En uno de aquellos enfrentamientos a tiros una mujer ajena al conflicto recibió un disparo, de los alrededor de 30 que se efectuaron las bandas en el último enfrentamiento. Una banda arregló un abreviado. La otra, iría a juicio.

El juez de Garantías de Paraná, Eduardo Ruhl, resolvió este viernes 27 de septiembre prorrogar la prisión preventiva en la Unidad Penal Nº 1 de la capital provincial, por el plazo de 30 días, y tal como la venían cumpliendo los imputados Jano Barzola, Nicolás Casal y Valentín Zubirá, representados por Juan Cabrera; y Ángel Sosa, Pablo Butierrez y Elías Butierrez. El juez basó su decisión en que los riesgos procesales de peligro de fuga y entorpecimiento de la investigación –después de cuatro meses de investigación y con la Investigación Penal Preparatoria (IPP) casi concluida–, aún están vigentes.

Los seis imputados enfrentan cargos por la balacera que ocurrió el 10 de mayo en la zona oeste de Paraná, precisamente en la intersección de calles República de Siria y Cortada Basualdo, en la que dos miembros de las bandas que se enfrentaron aquel día y una mujer inocente ajena al conflicto recibió disparos.

Ruhl resolvió prorrogar la medida de coerción por 30 días en la Unidad Penal tal como lo solicitó el fiscal, Laureano Dato, no obstante haber tomado conocimiento que los defendidos por Berón habían llegado a un acuerdo de juicio abreviado que se formalizaría en las próximas horas y comprendía una pena de cumplimiento efectivo.

En el mismo sentido, el fiscal precisó que la banda defendida por Cabrera recibió el mismo ofrecimiento que fue rechazado. Así, añadió que Fiscalía estaba en condiciones de pedir la remisión de la causa a juicio apenas se pudiese incorporar al legajo el informe de las pericias que se realizó a los celulares de los sospechosos.

El fiscal señaló una “circunstancia nueva” que estribaría en que se pudo corroborar que el domo que comprende a la zona donde se desarrolló el conflicto fue “manipulado” desde un celular que pertenecería a una familiar de la banda integrada por Barzola, Casal y Zubirá. El fiscal añadió que “claramente se ve que ese domo miraba a las personas que participaban en la balacera y apuntaba para el lado del que venían en moto Barzola, Casal y Zubirá. Se suprime una parte y se pone a la otra banda en la escena. Eso es entorpecimiento”.

El juez receptó el argumento del fiscal respecto a que, durante cuatro meses de investigación y 27 allanamientos, aún no ha podido encontrar las armas que se usaron en la balacera. Se indicó que se trata de tres armas calibre 9 milímetro que podrían estar en manos de allegados a los imputados.