sub proyectos de Desarrollo Comunitario de Tipo A y fue evaluado oportunamente por el Comité Evaluador del Paisaje Delta del Río Paraná. Se apoyará a las Comunidades Indígenas asentadas en torno al Parque Nacional Islas de Santa Fe, que realizan actividades tradicionales de pesca artesanal y manejo de la biodiversidad en la zona de Islas; como un fuerte proceso de recuperación cultural, sobre todo de las artesanías (cerámica), las prácticas espirituales indígenas y el idioma chaná.
El proyecto instalado ahora en el islote, permitirá la venta de comidas típicas tanto regionales como de la cultura originaria, de productos de la zona, comedor de pescado recién sacado del río, venta de artesanías, paseos en kayaks y turismo cultural, con unos 15 puestos de trabajo para cubrir, el beneficio para casi 20 familias corondinas de las cuales 5 son parte del proyecto.
Un poco de historia
Ulrico Schmil, cronista de Pedro de Mendoza, los descubrió en 1567 y es el más antiguo registro documentado de su existencia: “Así llegamos el primer día a cuatro leguas de camino a una nación que se llama Corondá; (también) viven de pescado y carne y son ellos (cerca) aproximadamente doce mil en gente adulta que se emplea para la guerra y andan iguales a los sobredichos Timbúes. También tienen dos estrellitas en ambos lados de la nariz; (también) son gentes garbosas en sus personas, pero las mujeres son feamente arañadas bajo los ojos y ensangrentadas, jóvenes y viejas; y sus partes están cubiertas con un paño hecho de algodón. Tienen estos indios, mucho corambre sobado de las nutrias y tienen también muchísimas canoas o barquillas”.
De acuerdo a una entrevista brindada a la Universidad Nacional de Rosario, en el marco de una investigación, Ñáñez contó que “Coronda era nuestro, siempre había sido nuestro y no permitíamos que vengan otros grupos desde afuera, el que entraba a Coronda se quedaba si nos caía bien y si no, no salía de Coronda. Por eso pueden encontrar algunos enterratorios por ahí y tienen razón no son de Corondás, pero enterrados más alejados (…) El idioma nuestro era el del Chaná, el del Timbú”.
Sus costumbres
El cacique contó cómo pescaban: “El cuerno de ciervo se utilizaba para bicherear como hacen ahora, no había redes o al menos mi papá, Cipriano Ñañe, nunca me las nombró, usaban eso. Para los sábalos, los cardúmenes de la orilla, usaban arco y flecha”.
Para la alfarería “la arcilla la sacaban del río, de las barrancas, la arcilla blanca no la colorada. No hay muchos lugares, no es fácil de conseguir. Una vez hechas, esperás que se sequen al sol y después les arrimás fuego en pozos para que se cocinen”. ¿Cómo hacían las canoas? “Se tumbaba el árbol y después se ahuecaba con piedras, se va puliendo la madera, con agua y la piedra”. Las viviendas “eran de paja, chiquitas, como una carpita para dos personas, para dormir. El cuero también lo usaban para la vivienda. No eran altas, ni grandes como los ranchos”.
Las famosas flechas se hacían así: “…se hacía en hueso o madera, la hacían así y la templaban con fuego y grasa y queda como si fuera vidrio la madera. Se usaba un árbol que se llama “vara negra”. Quedaban como vidrio”.
“Lamentablemente, a partir del siglo XVII, es decir, desde el 28 de marzo de 1664 que es cuando la civilización actual festeja el aniversario de Coronda con el trueque de tierras al capitán español Melchor Martínez, nuestra nación comenzó a ser diezmada hasta hacerlos desaparecer” por lo que considera que “esa fecha, festiva para la ciudad, es día de luto para nosotros, Martínez nos traicionó, porque nuestro pueblo le dio cobijo y él nos entregó para una matanza sin límites”.