No existe producto relacionado a Batman que no llame la atención, es sin dudas uno de los personajes más reconocidos y populares. Al fin y al cabo, es un simple ser humano movilizado por un trágico y oscuro pasado que hemos visto retratado en cada una de sus representaciones.

De sus distintas versiones, tanto en comics como en películas y series de tv, una consiguió la aprobación de manera unánime. “Batman: The Animated Series” (ganadora de cuatro premios Emmy) se estrenó en septiembre de 1992 alcanzando un techo de calidad que intentaron replicar muchas de las series animadas que llegaron posteriormente. Con una dupla creativa a cargo de Bruce Timm y Paul Dini la serie consiguió trasladar la popularidad de los films de Tim Burton a la pantalla chica convirtiéndose rápidamente en quizás la mejor adaptación del personaje vista hasta el día de la fecha. La animación como medio permitió plasmar toda la mitología del personaje de un modo fiel, con historias serias orientadas a un público también adulto. La serie presento con altura a la mayoría de los personajes más icónicos de DC Comics y del Caballero oscuro, destacándose por sobre el resto, la excelente versión del Joker (con la voz de Mark Hamill), y el desembarco de la hoy tan popular Harley Quinn.

De sus distintas versiones, tanto en comics como en películas y series de tv, una consiguió la aprobación de manera unánime. “Batman: The Animated Series” (ganadora de cuatro premios Emmy).Foto: Gentileza.

El pasado mes de agosto Amazon Prime Video recogió el guante y estrenó “Batman: Caped Crusader”, nueva propuesta centrada en el murciélago más famoso de las viñetas que previamente había sido cancelada, junto con otras producciones, por la gigantesca HBO. No es un estreno más, la serie es una suerte de heredera espiritual o secuela no oficial de aquel éxito de los noventa. Responde no solo a la mayoría del equipo creativo anterior, sino que respeta la misma estética y atmosfera, esta vez centrada en los años cuarenta.

La serie

“Batman: Caped Crusader” cuenta con diez episodios que rondan los treinta minutos de duración. El mítico Bruce Timm es acompañado en esta oportunidad por los cineastas J.J. Abrams y Matt Reeves (director del último film protagonizado por Robert Pattinson) como productores.

El proyecto si bien intenta replicar la fórmula vista en “Batman: la serie animada” (mostrando por ella un gran cariño y respeto) ofrece una nueva y fresca mirada.

La serie trascurre en su propia línea temporal situándose en los Estados Unidos de mediados de los años cuarenta. Goza de un estilo cercano al género “noir”. Narrativamente pone el acento en el misterio y las investigaciones policiacas, y en lo que respecta al estilo visual hace uso de las sombras y los claroscuros, funcionales al ambiente dramático que en la mayoría de los casos sobrevuela el relato. Los escenarios góticos están muy bien recreados, son elegantes, con ciertos toques de art déco.

Nos encontramos a un Batman que está dando sus primeros pasos en la lucha contra el crimen, bastante lejos de la figura de superhéroe y mucho más cerca de sus facultades como detective. Intenta diariamente limpiar las calles de una ciudad Gótica caracterizada por la corrupción policial y los negociados. En la serie vemos a un Bruce Wayne con gran protagonismo, haciendo uso de su clase y roce social para obtener información. Se lo muestra imperfecto, lleno de errores, muy humano y con un trato duro con el personal que tiene a su cargo. El ejemplo más notorio es la relación de empleado/patrón que mantiene con Alfred, muy distinta a la construcción paternal mostrada en reiteradas oportunidades.

En cada capítulo, todos de carácter auto conclusivo, Batman tendrá que lidiar con distintos criminales desprovisto de sus artilugios conocidos. Dada la ubicación temporal la tecnología era escasa, razón por la que lo veremos encajando más golpes de los acostumbrados. En muchos casos es tratado como un delincuente, siendo la propia policía la encargada de darle caza. Su lucha es, ante todo, solitaria. Los aliados son pocos, tenemos por un lado al comisionado de policía Jim Gordon y su hija fiscal Bárbara y la detective Rene Montoya.

El carácter “noir” que mencionábamos párrafos arriba se ve reflejado en la violencia expuesta.

De sus distintas versiones, tanto en comics como en películas y series de tv, una consiguió la aprobación de manera unánime. “Batman: The Animated Series” (ganadora de cuatro premios Emmy).Foto: Gentileza.

Es una serie orientada a un público adulto que no tiene reparos en mostrar muertes y armas de fuego. “Batman: Caped Crusader” narra nuevamente los orígenes de personajes conocidos y situaciones como la de la muerte de los padres de Bruce, pero lo hace ofreciendo siempre una vuelta de tuerca. Asimismo, al desarrollarse en los años cuarenta, se permite homenajear y referenciar a la edad de oro de Hollywood y a exponentes del género como las películas de horror de Universal.

Existen cambios en cuanto al género y etnia de algunos de los personajes principales. Tenemos, por ejemplo, a una familia Gordon afroamericana, a la psiquiatra Harleen Quinzel ahora asiática y a villanos como el Pingüino representados en la piel de una mujer. Este último es quizás el cambio más resistido por parte de los fans, la realidad es que no afecta al desarrollo de la trama, pero tampoco aporta nada novedoso que lo justifique.

Como es usual en este tipo de producciones el elenco de voces está plagado de figuras reconocidas. Kevin Conroy - la voz icónica de Batman en la serie de los noventa fallecido en 2022 - es reemplazado por la sólida interpretación de un Hamish Linklater que al igual que el resto del reparto ha sabido capturar la esencia del personaje. Se destacan especialmente los villanos, sobre todo Christina Ricci como Gatubela.

El joven, pero experimentado Frederik Wiedmann se encarga en esta oportunidad del apartado musical. Sus arreglos acompañan el tono oscuro de la serie, capturando la humedad y frialdad de las calles de ciudad Gótica.

En cuanto a las cosas por mejorar, la animación es un tanto despareja a lo largo de los capítulos. Existen escenas en las que los personajes apenas si mueven sus labios. También es verdad que, aunque ninguno de los capítulos es flojo, a algunos de ellos se los sienten forzados, casi de relleno, algo que toma una mayor relevancia si tenemos en cuenta que hablamos de una serie de apenas diez envíos.

“Batman: Caped Crusader” no es una serie más, su equipo creativo ha conseguido replicar la atmosfera de la serie de los noventa ofreciendo al mismo tiempo un enfoque fresco pero muy fiel del personaje.

Si bien es cierto que su cercanía con “Batman: The Animated Series” le permite instalarse rápidamente en el público y la prensa, también la vuelve presa fácil para las comparaciones. No resulta nada sencillo pararse frente a un clásico absoluto, y “Batman: Caped Crusader” lo hace, ante todo, con mucha dignidad. En sus mejores momentos alcanza un buen clima y una excelente narrativa que invitan a seguirla. Se trata de un proyecto sólido y con novedosas ideas que aún tiene mucho que entregar.